Paysandú, Sábado 05 de Noviembre de 2016
Locales | 03 Nov A mediados de octubre, se detectaron cincos casos de leishmaniasis en Bella Unión y otros dos en una estancia ubicada en la zona de Colonia La Palma. En tanto, autoridades del Ministerio de Salud Pública (MSP) arribaron a la zona para analizar a unos 300 canes residentes en el área. Paralelamente, en Salto se han registrado alrededor de 140 perros positivos de más de 3.700 que fueron estudiados por la cartera.
El médico veterinario de la Comisión de Zoonosis Diego Caraballo Vignoles brindó una charla en la Sala “1º de Julio” de EL TELEGRAFO, basada en tenencia responsable y su relación con perros callejeros, personas y ovejas mordidas, leishmaniasis y su prevención. En tal sentido, opinó que “las políticas institucionales han mejorado, porque se avanzó desde las eutanasias obligatorias a una serie de siete medidas que le dan, a los dueños responsables que se encuentren en condiciones económicas, la posibilidad de otorgarle una chance más a sus mascotas”.
Caraballo consignó que “falta informar a la gente que no lee los diarios y se encuentra en los asentamientos para adoptar las medidas de prevención. Estuvimos en Salto, le preguntamos a la gente sobre leishmania y no sabe lo que es. Mucho menos conoce cómo proteger a su perro, porque de 125 perros que castramos ni uno tenía un collar protector. Hace unos meses esterilizamos a otros 200 perros y tampoco ninguno tenía collar. La forma en que llega la información a la gente no da los resultados esperados”.
CAMPAÑAS DE CASTRACIONES
Las campañas de castraciones “son necesarias para el control de población y no dan los recursos en la Comisión de Zoonosis para castrar todo lo que habría que esterilizar. Nuestro criterio es que en el país se necesitan otros integrantes que colaboren, como las intendencias u oenegés que puedan colaborar con castraciones a bajo costo. Se necesita hacer más intervenciones porque hay una superpoblación de perros, pero únicamente eso no alcanzará para controlar la población canina”.
Caraballo resaltó uno de los aspectos como la tenencia responsable de animales, “porque de nada sirve que yo castre una perra, si el vecino tiró seis perros en el campo. Así también diseminamos focos infecciosos, más allá del maltrato”. Explicó que “tirar un perro en la vía pública es un acto de irresponsabilidad enorme, porque dejamos que al perro lo piquen los flebótomos que diseminarán tanto hidatidosis, leishmaniasis, sarna u enfermedades infecciosas”.
Con la llegada de los microchips obligatorios que se instrumentan a través de la Comisión Honoraria de Tenencia Responsable y Bienestar Animal (Cotryba), “seguramente disminuirá”, en tanto “ya se han colocado aproximadamente 60.000 microchips; lo que no sabemos es si la Cotryba usa esa fuente de datos”, matizó.
“LLEGARON JUNTOS”
El profesional informó que el Aedes Aegypti y el flebótomo “prácticamente llegaron juntos”. Sin embargo, “la gente sabe lo que debe hacer frente al Aedes Aegypti --incluso los niños en las escuelas-- pero nadie sabe qué hacer frente a un caso de leishmania. A mitad de este año, la maestra de mi hijo me pidió que diera una charla sobre Zoonosis y cuando nombré la palabra, no sabían lo que era. Entraron juntos, pero con un vector enseguida se difundió la información hasta en los ómnibus, pero contra la leishmania no vemos nada”. Caraballo sugirió “hacer lo que en facultad conocemos como 'extensión' para llegar a la gente. No se trata de reunirse entre cuatro paredes y largar información en la prensa, sino que la única forma de enfrentar estas enfermedades que pueden afectar a las personas de bajos recursos –inmunodeprimidos y niños desnutridos-- es llegando a esa población”.
Aclaró que si bien no se ha diagnosticado en humanos, es una patología que no tiene cura. “Hay medicaciones que frenan la sintomatología y el desarrollo de la enfermedad, pero se debe saber que si afecta a un perro ya perdimos la batalla. Por eso nuestra apuesta es enseñarle a la gente a la prevención y eso no lo vemos”, añadió.
Incluso propuso la participación de múltiples actores en la concientización. “Para eso están los estudiantes de la Facultad de Veterinaria, el Mides, Policía Comunitaria, entre otras instituciones, que trabajan en forma directa en los barrios que deben prepararse para que vayan casa por casa y participen en las reuniones”.
LA EUTANASIA
Caraballo precisó que la eutanasia se presenta “lamentablemente” como una solución. “No se puede dejar un perro positivo sin tratamiento ni control y que ande en la calle, porque seguirá diseminando esa enfermedad. Es más, la OPS en algunos países ni siquiera plantea las opciones de tratamientos”. En Paraguay, “hay tantos casos positivos y se dieron cuenta de que matarlos no era la solución al problema. Por eso se hacen las eutanasias en los casos donde no hay marcha atrás”. Por su parte, “en Uruguay no hemos llegado a ese volumen de casuística en perros, sino que se hacen los sangrados y cuando dan positivos se identifican a las personas”. El disertante concluyó que “es una enfermedad silenciosa y de lento avance, pero se calculan más de un millón de casos anuales a nivel mundial”.
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