NO VENDERÁN COMBUSTIBLE LUNES Y MARTES

Locales | 17 Nov "Esto es una guerra, y debemos prepararnos para eso", se escuchó decir a uno --pero el concepto fue usado por varios-- de los participantes en la asamblea extraordinaria que realizó la Unión de Vendedores de Nafta del Uruguay (Unvenu), donde se ratificó el cierre de los surtidores desde la hora cero del lunes 21 hasta las 24 del martes 22. Si bien la expresión fue de uno de los asambleístas más radicales, daba cuenta de la preocupación de los casi 500 empresarios dueños de estaciones de servicio.
Es que a los problemas de la paramétrica de Ancap, es decir la forma en que se fijan los márgenes de ganancia de las estaciones de venta de combustible, se sumó la ahora postergada decisión de prohibir el efectivo en las estaciones de servicio y solo aceptar tarjetas de crédito o débito. Además, en los últimos días se agregaron a esas dos polémicas medidas, la resolución de Ancap sobre la liberalización del precio para la distribución de combustible y el ajuste en los beneficios de las estaciones de servicio de acuerdo con el volumen de venta que tienen.
La asamblea duró unas dos horas y participaron cientos de asociados de Montevideo y el Interior por medio de las salas virtuales de Antel. En la de Paysandú participaron los estacioneros de Salto, Río Negro y Paysandú, y también se reunieron por regiones en las salas de Antel de Mercedes, Colonia y Minas.
"ES UN ATROPELLO DE ANCAP"
La resolución del ente petrolero, que genera tres franjas de acuerdo al volumen de venta, fue cuestionado en cuanto, según las cifras que se manejaron, afecta directamente la economía de la empresa. Se indicó que mientras las estaciones chicas y medianas recibirán 5,75 pesos por litro de nafta, en el caso de las de ventas mayores a 150.000 litros, el valor de la bonificación por litro pasa a ser de $ 3,57.
No obstante, este no es el mayor problema planteado, sino que aparentemente Ancap también le baja el descuento a los tres sellos distribuidores --Ducsa de la misma Ancap, Exxon con Esso y Petrobras-- de $ 1,15 por litro a $ 1.04. Sin embargo, paralelamente a bajar la bonificación, el proyecto que regiría a partir del 1º de enero de 2017 permitiría a los distribuidores fijar su precio de venta (excepto en el caso de Ducsa, que seguirá siendo fijado por su dueño, Ancap).

MANDARÍAN LOS SELLOS PRIVADOS
Esto preocupa a los estacioneros en cuanto los sellos distribuidores podrán manejar el precio de costo a su antojo, lo que podría reducir los márgenes de ganancia de las estaciones que disponga el sello. Se llegó a comentar "el potencial peligro" de que un sello privado decidiera reducir la cantidad de estaciones que tiene para surtir, y que lo haga por medio del precio, ya que al ser libre puede fijarlo incluso en el precio de venta al público oficial que fija Ancap, y por la vía de los hechos --cero rentabilidad-- esa estación de servicios cerraría.

ARGUMENTAN PÉRDIDA DE CAPITAL
Se habló también de la posibilidad que las estaciones que quieran cambiar de sello distribuidor puedan hacerlo, aunque ese aspecto no está claro en la reglamentación que manejan en Ancap.
Otro de los problemas que mencionó alguno de los asistentes es la afectación que este nuevo sistema puede tener en el valor "llave" de las estaciones de servicio. Hasta ahora (aunque no es un resultado exacto porque depende de otros factores), una media aproximada del valor de una estación se manejaba multiplicando la cantidad de litros de venta por el precio de la nafta (U$S 1,45 aprox), luego se multiplicaba la cifra por 3, por lo que una estación que vendía 100.000 litros mensuales tendría un valor "llave" de casi medio millón de dólares.
Según se afirmó, al no haber una certeza del precio de costo de la nafta en el caso de los sellos distribuidores privados, ya no habría un precio medio para una estación, dado que su rentabilidad puede cambiar en cualquier momento, por lo que el capital que representa una estación para su dueño dejaría de ser una cifra más o menos clara.

PASAR AL AUTOSERVICIO
Otra de las alternativas propuestas fue que si baja la rentabilidad de la estación, deberán bajar los costos, particularmente en los salarios. De esta manera, se escuchó la propuesta de disminuir el número de empleados en la pista de atención y despacho, pasando al sistema de autoservicio, por el cual cada cliente utilizaría la manguera de los surtidores para poner combustible en su tanque y después ingresaría a la oficina a pagar su carga.
Los asambleístas resolvieron publicitar la situación por la que están pasando, y explicar a sus clientes la razón del paro del lunes y martes, mientras la directiva de Unvenu continúa sus negociaciones con el gobierno.