Locales | 20 Oct A las 6 de hoy volvieron al trabajo los funcionarios municipales que se habían plegado a la medida de paro de actividades de la Asociación de Funcionarios y Obreros Municipales (Adeyom), después de alcanzar un principio de acuerdo. No obstante, nadie abandona el polvorín en el sindicato porque el acuerdo no conforma en la medida que el funcionario a quien no se le renovó el contrato seguirá en la misma situación, al menos hasta diciembre.
El acuerdo establece que a comienzos de diciembre, los casos de los funcionarios contratados que tengan evaluación baja, de 12 o menos puntos, sean considerados por la Comisión de Ascenso, Promoción y Evaluación de Funciones (Capef) antes de quedar firme el cese de funciones de esos empleados. Hasta ahora, la Capef actúa solamente en casos de funcionarios presupuestados. En diciembre vencerán unos 400 contratos.
El único beneficio que se consiguió para E.R., cuyo caso motivó un paro de 72 horas, es que será el primer caso considerado.
El Consejo Directivo de Adeyom impulsó la aprobación del acuerdo, en asamblea en la que muchas voces llamaban a mantener la lucha o en dar un plazo perentorio no mayor a un día para que la Capef se expidiera sobre el caso, esgrimiendo como argumentos claves que debe realizarse una asamblea de balance y las elecciones de nuevas autoridades antes del 31 de octubre, para no incumplir con el estatuto interno.
Como paliativo, a E.R., se le entregarán lentes recetados y se lo apoyará económicamente por el sindicato y la Federación Nacional de Empleados Municipales.
La asamblea, realizada anoche, también consideró que “después de cuatro o cinco días sin trabajar nos comen los bichos”, al decir de un asambleísta. “Estamos en el máximo de la tensión. El Ejecutivo no quiere ceder; nosotros no queremos ceder. El Ejecutivo tiene parte de la verdad; nosotros tenemos parte de la verdad”, dijo Miguel Fortunatto, secretario de Adeyom. Describió así una tercera agitada jornada de paro.
Comenzó temprano en la mañana, con una concentración de sindicalistas frente a las puertas del Departamento de Servicios, para desalentar el ingreso de funcionarios y especialmente de quienes integran cooperativas sociales. El operativo tuvo éxito, aunque hubo “unos 15 trabajadores”, se diría en la asamblea por la noche, que de todas maneras “pasaron”.
También por la mañana el intendente Caraballo había dicho a EL TELEGRAFO que “si me lo piden (Adeyom) los recibo. Pero resulta obvio que envié nada menos que al secretario general, que sigue mis instrucciones y por tanto sea él o sea yo, la posición será la misma”.
Horas más tarde, a las 13, Guillermo Caraballo recibió a Carlos Fraga y Ademar González, secretario general y secretario de finanzas de la federación. El núcleo de la conversación fue que el intendente se reuniera con el sindicato. Al término del encuentro quedó establecido que Adeyom iba a ser convocado hoy. Pero a las 16.10, el consejo directivo recibió una citación para las 16.30 en el Palacio Municipal. Tal como se dijo en la asamblea, fue una “reunión muy dura”; “hasta se le llegó a decir al intendente que eran unos perseguidores de gente”.
Del lado del Ejecutivo, se introdujeron documentos no conocidos, que establecen que la evaluación baja de E.R., se extiende por un período “bastante mayor” a los últimos nueve meses.
En medio del fuego desde las trincheras, apenas si hubo avance y cada posición fue mantenida con dureza. Finalmente se abrió una posibilidad de cese al fuego, “pero llevando las cosas a futuro”, ofreciendo la herramienta de la Capef a los contratados, comenzando con quienes terminarán contrato en diciembre y comenzando con el caso de E.R. Pero este no será por ahora recontratado. Esa opción iba a “ser considerada por el intendente con su gabinete y cuando tuvieran la decisión nos la iban a comunicar”, dijo Justo Montiel, presidente de Adeyom.
A las 19, Adeyom recibió a los integrantes de la Comisión de Asuntos Laborales de la Junta Departamental. Precisamente, en medio de la reunión --a las 19.25-- sonó el teléfono de Fortunatto. Era el secretario general de la Intendencia, Mario Díaz. Minutos después, Montiel anunció a los ediles “una primicia”, dando a conocer la propuesta. Si Adeyom terminaba con el paro de actividades, el Ejecutivo se comprometía a considerar asuntos de contratados en la Capef, comenzando por E.R.
El tema fue llevado desde las 20 a la asamblea. La desconfianza fue clara y evidente. Prácticamente muy pocos creían en la oferta del Ejecutivo. La mayoría pedía que se considerara rápidamente el caso del trabajador cesado.
Tras propuestas y contrapropuestas, se decidió una tregua para elegir las autoridades internas. No obstante, todo parece indicar que el conflicto está lejos de terminar. Dependerá de las próximas acciones del Ejecutivo. Si el caso de trabajador no tiene una conclusión, no se descarta que “en un par de semanas” el sindicato vuelva a movilizarse. En el polvorín velan las armas. Y se aprestan a su acto democrático anual.