MUERTE DE FIDEL CASTRO

Nacionales | 27 Nov Desde España, donde recibió la noticia de la muerte de Fidel Castro, el presidente Tabaré Vázquez dijo a Radio Uruguay que sintió “sorpresa, dolor y pena”. Sobre la figura de Castro, aseguró que ha sido reconocido “en todo momento por líderes políticos de cualquier color y dimensión en todo el mundo” y que fue un hombre que “trascendió largamente su país, su revolución y se hizo una figura universal”. “Creemos que con él se va uno de los grandes ideólogos y pensadores de una revolución socialista”, agregó el presidente desde Madrid, donde se encuentra de gira.
Señaló también que el vicepresidente Raúl Sendic será quien representará al gobierno durante las exequias de Castro y que él viajará luego a alguno de los homenajes que se le realizarán en La Habana. Temprano en la mañana, Vázquez había enviado sus condolencias al gobierno, la familia de Castro y el pueblo cubano, y decretó duelo oficial para hoy, por lo que la bandera nacional permanecerá a media asta en todos los edificios públicos, cuarteles, fortalezas, bases aéreas, buques de guerra, embajadas y representaciones en el exterior.
Por su parte, la presidencia de la Asamblea General emitió un comunicado en el que “expresa su hondo pesar al pueblo cubano por el reciente fallecimiento del comandante Fidel Castro”.

SANGUINETTI Y CASTRO COMO PARTE DE LA GUERRA FRÍA
El expresidente Julio María Sanguinetti también recordó ayer la figura del líder cubano Fidel Castro. “Fue el líder de una revolución contra la dictadura de (Fulgencio) Batista que concitó enormes expectativas y empatía. Desgraciadamente, luego no fue así y una revolución que se suponía era de libertad terminó en una dictadura marxista, comunista”, dijo.
“Castro intentó exportar la revolución al resto de América Latina y eso fue muy duro. Fue parte de la guerra fría. Cuba y Rusia alentaban guerrillas y del otro lado se alentaron golpes de Estado”, añadió el exmandatario colorado.
Sanguinetti recordó que Castro estaba “hasta el último día en contra de cualquier cambio”. “Estábamos en las antípodas. Un día me dijo: 'Tú eres mi conservador predilecto'. Pero Fidel, ¿yo conservador y tú que has conservado 50 años el poder qué eres?'”, contó Sanguinetti en rueda de prensa.
Consultado sobre si la muerte del líder cubano puede impulsar un cambio en las relaciones de la isla con Estados Unidos y el resto de América Latina, Sanguinetti mostró cautela. “Fidel ya no era el poder hace años. El poder es Raúl (Castro), que es un poco más pragmático, pero creo que los dos Castro simbolizaban la permanencia del sistema”, dijo.
“Hoy Cuba tiene la necesidad de una apertura, porque vivió alimentada de Rusia y cuando se cayó la Unión Soviética apareció Venezuela. Si hoy se cayera Venezuela y su petróleo, Cuba no resiste. (...) Los cambios van a ser más lentos de lo que parece, pero ojalá sigan. Ya ha empezado un nuevo tiempo”, concluyó.

A LA ALTURA DE DON QUIJOTE, SEGÚN MUJICA
El expresidente y senador del MPP pidió que el juicio histórico se realice en la globalidad del proceso político de Fidel Castro. José Mujica dijo en declaraciones a los canales 4 y VTV que Fidel tiene “estatura de Quijote” y es un personaje “con detractores y enamorados”.
También lo recordó como un hombre con “coraje de decisión y capacidad de resistencia” hacia su enemigo político: Estados Unidos. “En el momento, lo más importante es darse cuenta de que fue alguien que vivió como pensaba, vivió para lo que pensaba y tensionó toda su fuerza y existencia atrás de eso. Naturalmente, como cualquier hombre grande, es hijo de los dramas y le tocó vivir las contradicciones de su tiempo”, subrayó el exmandatario.
“Lo peor que existe en materia de juicio histórico es ese criterio fotográfico que ve momentos y no ve el proceso, la película y lo que era la historia en 1960, lo que se debatía en el mundo, las contradicciones que existían. Es la única manera de poder ubicar a un personaje de esta talla”.
“Hay en Fidel y con él en una parte muy importante del pueblo cubano una estatura de Quijote, porque le tocó vivir un largo período de su historia desafiando a la primera potencia mundial, que la tenía enfrente. No es problema sencillo tener coraje de decisión y capacidad de resistencia como para un dilema de esa época”, destacó el senador.

NUNCA ESTUVO EN PAYSANDÚ
A cinco meses de haber triunfado la revolución en la isla, el 3 de mayo de 1959, Fidel Castro llegó por primera vez a Uruguay, donde estuvo por 48 horas. El líder de la revolución cubana llegó a un Uruguay devastado por las inundaciones de abril de 1959. Dentro de su agenda, estaba prevista una recorrida por las zonas inundadas, entre ellas Paysandú, pero no le dio el tiempo y nunca pisó suelo sanducero. Sí pudo volar, en un aparato de la Fuerza Aérea, hasta Paso de los Toros, “a fin de conocer uno de los sectores afectados por las recientes inundaciones”, según reflejó EL TELEGRAFO en su edición del 5 de mayo de 1959. En esa instancia, el líder cubano entregó un cheque por valor de 20.000 dólares para los damnificados. La segunda visita de Castro fue en 1995 --en la segunda presidencia de Julio María Sanguinetti--, cuando recibió las llaves de Montevideo de manos del intendente Mariano Arana y visitó el Palacio Legislativo.

PARTIDO COMUNISTA EXALTÓ LA FIGURA DEL LÍDER DE LA REVOLUCIÓN
El Comité Ejecutivo Nacional del Partido Comunista de Uruguay (PCU) exaltó ayer la figura del líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, tras conocerse su fallecimiento en La Habana. En una declaración, la organización política valoró a Fidel Castro como “el más cubano de todos los cubanos, junto con (José) Martí” y envió al presidente Raúl Castro, al Comité Central del Partido Comunista de Cuba y al “pueblo hermano” de la isla caribeña “solidaridad, respeto y también nuestro dolor compartido”. “Fidel hizo una contribución fundamental para poner la dignidad y la esperanza de vuestro pueblo a un nivel superior y con vuestra revolución, nos hizo más libres a todos”, señala el texto. El documento expresó que Fidel y Cuba son solidaridad internacionalista con todos y cada uno de los pueblos latinoamericanos, “en las horas más oscuras y en las más luminosas”, y fueron referencia de resistencia y refugio “en las horas terribles del fascismo en nuestra América”.