Locales | 26 Nov “Esta vez pedimos por Cruz Roja (Paysandú), pedimos vuestra credibilidad; años de trabajo juntos para Paysandú avalan lo que hacemos y cómo lo hacemos, con dedicación y transparencia”, dijo Mary Shulz, presidenta de Cruz Roja Paysandú.
“Pedimos que nos sigan creyendo, estamos luchando denodadamente por salir de esta situación y vamos a salir mucho más fuertes y unidos”, expresó la presidenta del Instituto Canadá de Rehabilitación, Graciela Estefanell. Las dos instituciones realizaron una conferencia de prensa para “hacer algunas aclaraciones ante comentarios que han corrido en Paysandú”.
Como fuera informado, el Instituto Canadá de Rehabilitación cerró su ciclo 2016 un mes antes de lo planificado, a mediados de este mes. Esa decisión fue motivada porque “al 31 de octubre vencieron los certificados del BPS necesarios para poder recibir el dinero de los pacientes que reciben la rehabilitación a través de su pensión por discapacidad, que suman el 50% de los 80 que se atienden en el instituto”, explicó el coordinador Raúl Urivsky.
Al no contar con esos fondos, “no podemos funcionar con normalidad, no solamente con el aporte del resto de los pacientes, particulares”, agregó. “Independientemente del cierre anticipado, la reapertura se mantiene, como siempre, para el mes de febrero”, subrayó.
Cruz Roja Uruguaya mantiene una deuda con el BPS y esa es la razón por la que no fue posible renovar el convenio por el que el prestador de la previsión social transfiere fondos de aquellos pensionados por discapacidad que se atienden en el Canadá.
La deuda tendría su origen en el incumplimiento de los aportes personales de los trabajadores en la Escuela Nacional de Enfermería. Con la DGI también hay problemas, desde que para acceder a exoneraciones se debe comprobar estar al día con el BPS.
“Si la cabeza, Montevideo, tiene dificultades, estas nos rozan, limitando nuestra labor”, agregó Shulz. “Cruz Roja tiene una personería jurídica para todo el país”, indicó la tesorera de Cruz Roja Paysandú, Carolina Cibils. Por esa razón, la deuda generada en Montevideo afecta a las filiales.
No obstante, “cada filial es económicamente autónoma” y, en el caso de Paysandú, “nuestra contabilidad está en perfecto orden, avalada por profesionales”, dijo Cibils. Y subrayó que “con la deuda, los problemas que hay en Montevideo, no tenemos absolutamente nada que ver. Todas nuestras cuentas están al día, todos nuestros aportes también. Pero al tener la misma personería jurídica, nos afecta todo lo que está pasando”.
El 20 de octubre el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) decidió la intervención de Cruz Roja Uruguaya, por seis meses (hasta el 20 de marzo), prorrogables. Como interventores designó a la doctora Andrea Medina Welker, la técnica en administración Elena Clavell y el economista Héctor Bouzón.
Para hacer frente a “obligaciones pendientes” porque “nos hemos quedado sin efectivo”, se ha lanzado “un bono colaboración de 250 pesos, con un premio de 250.000 pesos, que se sorteará con la lotería de fin de año”, el 30 de diciembre, explicó Urivsky.
“Cruz Roja siempre tuvo una gran credibilidad en Paysandú; en estos momentos nos sentimos sumamente fuertes para seguir en el mismo camino que se ha transitado durante tantos años. El pueblo puede sentirse absolutamente seguro de que las cosas se están haciendo lo mejor posible”, dijo Aníbal Turrión, vicepresidente del Instituto Canadá. Informó que en los últimos días mantuvieron una reunión “con el grupo de interventores en Montevideo” pero que “desconocen totalmente cuáles son los motivos porque se intervino Cruz Roja Uruguaya, porque no fue comentado en ningún momento por los interventores”.
De todas maneras, en la resolución del MEC quedó claro que fue ante denuncia de Juan Carlos Gómez, Rossina Fontana y Ximena Pardo, basados en “la ilegitimidad del acto eleccionario y la contravención de los estatutos durante la gestión social”. Asimismo se encontraron “presuntas irregularidades, denunciadas por distintas filiales del Interior, incluso respecto de las donaciones efectuadas a favor de la ciudad de Dolores a raíz del acontecimiento climático sufrido, las que se denuncian como no aportadas”.
“Nos sentimos con una enorme tristeza y queremos pedirle a Paysandú la ayuda económica que en este momento estamos precisando. Porque nos vemos involucrados en algo que no podemos solucionar y con lo que no tenemos absolutamente nada que ver. No los vamos a defraudar, estamos haciendo las cosas muy bien”, resumió Cibils.