Paysandú, Jueves 27 de Octubre de 2016
Locales | 22 Oct "La seguridad aguas abajo de la represa está ante todo", afirmó a EL TELEGRAFO el secretario de la delegación uruguaya ante la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, Andrés de la Iglesia. Sobre la decisión tomada por la Comisión Administradora del Río Uruguay, afirmó que "la CARU tomó resolución en ese tema que lo tenía pendiente y no lo tenía resuelto, y es de su jurisdicción".
En cuanto a si consideran que hay una situación de peligro para la represa o es una medida en defensa de los peces, De la Iglesia dijo: "Siempre que se nos pidió opinión decimos que hay un potencial de riesgo. Pero además en casi ninguna represa del mundo se permite ir a pescar al lado, porque es como ir a cazar en un zoológico".
PREFECTURA COINCIDE
EN MIL METROS
De todas maneras, "en la operativa puede hacer riesgos, no solo por la vida de los que están pescando, sino porque si bien acá no pasa nada, pero puede venir un terrorista y poner una bomba. Por eso siempre que nos consultaron dijimos que había riesgos, y que lo razonable son mil metros, y Prefectura ha coincidido con nosotros". Sobre cómo se controlará que no se acerquen, explicó: "Vamos a tener que implementar alguna barrera física conjuntamente con Prefectura, que es la policía del agua, para que se cumpla".
A estar por la información que manejan en Salto Grande, "había una empresa argentina que estaba haciendo esa guía de pesca al lado de la represa --creo que hace unos diez años-- que aparentemente tenía un contrato con la municipalidad y cuando culmine eso, así como la empresa uruguaya que estaba participando, va a tener que atenerse a esas condiciones".
"Ese contrato vence en un par de años, y aparentemente no se pueden alterar los términos y condiciones del contrato. Pero la resolución dice que los primeros dos años va a ser dentro de los 500 metros de la represa, y después tendría que pasar a los 1.000 metros".
PARA EL AÑO QUE VIENE, BOYAS
La resolución de CARU ingresó formalmente el pasado miércoles en la CTM, porque "para el año que viene vamos a tener que presupuestar algunas medidas para poner barreras físicas para evitar que la gente pase a la parte que estará vedada". "Por lo que estuvimos averiguando con Prefectura, hay boyas que se utilizan específicamente para delimitar los pasos. Pero vamos a tener que ver y presupuestarlo, y además con Prefectura porque ellos van a tener que estar allí".
No obstante, recordó que "en el caso uruguayo tenemos un puesto de control de Prefectura que está dentro de los 500 metros pero aguas abajo de la represa. Pero del lado argentino están bien pegados a la presa, por lo que habrá que construir alguna construcción para resguardo y que haya una vigilancia de ambos lados". "Nos parece que definitivamente se tomó una decisión sensata, y nuestra opinión siempre fue que debía ser dentro de los mil metros, y no creo que eso sea una gran dificultad", añadió.
NO SERÍAN MUCHOS
TURISTAS PESCADORES
Consultado si cree que el turismo de pesca se verá afectado, aseguró: "Nunca vi muchas personas pescando en esa parte del río", pero "es posible que haya gente con plata en el mundo que quiera gastarla pescando. Pero probablemente debe haber lugares más lindos que este para ir a pescar. Porque ví algunas notas en que se hablaba de miles de turistas que venían a pescar, pero deberíamos haberlos visto desde la represa y no los vemos todos los días, sino de vez en cuando". Comentó que "pescar ahí es fácil porque cuando el pez va hacia la escala de peces (por donde pasa hasta el lago) se juntan muchos y es fácil pescarlos y en esas condiciones es fácil venderle a un turista que se puede pescar".
No obstante, entiende que "de todos modos aguas abajo de la represa se podrá pescar. He visto gente que ha pescado dorados grandes, de nueve o diez kilos", como en la zona de Salto Chico.
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