Paysandú, Domingo 20 de Noviembre de 2016
Rurales | 13 Nov Con un claro objetivo de rentabilidad, pero con una “gran actitud” hacia la innovación tecnológica, la empresa El Cerro abrió las puertas para que técnicos y productores de Uruguay, Brasil y Argentina conocieran el sistema de producción agrícola ganadero y las características de confinamiento. El establecimiento tiene 4.464 hectáreas y más de 4.400 cabezas de ganado casi en forma permanente.
De esa superficie en el departamento de Río Negro, con costas al río homónimo y cercano al río Uruguay, 4.470 son útiles, en tanto 1.802 se destinan a la agricultura y 2.668 son para el pastoreo ganadero, con solo un 8% de proporción de área mejorada.
En el stock actual del sistema de producción de El Cerro, se encuentran 2.293 terneros que cumplen el año en campo natural, 716 terneras de un año en campo natural, 1.018 novillos cuota en el corral de engorde y que serán embarcados antes del 31 de enero, 86 vaquillonas cuota --también en el corral de engorde y a ser embarcadas antes del 31 de enero--, además de 177 ejemplares en el rodeo Angus (en todas las categorías) que están en pasturas mejoradas, 135 animales del rodeo Senepol y Senangus en pasturas mejoradas.
“El área de campo bueno está todo sobre agricultura continua, manteniendo los planes de uso y manejo de suelos que, según el precio del mercado, si es interesante, va para la exportación o si no, queda como alimento del ganado de los feed lots”, expresó a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Álvaro Simeone, quien agregó que el resto del área, que son unas 2.600 hectáreas, es todo campo natural.
El asesor técnico de la empresa sostuvo que “cuando compramos terneros en otoño, no los podemos poner en ese campo natural porque pierden peso. De ahí surgen dos estrategias. Se encierran en un sistema ADT (Alimentación Diferencial del Ternero), para que ejemplares de 150 kilos de peso ganen un kilo por día durante todo el invierno y pasen los 250 kilos, para luego durante la primavera, verano y otoño pastorear en campo natural y que ingresen al feed lot en su segundo invierno”.
La otra forma de trabajo del emprendimiento “es aprovechando los puentes verdes de la agricultura para que sea sostenible”. Recordó que un plan de uso y manejo de suelo sostenible “implica hacer un puente verde, generalmente con avena negra para tener un rápido crecimiento y hacer una cobertura durante todo el invierno para dar lugar a un soja de primera”.
En ese esquema, se pastorean los puentes verdes a una carga de 2,5 animales por hectárea, soportando 4.000 terneros por año en pastoreo. “Cuando llega octubre, el técnico agrícola de la empresa nos indica que tiene que quemar los puentes verdes para plantar la soja y ahí los animales en primavera se van a los campos naturales”, dijo Simeone.
Con esta metodología de trabajo, “hemos logrado vender unos 6.500 novillos cuota 481 por año. De esos, 4.000 son los que se recrían de terneros y los otros 2.500 se compran de novillos y no pisan el pasto, ya que van directamente al corral”.
Para la alimentación en la empresa, “Miguel me dice que utilice todo lo nuevo. Todos los años se evalúa la relación grano-carne, con respecto a esos miles de terneros que se compraron el año anterior”. Aclaró que si la cuenta del corral no cierra, “así como está se venden y no se encierran”. Para eso, explicó que la empresa “no pretende hacer sorgo silero o un sorgo a gran escala, porque ahí se puede tener soja, que es más rentable”.
“Entonces se analiza si se puede tener un feed lot sin fibra larga; ahí se utiliza la información generada por la investigación nacional y además se utiliza retornable fino, que es un aserrín grueso proveniente de UPM, que genera rumen y salivación (la saliva tiene bicarbonato de sodio) y permite mantener el medio ambiente ruminal sano y darle los 10 a 12 kilos de concentrados, sin necesidad de brindarle silo de planta entera”. Ponderó que desde el punto de vista logístico “es fabulososo y económicamente muy bueno, porque el retornable fino es muy barato”.
Otro alimento que se utilizan para el ganado de engorde, es la burlanda de sorgo de Paysandú (DGS). “Negociamos un precio, incorporamos el costo del flete y tenemos DGS, que es un alimento espectacular. Posee fibra muy digestible además de un alto nivel de proteína --que mucho no nos interesa para el engorde-- y tiene grasa que mejora la conversión en el engorde”.
Indicó además que el encierre de terneros se hace todo con autoconsumo. “En otra parte del establecimiento hay 30 comederos de autoconsumo, que serán ahora utilizados el año que viene”, según el experto.
Explicó que como el feed lot tiene una capacidad para 4.500 cabezas y no hay mixer para todos, “se apuesta al autoconsumo de los terneros”, generado a partir de la investigación que el propio Simeone desarrolla hace casi 20 años desde la Unidad de Producción Intensiva de Carne (UPIC).
“Esto se hace con retornable, porque es un alimento seco que se puede comer y no se necesita dar fardo. Esa línea de trabajo tiene una lógica”, acotó. “El hecho de no utilizar fibra larga tiene un factor importante, que es para hacer a la agricultura más sustentable. Dejar la biomasa, los residuos de cosecha, las pajas que queden en el campo para seguir haciendo agricultura continua”.
INFRAESTRUCTURA
Un aspecto que sobresale en este emprendimiento productivo es la importante inversión realizada en infraestructura. “Se invierte porque está en la mira un esquema de riego. Si hay riego, hay energía; si hay energía, debe haber energía barata; para esto se introducen los paneles solares”, indicó Simeone. No había galpón en el corral de engorde, por lo que se hizo uno y se colocaron en su techo paneles solares. “Se contrató un ingeniero industrial que realizó el asesoramiento”, añadió.
EN LOS DETALLES
Para una infraestructura de este tipo, Simeone entiende que se debe estar en todos los detalles. “Un aspecto es el tratamiento de efluentes, porque el feed lot tiene un alto componente contaminante. Es que hay tanta cantidad de ganado que si los residuos no se manejan, irían a un curso de agua permanente que termina en un río; esa materia orgánica consume el oxígeno y ahí los peces se mueren”.
“En el establecimiento El Cerro se hizo un tratamiento que llevó una inversión importante y se cuenta con piletas de decantación, de oxidación y de evaporación, y funciona relativamente bien”, dijo.
Subrayó que “Miguel tiene una frase que es: 'debemos ser el mejor seguidor de las reglas'. Si Dinama tiene reglas, tenemos que seguirlas; no están para discutirlas, están para seguirlas. Lo mismo sucede con los planes de uso y manejo de suelos, no están para discutirlos, están para seguirlos. Si para el desmonte la Dirección Forestal tiene reglas, las seguimos”.
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