Locales | 03 Nov Paysandú redujo sensiblemente su actividad habitual entre las 12 y 18 del martes, después que el Instituto Nacional de Meteorología (Inumet) hiciera pública una advertencia de color rojo. Todos los organismos y empresas públicas, acatando una resolución de Presidencia de la República, detuvieron su diaria labor, excepto aquellas áreas con tareas específicas en situaciones de emergencia.
Los empleados públicos fueron enviados a sus hogares y las oficinas cerradas, lo que incluyó a la Intendencia Departamental de Paysandú, en todas sus locaciones. Lo mismo ocurrió en los centros de educación que rápidamente acataron la orden oficial, cerrando sus puertas y coordinando la salida de los estudiantes de acuerdo a su edad.
En el área privada, si bien la recomendación de Presidencia fue que también detuvieran toda actividad durante la vigencia de la alerta roja, en general el comercio abrió sus puertas por la tarde. No obstante, sí pudo apreciarse que asistió un número sensiblemente menor de empleados, desde que muchos prefirieron quedarse en casa, acatando precisamente la recomendación oficial. Hubo empero comercios que sí cerraron, colocando carteles indicadores en sus puertas.
Y el centro de la ciudad prácticamente estuvo desierto durante horas, verificándose solamente algunos grupos de personas en los cajeros automáticos, tratando de cobrar sus haberes.
El transporte urbano de pasajeros se mantuvo con actividad normal, entendiéndose desde la empresa la necesidad de mantener el servicio a disposición de la población, precisamente en momentos en que retornaba anticipadamente a sus hogares. El servicio de taxis tampoco se vio resentido.
Fueron seis horas de tensión en la ciudad, pues el mayor peligro indicado por los meteorólogos era la probabilidad de fuertes vientos y probablemente tornado. Desde que no es posible pronosticar con cierto tiempo la ocurrencia de un tornado --solamente una media hora o menos antes--, la alerta puso preocupación en la población.
Paysandú fue uno de seis departamentos bajo alerta roja (además de Artigas, Salto, Rivera, Tacuarembó y Cerro Largo).
De los 11.550 clientes de UTE que el martes sufrieron cortes de energía eléctrica en el país, 934 fueron de Paysandú. En la zona de influencia de Guichón, 634; en Paysandú 226 y en Quebracho 54. Los centros poblados de La Tentación y Las Delicias, debido al derribo de columnas con líneas de transmisión, sufrieron la interrupción del flido eléctrico por algunas horas.
El río Uruguay también aumentó su nivel, llegando a la medianoche a 5,08 metros, creciendo a razón de dos centímetros en la hora. No obstante, si bien el Comité Departamental de Emergencias se mantiene en alerta permanente, se toma en consideración el efecto de la sudestada de las últimas horas, que impide el avance hacia su desembocadura del río Uruguay en un estimado de medio metro.
La represa de Salto Grande estaba evacuando anoche a razón de 14.200 metros cúbicos por segundo, en tanto el nivel promedio del lago era de 35,27 metros. De acuerdo a este nivel, y toda vez que la Comisión Técnica Mixta está tomando las previsiones en cuanto a controlar los grandes volúmenes de agua que están llegando al embalse en las últimas dos semanas, se estima que entre diez y quince días más el río se mantendrá por encima de los cuatro metros. De no mediar grandes cambios en la cuenta media-alta del Uruguay, desde que sí se verifican torrenciales precipitaciones, la situación podría variar. En los modelos de pronóstico a mediano plazo eso no se aprecia.