Locales | 29 Oct El Banco Central del Uruguay (BCU) resolvió una modificación de las tablas de mortalidad que se utilizan para el cálculo de las rentas vitalicias que pagan las aseguradores y surge del ahorro en las AFAP, que bajarán entre 12 y 15% las futuras pasividades.
El Banco de Seguros del Estado (BSE) solicitó una serie de medidas para solucionar las pérdidas que le generaba el pago de las rentas vitalicias, en tanto es el único participante en el mercado ante el retiro de las aseguradoras privadas. Las tablas de mortalidad se basan en los estudios del Instituto Nacional de Estadísticas correspondientes a 1994 y 1996, sobre las cuales se aplica un recargo del 20%. El BCU, como organismo regulador, notificó los nuevos criterios pero sin brindar detalles, por tanto desde el BSE no se puede medir el impacto de las medidas en sus finanzas ni en las futuras jubilaciones.
“Este sistema mixto fracasó porque uno de sus pilares fundamentales, que es el ahorro individual, tiene muchas dificultades que se manifestaron veinte años después”, dijo a EL TELEGRAFO el director en representación de los trabajadores en el directorio del BPS, Ramón Ruiz.
Explicó que en las últimas dos décadas funcionó “la etapa de acumulación, donde los trabajadores aportan, las AFAP se quedan con la cuarta parte de sus aportes y al resto lo invierten. Con esas inversiones logran rentabilidades o no”. Según Ruiz, “ahora comienza la etapa del retiro y se comienzan a pagar las prestaciones” por tanto “comienzan los problemas en el ahorro individual”.

VARIOS PROBLEMAS
El jerarca del ente previsional detalló que uno de los problemas es la insuficiencia en las prestaciones. “De promedio, las AFAP pagan $4.500, pero algunos trabajadores reciben $2 o $7. Mientras tanto, en el BPS no se paga menos de $9.200 de jubilación, que sabemos es insuficiente y la gente protesta por eso, pero en el sistema privado son mucho más bajas y nadie se queja por eso”, aclaró.
A esto se suma que es un régimen “caro para los trabajadores”, porque, “por ejemplo, Sura Integración le cobra 28% de comisión a los trabajadores, el promedio es de 25% y República AFAP –que es la que cobra menos-- se queda con el 18%”. En tal sentido, reiteró a “aquellos trabajadores que no puedan salir del sistema a informarse en la aseguradora que cobra la menor comisión porque el resultado de su jubilación será mayor y si le cobran más, entonces su pasividad será menor”.
Paralelamente, aclaró que “si en algún momento se lograra la eliminación de las AFAP, las comisiones nunca vendrán al sistema solidario, pero lo que hay en el fondo es lo que retornará. Si el trabajador paga una comisión chica, entonces llegará más dinero cuando se eliminen”.
El tercer problema que enfrenta es que “es caro para el país”. El organismo “resigna mensualmente unos U$S 90 millones, que son los aportes de los trabajadores afiliados a las AFAP. De ese total, U$S 100 millones por año, U$S 260.000 por día, le cobran estas aseguradoras privadas a los trabajadores por administrarles el dinero que era de la seguridad social solidaria, que ahora se encuentra en manos privadas”.

A PÉRDIDA
En la etapa de retiro se observan las pérdidas, por eso “las aseguradoras privadas se retiraron del negocio antes de perder su dinero, al momento de pagar las prestaciones”. Es así que únicamente quedó el BSE, que el año pasado perdió U$S 40 millones, “por eso el sistema privado fracasó porque pierde el Estado”.
Explicó que “cuando el Estado necesita dinero, le pide prestado a las AFAP lo que antes era estatal y ahora es privado. Por eso paga intereses y así rentabiliza el fondo. Como la mayor parte de los intereses son papeles del Estado, resulta que es el Estado el que financia las rentabilidades”. En tal sentido, el sector de los trabajadores “propone una reforma hacia un sistema solidario, universal y sin AFAP y quienes quieren mantener este sistema sugieren ajustes para lograr que el sistema funcione mejor”.
Los ajustes propuestos para evitar mayores pérdidas en el BSE atraviesan modificaciones en las tablas de mortalidad con las que se calculan las jubilaciones por el ahorro privado. “De promedio, a cada una de las edades de retiro con equis expectativa de vida le agregarán dos años más, por lo tanto, cuando vaya a cobrar recibirá aún menos dinero. Como un ejemplo arbitrario decimos que si estaba previsto que recibiera $1.000, con esta nueva tabla cobrará $850, porque se trata de una rebaja entre 11 y 15%”.

REBAJAS
Según Ruiz, las aseguradoras privadas “prometen a los trabajadores que le irá bien con el sistema, pero no les informan que se producirán ajustes que les rebajarán las jubilaciones. Durante la etapa de acumulación les prometen que les darán una jubilación y cuando llega el momento de pagarla, les dicen que hay que hacer algunos cambios y la AFAP no tiene nada que ver”.
Aclaró que “aunque las AFAP no tengan problemas y hagan mucha plata con la seguridad social, no significa que no existan problemas en el sistema de seguridad social”.
Una situación similar se registra en Chile, donde argumentan que “las bajas jubilaciones no son un problema del sistema privado, sino que corresponde a la informalidad y al mercado de trabajo. Justamente, si aplicamos un sistema de seguridad social en un país como Uruguay u otro de América Latina, donde hay altos índices de informalidad, entonces el trabajador no puede ahorrar”. La última modificación en el cálculo de las pasividades se registró en 2012, con una reducción de la tasa de interés técnico de 3 a 1,5%. Dicha medida originó una rebaja del 20% en el monto de las jubilaciones a quienes iban a recibir el beneficio desde esa fecha.
Paralelamente, el BSE reclamó la eliminación del 1,5% del interés técnico que fue rechazado por el BCU. Si esa medida se hubiese cumplido, la reducción de las jubilaciones implicaba otro 20%.
El 11 de noviembre, a las 15, se efectuará una concentración frente a la sede del Ministerio de Economía, con una marcha hacia el BCU, contra las rebajas de las jubilaciones y en reclamo de una solución a los trabajadores perjudicados por las AFAP.