UNA CONSULTORA TRABAJA EN EL DISEÑO DEL PLAN DE GESTIÓN

Locales | 11 Oct El Balneario Municipal se encuentra en pleno proceso para volver a contar con la certificación de playa natural. Los pasos para este propósito ya están avanzados y la Dirección de Turismo espera concretarlo de cara a la próxima temporada veraniega. Para ello, se está trabajando con una empresa consultora, a la que se encargó el plan de gestión, que ya está diseñado en esta primera instancia para las zonas A y B del Balneario Municipal.
“Ya se trabajó en la zonificación de las áreas a tratar y se están haciendo los trabajos necesarios para acondicionar las zonas con base en ello. Creemos que tenemos la posibilidad realmente de marcar una diferencia en lo que son las temporadas de verano con las playas”, dijo a EL TELEGRAFO el director de Turismo de la Intendencia, Alejandro Leites. La intención, dijo, es tener una oferta atractiva en el balneario en cuanto a servicios y que los visitantes argentinos que hoy llegan a nuestra ciudad a realizar compras “también disfruten de nuestras playas y se lleven esa postal del atardecer del río Uruguay”.

PROCESO
Leites indicó que la certificación de la playa implica documentar “un proceso que asegure una playa lo más natural posible. Toda intervención humana en cualquier ámbito genera cierta contaminación, que el tratamiento de los residuos sea el adecuado, que haya un reciclaje, controlar que la limpieza sea la adecuada, que si se enciendan fuegos en la zona de la playa sea en los espacios adecuados para los fogones, que se haga la limpieza diaria de los fogones para que eso no termine en la arena, el debido control de todas las actividades que se registren en la arena, que estén los guardavidas, que cumplan el horario con los requisitos para su función, que la zona de deportes se respete como tal, que se cumpla con la prohibición de la presencia de mascotas en las playas, se va a delimitar una zona para que se pueda bajar con mascotas, el control de puestos de comida, que se respeten los procesos de higiene; es controlar que la actividad comprometa lo menos posible el ambiente”.
El director señaló que esta identificación “nos permite incluirnos en el circuito que lleva adelante el Ministerio de Turismo junto con la Secretaría de Deportes, 'Uruguay a toda costa', nos va a permitir sumarnos a esa movida y eso contribuye a hacer más atractivas nuestras playas al vecino de Colón”.
Leites agregó que “está claro que no pretendemos ser la playa de Colón, porque siempre hay que marcar diferencias entre un producto y otro, sabemos que hay mucho público de Colón y visitantes que allí residen y buscan algo más tranquilo. Nuestras playas son una alternativa válida y ese sería el diferencial, pero tenemos que dotar de servicios; pretendemos tener aunque sea un mínimo alquiler de sombrillas, de reposeras, para que ese turista que está en Colón si decide cruzar a comprar algo y quedarse en la playa no tenga que andar acarreando con esos útiles, que haya servicios gastronómicos, en eso estamos trabajando”.

SELLO
Luego del trabajo de la consultora, los siguientes pasos se dan frente al Ministerio de Turismo, cuyo referente regional, Claudio Quintana, estuvo al frente del proceso de certificación cuando se logró años atrás.
“Con el informe favorable de la consultora el Ministerio le da el sello, que en realidad no es un sello, son las banderas de playa natural certificada. Nuestra participación, en este caso, es que hay una norma que es del Ministerio, que promueve la gestión responsable de las playas, no ha habido muchas experiencias en Uruguay, las que hubo son la de Paysandú de 2005 a 2010; hubo una en Fray Bentos, en San Javier, en Maldonado en el Hotel del Lago, no han sido muchas”, indicó.
NORMA
La marca de certificación se rige por las disposiciones contenidas en la norma específica del Ministerio titulada “Playa natural gestión ambiental certificada”, y lo establecido por la Ley N° 17.011 de 25 de setiembre de 1998 y su Decreto Reglamentario N° 34/99. De acuerdo con esta normativa, la certificación tiene tres grandes requisitos. El primero es general y supone el desarrollo de un sistema de gestión ambiental de la playa. Esto implica hacer una caracterización de y evaluar la aplicabilidad de la norma, redactar y gestionar el compromiso ambiental público de playas, identificar y evaluar los aspectos ambientales significativos.
Los requisitos específicos refieren a programas de calidad de aguas, suelo y aire; programa de gestión de residuos; programa de servicios de playa (baños, duchas, etcétera); programa de información y comunicaciones; programa de prevención y seguridad (guardavidas, prevención ante incendios, derrames al suelo o al agua, etcétera). El último gran requisito tiene que ver con el seguimiento de la implementación de la norma mediante comunicaciones al Ministerio y auditorías.