Locales | 26 Nov Desde plaza Constitución partió la marcha enmarcada en el Día de Lucha contra la violencia hacia la mujer, con la participación de instituciones estatales y organizaciones civiles que llevan adelante actividades de educación y sensibilización a nivel departamental, donde el lazo violeta convocó a denunciar un flagelo que en Uruguay se lleva la vida de una mujer cada 13 días.
Algunos referentes de riguroso negro, en señal de luto por las muertes, y un grupo de voluntarios con buzos naranja se instalaron en la esquina de 18 de Julio y Zorrilla para entregar folletería con información basada en los servicios de atención existentes en Paysandú. Al ingreso de este espacio, la Unidad de Género, Generaciones y Derechos Humanos de la intendencia colocó 28 sillas vacías que “representan a las mujeres muertas en el país y a siete niños y niñas víctimas de la violencia machista”, informó la encargada del servicio, Mariela Coiro.
Sin embargo, el colectivo Manos Púrpura organizó la marcha de las novias “para cambiar la perspectiva desde el principio. Nos manifestamos contra una ceremonia sexista y machista, que implica vestirse de novia, caminar hasta el altar y que un hombre entregue a una mujer otro hombre para transformar el hecho en una cosificación de la mujer”, señaló a EL TELEGRAFO, la referente del grupo Lucía Pereira. Explicó que “no nos vestimos de negro porque nuestra mirada es desde la vida, con otro enfoque en el discurso, si bien reconocemos una alta tasa de feminicidios”. La marcha continuó hasta Dr. De Herrera, de allí a Sarandí y finalizó en el Palacio Municipal, donde la Junta Departamental realizó una sesión especial.

PREVENCIÓN
El grupo que nuclea a activistas por la diversidad sexual finalizará este año en su local instalado en el rincón de avenida Brasil y con actividades de sensibilización y prevención del VIH. “En el interior del departamento hubo muertes a causa del VIH y por estos casos concurriremos en diciembre a Tambores, donde murió un joven que no había sido diagnosticado con esta enfermedad. La idea es repartir folletería informativa y realizar test rápidos”, agregó.
“Además planeamos un trabajo de sensibilización con personal que se desempeña en dependencias de Enfermedades de Transmisión Sexual porque allí no entregan preservativos como corresponde y se dificulta el acceso a las trabajadoras sexuales y trans, quienes deben concurrir a un lugar y horario específico. Estas personas hacen horarios nocturnos y la atención es muy temprana. Tampoco dan suficientes preservativos, sino que tienen la orden de entregar una determinada cantidad --son 30 y dan 15--”, explicó Pereira.