Policiales | 22 Nov Pese a los esfuerzos realizados por el veterinario Germán Matosas e integrantes de la organización Amigos de los Animales, nada pudo cambiar la triste suerte de dos potrillos que fueron atacados por perros hasta la muerte. El lastimoso hecho ocurrió en un baldío ubicado detrás del complejo deportivo Irene Sosa, lugar al que no se accede fácilmente ya que ahí ha crecido un pajonal.
Los animales con pocos días de nacidos fueron encontrados salvajemente heridos. “Cuando llegué al lugar, uno, que estaba con los intestinos para afuera, estaba sin vida. En cuanto al otro, un muchacho que ayuda con el tema de los caballos lo pudo subir a la camioneta y lo atendí en la sede. Pero también estaba muy grave y murió. Estaban muy mordidos, las yeguas estaban ahí pero todos atados y hasta maneados para que no se vayan de ahí”, sostuvo Matosas.
“Ese no es un lugar para tener ese tipo de animales. Hay como una bajadita y un bañado. Se ve que los potrillos salieron corriendo y se metieron ahí en el barro y las yeguas no pudieron defenderlos”, agregó. Más allá de la situación, el veterinario precisó la preocupación por “la gente que dejó estos animales en esas condiciones, deben tenerlos más cerca de la casa, más aún si hay potrillos”.
“Es preciso responsabilidad, sobre todo de no dejar los caballos al límite de que cualquiera que pase, sea un perro o una persona, los maltrate. Uno puede decir que la culpa es de los perros asesinos, pero la responsabilidad es de quien los dejó ahí en un lugar y condiciones que no se debe. Las piolas que tenían eran cuerdas de nylon reatadas unas de otras, ni siquiera algo decente para tenerlos más o menos bien”, mencionó.
Además de Matosas y la organización Amigos de los Animales, se hizo presente personal policial, que labraron acta de lo ocurrido. En tanto, Matosas, dijo que poco después apareció una señora en busca de la potranca muerta, enterándose en ese momento de lo acontecido.