Locales | 13 Oct En medio del conflicto sindical en Riogas, que ha detenido la distribución de la empresa, la Asociación de Distribuidores de Supergas del Uruguay (Adisup) lanzó un comunicado en el que asegura que la resolución del gobierno, que indica que deberán envasar garrafas de todos los sellos en las plantas operativas, no llevará resolver “en absoluto” esta medida de fuerza que lleva más de un mes. Por otra parte, solicitó sus distribuidores asociados abstenerse de comercializar envases de otra marca con la que no tengan contrato vigente, por lo que dejarían de comercializar garrafas azules (de Riogas) que hayan sido envasadas en otra planta.
“Más que rechazar la resolución, hacemos un llamado a respetar las normas comerciales”, dijo a EL TELEGRAFO Daniel Marichal, presidente de la Adisup. “Los distribuidores estamos a favor de que se mantengan las normas que regulan el mercado. No se resolverá el conflicto tocando las normas que llevaron años construir”, agregó. De cualquier modo, tanto Riogas como Acodike no se ajustarían a esta resolución, aunque Megal, de menores dimensiones, ha aprovechado la situación.
Marichal calcula que para el fin de semana el stock de Acodike se verá seriamente resentido y que el paro determinado por la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y Servicios (Fuecys) para mañana “precipitará el desabastecimiento”. “Hasta ahora no está claro que esto vaya a pasar” y la situación, hasta ayer, seguía “incambiada”.
El comunicado de esta asociación señala que los perjuicios económicos y comerciales que sufren los distribuidores de Riogas no han sido considerados “en momento alguno” a la hora de tomar esa resolución y que se olvida que se pone en “riesgo” a unos 2.500 empleos. “No entendemos cómo pueden tomarse resoluciones que cambian el marco regulatorio de la actividad en medio de un conflicto, sin medir las consecuencias que esto tiene en los distintos actores del sector, en particular en el área distribución, que en el caso de Riogas está compuesto por unas 150 pequeñas empresas y unos 1.500 puestos de trabajo directos y en el que se han perdido más de 70.000 jornales”, agrega el texto.
“Las garrafas que se envasan en una planta de envasado deben ser comercializadas por la cadena de distribución que corresponda al color de dichos envases. Esto se fundamenta en que existe un marco regulatorio general con derechos y obligaciones que han pautado las reglas de juego del sector y en el marco del cual se han constituido y funcionado todas las empresas”, resolvió la Adisup tras una cumbre de su comisión directiva.
En este sentido, “las empresas distribuidoras integrantes de Adisup no realizarán la distribución de garrafas que no correspondan al sello con el cual tienen contrato vigente”.