Locales | 27 Oct En la Sala “1º de Julio” de EL TELEGRAFO, el médico veterinario Diego Caraballo Vignoles disertará mañana viernes, a las 20.30, sobre tenencia responsable y su relación con perros callejeros, personas y ovejas mordidas, Leishmaniasis y su prevención.
Caraballo se desempeñó durante seis años como profesional de WSPA (Sociedad Mundial de Protección Animal, por sus siglas en inglés) en Uruguay, desde un enfoque en tenencia responsable, bienestar y maltrato de equinos de trabajo. “Trabajamos muchos años con los caballos utilizados en los carros y conocimos la tarea puerta a puerta en los asentamientos”, relató.
Paralelamente, realiza castraciones masivas desde 1999 para diferentes oenegés. “Así recorrimos el país para conocer las realidades de cada departamento. Es de esta forma que nos dimos cuenta de las diferencias con las campañas sanitarias que se realizan ahora, con un enfoque en los medios de comunicación y en los técnicos, pero no así en la gente que está realmente en contacto con la enfermedad”, dijo.
Hace dos años fue convocado por la Facultad de Veterinaria, en la cátedra de Bienestar Animal para brindar charlas sobre el tema. En 2006 se vinculó a la Comisión de Zoonosis y hasta la fecha ha efectuado más de 40.000 castraciones.
Explicó que hay tres factores principales que permitieron que llegara esta enfermedad al país. “Uno es el cambio climático con el aumento de la temperatura, dado que de la misma forma llegó el dengue al continente. Así como por un lado es un mosquito, por otro es un jején sobre el cual nunca se supo desde cuándo está en el país. Según algunos entomólogos, se encuentran en el país desde hace años y otros dicen que vienen bajando desde el norte”, precisó.
Caraballo consignó que “en segundo lugar se ha dado un aumento en el contrabando de perros y el cero control existente por parte de las autoridades, principalmente desde el Ministerio de Ganadería en relación a la región y los primeros casos positivos se constataron en perros que vinieron de Paraguay”.
El tercer punto refiere a que “entre 2010 y 2011 se supo que estaba la enfermedad en el país y esperaron a que aparecieran los casos positivos para comenzar a tomar medidas. Perdieron tres o cuatro años para realizar la prevención y advertir a la gente que hoy no le da importancia al tema”.
Según Caraballo, “esta enfermedad llegó debajo del ala del dengue y por ahí se organizó una campaña para el dengue. Hoy todas las personas saben que no hay que tener agua estancada, pero no tienen idea de lo que deben hacer para combatir la Leishmaniasis. De lo contrario, que hagan una encuesta en la calle para ver la respuesta de la gente”.
El académico concluyó que “tanto el Ministerio de Ganadería como la Cotryba (Comisión Honoraria de Tenencia Responsable y Bienestar Animal) están enfocados en el problema económico, como son los ataques a las ovejas, pero hay que pensar en que hay personas que tienen a sus animales como mascotas. Por eso se debe contemplar a ambas partes”.