Rurales | 28 Nov Las precipitaciones registradas en la jornada del sábado en gran parte de la región fueron sumamente beneficiosas para el sector agropecuario, tanto para quienes poseen pasturas naturales, como para los lecheros, granjeros y el sector agrícola, que había detenido la siembra de cultivos de verano a causa de la falta de agua en los campos.
Técnicos consultados por EL TELEGRAFO habían advertido días atrás que de no registrarse lluvias en los próximos días, complicaría la zafra de verano, teniendo en cuenta la falta de agua en el suelo, y que “la ocurrencia semanas atrás de períodos de lluvias por manga” había determinado que muchas zonas no recibieran precipitaciones desde hace varias semanas.
Para quienes aún no habían terminado de cosechar o aguardaban algunos días para hacerlo, tampoco representa inconvenientes, “apenas un atraso de algunos días”, porque sostienen que el agua era necesaria de todas maneras.
El ingeniero agrónomo Edgardo Nasta había indicado días atrás que “sería muy beneficioso que se registren lluvias de 20, 30 a 40 milímetros que permitan asegurar las siembras de soja que se hicieron en los últimos días, y en muchos casos, retomar la siembra que se había visto cortada por la falta de humedad en el suelo”.
En la zona Arroyo Negro fueron 70 milímetros, en La Tentación 60, Guaviyú, kilómetro 122 de Ruta 26 y en Esperanza 55, Arroyo Malo 54, Estación de Meteorología de Paysandú 53, Guarapirú, 50, Buricayupí 48, Piñera 35 y Santa Blanca 34.
Los productores que aportaron la información de registros pluviométricos indicaron que la generalidad fue de vientos fuertes y corte de energía eléctrica, pero no reportaron daños de entidad.

COSECHA
Recordemos que la cosecha de trigo y cebada lleva mayor avance en el Norte del país, con buenos resultados primarios en calidad y rendimiento. En chacras ya cosechadas del norte de Paysandú y algunas zonas del departamento de Salto, se han registrado productividades por encima de 3.500 kilos por hectárea de trigo. Se vienen obteniendo trigos con pH de entre 80-81 y con buenos valores de proteína, estimándose que el promedio va a rondar los 3.500 kilos por hectárea, aunque también hay chacras de 4.300 kg/há de rendimiento y 81 de pH.
Se debe tener en cuenta que el trigo viene con buen avance, estimándose en el entorno de 40% en la zona de Paysandú, con rendimientos en el entorno de 4.000 kilos por há. En el sur la cosecha de trigo avanza de forma más lenta, observándose mayor avance en la cebada.
Por ejemplo, en la zona de Ombúes de Lavalle, los trigos cosechados hasta ahora son los de siembra temprana. Los rindes van entre 4.000 y 5.000 kilos por hectárea, con pH arriba de 80, buen nivel de humedad, y proteína entre 10% y 11,5%.
Los rendimientos en cebada son buenos y muy buenos merced a esta primavera seca y la prolongación del ciclo del cultivo que redunda hoy en buenos rendimientos que, en varios casos, superan los 4.000 kilos por hectárea, aunque “se han dado excepciones de 6.000 a 6.500 kilos, sobre todo en cebada”, dijo Nasta días atrás.
En la medida que las condiciones climáticas lo permitan se espera un fuerte avance de cosecha en las próximas semanas.

DESCARGA
El gran cuello de botella de la presente zafra de invierno ha sido los diferentes contratiempos ocasionados en la logística de las plantas de silos, agudizado por la decisión de Maltería de que se realice el muestreo de calidad del grano exclusivamente en la planta de Miryn, ubicada en Ruta 3 y Avenida de las Américas. Hasta la tarde del pasado sábado, centenares de camiones aguardaban para ingresar a efectuar ese procedimiento –que durante años lo realizaba cada planta--, con grandes demoras para los transportistas, que además de hacer cola allí, luego lo deben hacer en la que deben descargar la cebada. Las expectativas están en que para martes o miércoles, cuando se reanude la trilla, el mecanismo sea más ágil, atendiendo a que no habría más colas a causa de la detención de cosecha por las lluvias, y por consiguiente no quedarían camiones para efectuar el muestreo.