Rurales | 10 Nov El presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), ingeniero agrónomo Federico Stanham, señaló durante el 21° Congreso Mundial de la Carne que los cambios en el consumo de la población china basados en el incremento del poder adquisitivo “continuarán en los próximos años, por lo que la tendencia de crecimiento de las ventas hacia ese país se mantendrá”.
El titular del instituto manifestó que los consumidores se están adaptando a un nuevo producto en sus dietas, presentándose el mercado chino “en crecimiento” para Uruguay. El trabajo agresivo del sector público y privado de nuestro país debe continuar y desarrollar una estrategia que diferencie la producción uruguaya de sus competidores, según opinó.
Sobre el buen acceso de las carnes uruguayas a mercados internacionales, Stanham subrayó que la producción nacional “tiene un producto muy flexible, con acceso a casi todos los mercados principales, donde solamente resta Japón”. Agregó que la tarea está acompañada por un trabajo de los exportadores uruguayos caracterizado por “una gran habilidad y velocidad para adaptarse a la dinámica internacional”, y ejemplificó al recordar que hace una década el principal comprador de carnes era otro país (Rusia).
La Unión Europea, Estados Unidos y Japón también muestran tendencias a comprar carnes alternativas a la vacuna, de manera de lograr una dieta balanceada. “En eso debemos trabajar también”, comentó el jerarca. En los próximos meses se concretará la habilitación de Estados Unidos para colocar carne ovina con hueso, “que generará un cambio beneficioso en las condiciones de generar negocios y es una expectativa interesante”.
Las negociaciones con Japón se encuentran en la fase 9 de 12. “Cuando se haga el dictamen final para vender carne vacuna desosada, madurada, sin hueso, de un país libre de aftosa con vacunación, quedan tres etapas administrativas, por lo que pensamos que en 2017 el proceso terminará”, certificó el presidente del INAC.
En relación con la negociación entre Mercosur y la Unión Europea, expresó que “avanza a paso lento, cumpliendo los cronogramas establecidos. La carne no estaba en la propuesta, pero ambas partes saben que no se puede hablar de un acuerdo de libre comercio si la carne no está presente. En el Mercosur, la carne como negociación es relevante para todos los países. El proceso llevará mucho tiempo y esperemos que se hable de condiciones favorables”, concluyó.

EXPORTACIONES
En 2015 se exportaron 380.000 toneladas de carne vacuna y para 2016 las proyecciones apuntan a un 7% más, promedio que se mantendrá en 2017 debido al crecimiento de China, explicó Federico Stanham. Consideró necesario aumentar la producción para abarcar los más de 130 mercados abiertos y diferenciar aún más el producto para posicionarlo.
Recordó que en 2015 fueron vendidas al exterior 380.000 toneladas de carne vacuna. Las proyecciones para 2016 apuntan a un incremento del 7%. “Estimamos que para 2017 el nivel de exportaciones estará cercano a superar las 400.000, en un país que produce 600.000 y consume 200.000, con un consumo de 60 kilos per cápita”, sostuvo.
Respecto a la perspectiva de largo plazo, indicó que “seguimos apostando a pasar de las 400.000 toneladas de exportación, a un promedio de 4.000 dólares la tonelada, a exportar 500.000 toneladas a un valor promedio de 5.000 dólares”.

ARANCELES
El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, ingeniero agrónomo Tabaré Aguerre, expresó que Uruguay paga un arancel muy alto en carne, del orden de unos 253 millones de dólares. “En China la diferencia que tenemos arancelaria con Australia es 2,5%, pero dentro de 10 años será 12,5%. Si no hacemos algo ahora, estaremos compitiendo contra un 10% que en cualquier negocio es la diferencia entre vivir o morir”, destacó.
Tales expresiones fueron vertidas este miércoles en el Ciclo de desayunos útiles, Somos Uruguay, encuentro que contó con la participación del canciller de la República, Rodolfo Nin Novoa, y el director ejecutivo del Instituto Uruguay XXI, Antonio Carámbula.
“Acá jugamos en equipo porque a los mercados se accede cumpliendo con los atributos de sanidad e inocuidad, después arranca la negociación arancelaria y termina con la diferenciación y certificación. El mundo toma decisiones que trascienden las barreras arancelarias y paraancelarias que pueda poner cualquier gobierno, por eso es importante derribar las barreras mentales. Entonces, debemos comunicar contrarrestando paradigmas seudocientíficos que asocian consumo de carne con un problema, por ejemplo”, acentuó.
Expresó que la clave es llegar directamente al consumidor, tópico que Uruguay debe liderar porque es el único país del mundo que puede asegurar información, trazabilidad y sistemas alimentarios.
El sector explica el 78% de las exportaciones uruguayas, un 9% del PBI, pero esa proporción llega a 23%, con una producción de alimentos para 28 millones de personas con el objetivo de llegar a 50 millones en 2030 y de forma sostenible con el medioambiente.
Dijo que la inserción de productos lácteos tiene a Brasil en el primer lugar de colocación, en arroz el 98% de la producción se exporta, el 20% de la producción citrícola se vende hacia Estados Unidos y el arroz de grano largo de clima templado más valioso del mundo es genética uruguaya con el 100% de certificación de las semillas.
Además recordó que el mundo exige alimentos confiables, calidad, inocuidad, trazabilidad y valor agregado ambiental, lo que agrega valor que permite multiplicar su precio final a través de la diferenciación.
El secretario de Estado basó su disertación en la generación de conciencia agropecuaria y cómo se complementaron las ventajas comparativas con inteligentes ventajas competitivas para posicionar al país de forma internacional.