Paysandú, Martes 22 de Noviembre de 2016
Locales | 15 Nov En el Hospital Escuela del Litoral “Galán y Rocha”, el 88% de los teléfonos celulares del personal de Block Quirúrgico, lo mismo que el 75% de Fisioterapia y el 71% de Cirugía de Mujeres (donde existen además carencias edilicias) están contaminados con agentes patógenos oportunistas. Así lo determinó un estudio realizado por docentes y estudiantes de la Escuela Universitaria de Tecnología Médica (EUTM), el Hospital Escuela del Litoral y la Universidad de la República (UdelaR).
Los agentes patógenos oportunistas son organismos que existen en forma inofensiva formando parte del ambiente del cuerpo humano y no se convierten en una amenaza para la salud hasta que fracasa el sistema inmunitario corporal. Es la introducción de un agente biológico externo como los virus, hongos o bacterias. Por esa razón, sorprendió a quienes realizaron el estudio los niveles en los mencionados servicios.
Realizaron el estudio Elizabeth Tealdi, Belén Maidana, Ana Francia, Andreína Guarino, Alejandra Álvarez, Analía Cocchiararo, Pamela Merello, Mariana Rocha, Patricia Paulsen y Valentina Quintana. Se autodenominaron “Las Lecrercias”, en alusión a la leclercia adecarboxylata, una bacteria descubierta y descrita por Lecler en 1962, que fue encontrada en celulares del personal del CTI.
El grupo investigador partió de la comprobación “de la utilización excesiva en lugares de trabajo, específicamente en ámbitos de la salud”. A partir de eso, “se unieron las disciplinas de Enfermería, Imagenología y Laboratorio, con ASSE y la Universidad de la República”.
El estudio, definido como “la punta del ovillo”, es “el primero en Uruguay y en Latinoamérica. Los que existen, fueron realizados en Turquía”. Pero en la región “no hay información acerca del uso de teléfonos celulares” en espacios laborales de salud.
El estudio fue realizado en el 12% del personal del Hospital Escuela del Litoral, en 21 servicios. Se realizaron 110 encuestas y muestras de un total de 900 funcionarios. Si la muestra fuera considerada de manera global, en términos estadísticos, para un 95% de confianza, ante el número de casos, debe considerarse una posibilidad del 8% de error en más o en menos, en lo que se refiere a las preguntas que cada participante debió responder (Netquest). No obstante, en lo que refiere al análisis de laboratorio, se desprende que no hay prácticamente margen de error.
No se siguió un método científico de encuesta, en la medida en que no se dividió a los encuestados en servicios, horarios, edad, sexo u otras variables. Como se indicó, “es un humilde trabajo, que aspira a ser el comienzo de otros”.
La encuesta se realizó de manera aleatoria, en turnos diferentes. El equipo de investigadoras llegaba a un servicio y solicitaba a los funcionarios presentes su colaboración. Se les realizó una encuesta y se tomaron muestras de toda la superficie del celular que estaba en contacto con la mano, táctil, botones, estuches, siliconas. La muestra se colocaba en un caldo de cultivo durante 24 horas y era posteriormente analizada.
EL COMPORTAMIENTO EN EL USO DEL CELULAR
El 44% de los encuestados dijo que utiliza “habitualmente” el celular en ámbitos laborales de salud. El 33% dijo que lo hace “algunas veces”, un 15% aceptó que lo usa “siempre” y un 12% afirma que “nunca”. Si se suman las respuestas “habitualmente” y “siempre”, se obtiene que el 59% hace un intenso uso del teléfono celular mientras cumple funciones en alguno de los servicios del Hospital Escuela del Litoral.
A la pregunta sobre si considera necesario el uso del celular en el lugar de trabajo, el 61% afirmó que sí, que es “necesario”. El 24% indicó que es “muy necesario” y solamente el 15% dijo que es “innecesario”. Si se consideran las dos primeras respuestas, el 85% de los funcionarios entiende como imprescindible usarlo en el ámbito laboral. Pese a eso, el 61% acepta que el uso del celular en el trabajo es “una distracción”. El 39%, en cambio, cree que no lo distrae.
Solamente el 4% desinfecta “siempre” el teléfono celular antes de retirarse a su domicilio. En contraste, el 60% “nunca” lo desinfecta. El 30% lo hace “algunas veces” y el 6% “habitualmente”.
Prácticamente el global del funcionariado cree que se hace necesario establecer un protocolo de uso del teléfono celular mientras se trabaja. El 95% indicó que está de acuerdo, con un contraste de solamente el 5% que no cree que se deba establecer un protocolo.
QUÉ CONTAMINACIÓN SE ENCONTRÓ
Los análisis bacteriológicos realizados determinaron que el 61% de lo encontrado responde a la flora habitual del ambiente y de la mano, en tanto el 39% estuvo relacionada con flora parcialmente patógena.
Por frecuencia de aparición de los grupos patógenos, los contaminantes ambientales fueron encontrados en el 46% de los casos, los contaminantes oportunistas en el 45% y la flora nasal/piel en un 36%. El porcentaje es superior al 100% porque en varios casos se encontraron más de un grupo en un mismo celular.
La patogenicidad (capacidad de los microbios para producir enfermedad en huéspedes susceptibles) por servicio, en lo que refiere a los patógenos oportunistas, se encontraron en el 88% de los teléfonos celulares del personal de Block Quirúrgico. También en el 75% de Fisioterapia y en el 71% de Cirugía de Mujeres, aunque en este último caso se citó que hay problemas edilicios.
En el otro extremo, no se encontraron patógenos oportunistas en Maternidad. En Medicina, el porcentaje encontrado en teléfonos celulares de funcionarios fue del 17%, en Cirugía de Hombres del 20% y en Ginecología del 33%.
En su mayoría, se encontraron enterococcus que pueden causar diferentes enfermedades, tales como endocarditis, bacteriemias enterocóccicas, infecciones del tracto urinario, neonatales, intrabdominal y pélvica. A pesar de su baja virulencia, ha crecido su importancia como patógenos nosocomiales.
En segundo lugar, coliformes, bacteria que se encuentra en grandes cantidades en los intestinos de las personas y los animales de sangre caliente. Algunas cepas pueden causar enfermedades.
NO HAY PROTOCOLO DE USO
El uso de teléfonos celulares durante el horario de trabajo no está restringido en ningún caso, ni siquiera en aquellos servicios de alta complejidad. Tampoco hay protocolo de desinfección. Asimismo, debe considerarse que en un ámbito intrahospitalario, los teléfonos celulares de pacientes y de acompañantes también podrían tener grados de contaminación bacterial similar.
Se propone la creación de un grupo multidisciplinario, integrado por ASSE, UdelaR y sindicatos para comenzar a trabajar en la posible redacción de protocolos para determinar a futuro cómo proceder con el uso de teléfonos celulares durante los turnos de los trabajadores de la salud.
CÓMO DESINFECTAR EL CELULAR
Los especialistas aconsejan diluir alcohol isoprolílico en agua destilada y con un paño limpio proceder a limpiar toda la superficie del teléfono celular. Los microorganismos no sobreviven a esos niveles de pH. De todas maneras, el uso frecuente de estos productos, a largo plazo, puede provocar un desgaste considerable en la superficie, debido al recubrimiento especial que ayuda a minimizar las suciedades y grasas que se adhieren al teléfono.
Por otra parte, un cargador para celulares (de tipo universal) mediante el uso de rayos ultravioletas desinfecta el dispositivo, al mismo tiempo que lo carga. Se denomina PhoneSoap y su costo varía entre 60 y 90 dólares.
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