Locales | 30 Oct En una jornada llevada a cabo en el liceo Nº 7, el INAU, junto a la ONG El Paso, planteó la necesidad de una mayor concientización y una más amplia cobertura de la problemática de la explotación sexual en niñas, niños y adolescentes. Los participantes reconocieron que aún queda mucho por hacer al respecto y asentaron que todos los componentes de la sociedad deberían tener más participación en ese sentido, a la vez que reclamaron no victimizar a chicos que se encuentran en extrema vulnerabilidad.
Durante la instancia se apuntó a conversar con integrantes de la Junta Departamental, pero antes habían realizado el mismo planteo frente al Poder Judicial, los fiscales, los defensores de oficio y ante el Ministerio del Interior, especialmente con la Policía comunitaria y la unidad especializada en violencia doméstica.
“En este mismo orden, queremos convocar a los agentes políticos para sensibilizarlos sobre este tema, para que nos ayuden en la detección de los casos y también contar con su apoyo, por ejemplo en la obtención de pasantías laborales para estos adolescentes y así obtener una salida a esta situación de extrema vulnerabilidad que viven. Una salida muy digna, por cierto”, dijo a EL TELEGRAFO Mariela Tagliani, directora del Centro de estudios de derivación del INAU.
Desde 2013, cuando en Paysandú se conformó un equipo especializado para atacar esta problemática y en momentos en que se sumó al trabajo la asociación civil El Paso, “se ha logrado construir un camino”, continuó Tagliani.
A su vez, hizo referencia a los casos notorios que han surgido de explotación sexual en el departamento. “No es que acá hayan más casos, sino que Paysandú es el único departamento, luego de Montevideo, que cuenta con un equipo especializado en esa área. Esto ha permitido que se visualice mucho más y que se pueda abordar y darle el correcto camino para la solución de esta situación. Falta mucho por recorrer, pero estamos en el camino”, añadió.

“MUCHO POR ANDAR”
Por su parte, Fabiana Condon, de El Paso, recalcó que se están “haciendo cosas”, pero queda “mucho por andar”. Habló de instancias de capacitación y de activación de compromisos políticos. “Esto se concreta si nos involucramos más y aceptamos que faltan cosas. Faltan recursos para responder al tema. Algo nos está pasando”, aseveró.
Una ONG como El Paso tiene como tarea desarrollar este tipo de acciones, de sensibilización y capacitación a actores políticos u operadores sociales que tienen algún nivel de responsabilidad de detectar, atender o de perseguir el delito, explicó Condon a EL TELEGRAFO. “Con el INAU venimos acordando instancias de formación y de sensibilización”, aseguró.
“La explotación sexual es una explotación de derechos, un delito que acontece en la comunidad, no dentro de las casas. Las personas que cometen el delito lo hacen a la vista de todos, en las plazas, en las esquinas. No es que no suceda puertas adentro como el abuso intrafamiliar, que muchas veces está vinculado. Solemos poner la responsabilidad sobre los gurises y las familias, y decimos que esa familia promueve la explotación. Es verdad que esto pasa, pero existen esos contextos familiares porque hay respuestas que no han sido atendidas. INAU no es el único actor responsable en este tema. Hay responsabilidad policial, judicial, de la comunidad, de la salud, de la educación, que deben ayudar a detectar y atender el problema”, se explayó Condon.
La psicóloga pidió no estigmatizar a los chicos, sino colocar el foco sobre el delincuente. “Se suele colocar la culpa en los chiquilines. La protección de un niño es responsabilidad de todos, no solo de la familia. No debemos ubicar la responsabilidad en los gurises, sino en quien comete el delito”.