Policiales | 25 Oct La Justicia procesó a un hombre de 32 años que estaba prófugo de la Justicia por venta de drogas, vinculado a la operación “Invasor” llevada a cabo por la Brigada Departamental Antidrogas (BDA) de la Jefatura de Policía de Paysandú, en mayo de 2014. Al notar que era inminente su detención, abandonó el país y se radicó temporalmente en Venezuela. En tanto, al pretender retornar a Uruguay, fue detenido por personal de Interpol en el aeropuerto de Carrasco y conducido detenido a Paysandú.
La banda a la que pertenecía, cuyos integrantes atemorizaban a los ciudadanos de Guichón, era liderada por Francisco Alejandro Arbelo Imbert, alias “Chiquivinqui”, que resultó encarcelado tras la actuación policial.

OPERATIVO INVASOR
En la mañana del 6 de mayo de 2014, una veintena de policías, gran parte de ellos camuflados y con armas de grueso porte, ingresaron a la ciudad de Guichón. Se dirigieron hacia el centro del barrio Sineu en Francisco Almacio entre Dr. Pazos y Wilson Ferreira Aldunate. Los uniformados iban tras “Chiquivinqui”, oriundo del Cerro de Montevideo, quien había sido procesado en 2011 en el operativo “Heze” de la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas en la que fueran decomisados más de 50 kilos de marihuana, automóviles e importantes sumas de dinero; y poseía antecedentes por rapiña y hurto. Al salir en libertad, se había instalado en Guichón donde manejaba un comercio abierto al público las 24 horas, modalidad hasta ese entonces desconocida en dicha ciudad.
El pedido de su detención estaba fundamentado en la paciente labor que la BDA llevaba desde hacía varios meses, con la que se pudo comprobar que efectivamente se encargaba de la venta de droga. Para concretar su negocio, éste contaba con al menos seis colaboradores, llamados “perros” en la jerga delictiva. En esa ocasión inédita, la Policía debió trasladar a los 14 detenidos en un ómnibus contratado para tal fin.
En tanto, los oponentes a su actividad ilícita eran blanco de amenazas telefónicas, daños en sus casas, comercios y la propia comisaría, así como atentados contra viviendas y vehículos perpetrados mediante “bombas molotov”, situación que atemorizaba a toda la ciudad e incluso motivó denuncias de la alcaldesa Lourdes Suárez.
Tras los allanamientos, los policías abandonaron el barrio sin lograr localizar a Joel Sebastián Pinget Perotti, poseedor de antecedentes penales por tenencia de estupefacientes, no para consumo (10/7/2011), que estaba señalado como otro de los responsables de la boca de venta. Asimismo, un familiar dijo a los investigadores que se había ido a Venezuela.

EN EL CARIBE
A una semana del operativo, EL TELEGRAFO dio cuenta que el prófugo mantenía activa su cuenta personal de Facebook, donde compartía fotografías en el Caribe venezolano. Distendido y en clima de “turista”, Pinget Perotti --que era señalado por varios testigos como el vendedor de cocaína de Arbelo Imbert-- subió varias fotos tomadas en playas, bares y con personas de aquel país. Alertado (tal vez) por la difusión de sus publicaciones, dejó de enseñar detalles de su estadía, aunque continuó con su Facebook abierto (es decir, disponible) para todo público.
Recientemente pretendió retornar a nuestro país, ocasión en que fue aprehendido al descender del vuelo. Al pasar por el control de migración y cotejar su identidad con el sistema, se constató que estaba requerido por Interpol. Rápidamente fue detenido y conducido a Paysandú, donde la BDA le tomó declaración.
Finalmente, el juez de Segundo Turno resolvió el procesamiento con prisión de Joel Sebastián Pinget Perotti por un delito de asistencia a la venta o negociación de sustancias estupefacientes.