Locales | 08 Oct La relación entre la Intendencia Departamental de Paysandú con vecinos del Municipio de Porvenir sigue en cortocircuito, después de que el grupo de familias que hace tiempo reclama la construcción de pozos semisurgentes en sus chacras pidieron “hace ya bastante tiempo” una entrevista con el intendente Guillermo Caraballo “y no hay nada concreto”, según dijo el alcalde Ramiro Ayende. A eso se sumó un pedido de audiencia de los productores porcinos de la zona, que tampoco han sido recibidos por Caraballo. “No los atiende”, subrayó la autoridad local.
“Determinó que en lugar de recibirlos él, lo haga la directora general de Promoción y Desarrollo, Margarita Heinzen, pero los productores rechazan hablar con ella y adelantaron que no van a concurrir. Cuando se pide una audiencia con el intendente, es porque se quiere hablar con el intendente”, agregó Ayende.
El Municipio de Porvenir sigue entregando agua “que no es potable, porque cuando se saca del tanque de OSE y se deposita en el camión, deja de serlo”, a 27 familias, “con un costo anual de 100.000 dólares”. Eran hasta hace poco 28, pero “a una familia pobre de la zona, la del vecino Gustavo Buriano, jefe de un núcleo familiar que tiene dificultades y que vive de la changa, un empresario solidario de la zona les hizo el pozo semisurgente y ya lo están disfrutando”, indicó el alcalde.
“Quedan 27 familias que esperan al menos un interés de la Intendencia, pero por el momento nada. Caraballo mandó a (Sandra) Zibil, hizo un relevamiento, pero eso fue todo. Vino y se fue; no hizo nada hasta ahora”.
Mientras tanto, “el mismo empresario ya ha concretado, en un acuerdo muy beneficioso para la familia, hacer un segundo pozo semisurgente. Van a quedar entonces 26 familias que siguen consumiendo agua que no es potable. Eso es grave para la salud de los vecinos, aunque eso no parece importar demasiado a la intendencia”, subrayó Ayende.
Recordó que “la Intendencia pide que los vecinos le paguen 8.700 dólares por pozo, pero en la zona, a nivel privado, se piden 90 dólares por metro. Hay que tener en cuenta que cada pozo tiene una profundidad de 30-40 metros, por lo que por menos de 4.000 dólares se puede contar con el pozo. Por qué la Intendencia pide más del doble es todo un misterio. Y ese misterio no se puede resolver porque el intendente no da la entrevista a los vecinos”, afirmó Ayende.
Por otra parte, “hay otro grupo de vecinos, criadores de cerdos, que pidieron una entrevista --y urgente-- con Caraballo. Encomendó esa tarea a Margarita Heinzen, pero no les parece apropiado; esperan al intendente”, agregó Ayende. Los criadores de carne porcina quieren instalar en la zona un matadero móvil, que actualmente se encuentra en la ruta 5 y quieren pedirle al intendente que realice gestiones para concretar esa solución, desde que “en la zona no hay donde matar y ya hubo varios procesamientos por hacerlo de forma, para la Justicia, clandestina”.