Paysandú, Martes 08 de Noviembre de 2016
Locales | 07 Nov La educación diferenciada volverá a Paysandú a partir de 2018 de la mano del colegio Los Candiles. Prejuicios a un lado, se trata de una iniciativa “sumamente progresista”, al decir de Elisabeth Vierheller, presidenta de la Asociación Latinoamericana de Centros de Educación Diferenciada en Argentina. Convocada por los padres de esa institución, esta experta en estudios sobre géneros en la educación --tiene una década de investigación al respecto-- llegó a la ciudad para brindar diferentes charlas acerca de esta “novedosa forma de educar” que apunta a fortalecer el rendimiento académico de cada género. Incluso, su último libro dedicado al asunto lo tituló “Nuevo paradigma escolar”.
Vierheller reconoce que en el imaginario del público separar a niños de niñas del aula puede interpretarse como anticuado y retrógrado. Pero, es todo lo contrario, de acuerdo con esta mujer muy locuaz y expresiva. “Esto es algo sumamente progresista, no tiene ningún parecido con una situación que respondía a la necesidad de una época. Antes, el varón era el único que iba a la escuela. Luego la mujer fue conquistando terrenos hasta lograr el voto femenino”.
La educadora indicó que hay ciencia que respalda esto de las aulas diferenciadas. A fines de los años de 1990 surgieron muchas investigaciones “muy buenas”, en especial en los países anglosajones --incluso en educación pública--, que respaldan la teoría de que dividir a los chicos de las chicas mejora los rendimientos académicos de cada cual y el aspecto socioafectivo. Es que esto, después de todo, trata sobre una opción pedagógica, alternativa a la educación mixta.
“Sobre el aula mixta hay un mito que afirma que así se consigue igualdad. Y la verdad es que el varón muchas veces queda desfavorecido. Las pruebas PISA muestran la brecha de género. Según las mediciones de la OCDE, que toman datos de PISA, aseguran que hay un año de diferencia entre los géneros, a favor de la mujer. Los varones quedan atrasados en la escuela porque en el aula mixta no se los motivó. Igual, doy gracias a que existen las aulas mixtas. Por eso nos escolarizamos las mujeres. Esto no es mejor que el aula mixta, es otra forma de agrupar”, se explayó Vierheller.
La experta recalcó que, de forma paradójica, uno de los beneficios que se consiguen con la educación diferenciada es la igualdad y que, incluso, evita el sesgo sexista de la sociedad, que muchas veces suele separar, justamente, por sexo, las profesiones, los cargos y los empleos.
“Esto contribuye a atenuar estereotipos de género. En un aula de solo varones se consigue que se desplieguen mucho más cosas sin la presencia de la mujer. He visto chicos recitando poemas de amor de Shakespeare, que jamás lo harían con una mujer al lado. O chicas ganando cursos de robótica, que siempre han estado relacionados con el varón”.
POTENCIAR HABILIDADES
Según Vierheller, este mecanismo de enseñanza “no tiene nada que ver” con la religión o la moral. Es una cuestión de potenciar las habilidades de chicos y chicas. “Nos damos el lujo de potenciar lo propio del varón y de la mujer en aulas diferenciadas. Diferenciar no es discriminar, esto sería dar trato de inferioridad. Esto no sucede por separarlos en aulas. Estoy diferenciando para potenciar la forma de educarlos e igualarlos en los resultados del otro sexo”.
El asunto de la sociabilización es otro aspecto que se cuestiona con las aulas diferenciadas. Los padres se preocupan porque sus hijos, al no tener “una nena o un nene” al lado en clase, van a tener problemas para vincularse con el otro sexo y con la sociedad en general.
“Les preguntaría qué es socializar para ellos. Ese miedo lo tienen los padres por un prejuicio de no conocer lo que sucede en el aula. Los que estamos dentro sabemos que no por estar uno al lado del otro necesariamente vayan a sociabilizar. El reduccionismo de que se socializa solo si interactúan en el aula mixta es de locos. Socializar es mucho más rico y complejo en el ser humano. Y mucho más hoy que estamos todos mirando el teléfono. Hay que preocuparse por desarrollar todas las habilidades sociales. La principal preocupación es que el hijo sea feliz, no solo en lo académico, sino también lo socioafectivo”.
La educadora llama a una “apertura mental” y a “romper barreras”. “Creo que cuando los padres entienden y observan que hay buenos resultados en otros países, y ven que los exalumnos llevan vidas normales, se animan más”, continuó Vierheller.
MEJOR EN ZONAS DESFAVORECIDAS
Respecto a las clases sociales, “está muy probado que estos sistemas escolares son muy beneficiosos en las zonas desfavorecidas; eso está comprobado y hay muchas investigaciones al respecto”. El rótulo de elitista y de que es para ricos no pegaría en este caso. “Es otro mito”, insistió la experta argentina.
“En Estados Unidos donde más ha crecido el aula diferenciada ha sido en el Bronx y en Harlem del Este, dos barrios periféricos de Nueva York. (La primera dama) Michelle Obama es una gran promotora de esta educación; consiguió sacar una traba de la Constitución (de Estados Unidos) donde se pensaba que esto era discriminar. Y empezaron a crecer exponencialmente las escuelas, sobre todo en entornos desfavorecidos. Con la educación diferenciada se puede conseguir un liderazgo femenino muy fuerte y eso Michelle Obama lo sabe”, añadió.
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