Locales | 28 Nov Las fuertes lluvias y los vientos huracanados del sábado dejaron un tendal de árboles caídos, techos volados y destrozos en el alumbrado público y en el tendido eléctrico de la ciudad. Con la llegada de la noche y el amanecer del domingo, la calma le sucedió a la tormenta. En el balance tras el golpe climático, el Comité Departamental de Emergencias (Cecoed) informó que todas las calles que habían quedado obstruidas por ramas de árboles quedaron liberadas y que hasta ayer por la mañana quedaban 300 familias sin luz. Además, no hubo que lamentar fallecimientos ni personas lesionadas.
“Tuvimos un total de 28 denuncias por árboles caídos y en el relevamiento aparecieron otros; de todos modos, se liberaron todas las calles obstruidas por los árboles. Está despejada toda la ciudad”, dijo a EL TELEGRAFO Eduardo Américo, presidente interino del Cecoed. Los árboles que restan remover se encuentran dentro de casas privadas o aquellos donde debe actuar UTE o Alumbrado Público, donde las ramas han enredado cables eléctricos.
“Hubo lugares donde se tuvo que cortar la energía eléctrica para evitar el riesgo a la población y para poder hacer la tarea, más allá de los que no tienen energía por la propia tormenta”, explicó Américo. Según Mario Costa, representante de UTE en el Cecoed, hasta ayer por la mañana unos 300 usuarios estaban aún sin energía eléctrica, aunque “se iban restableciendo con el correr de las horas”.
Se pusieron en circulación seis camiones de la intendencia. Aparte de las direcciones de Vialidad y Servicios del gobierno departamental, tomaron parte de las labores el Ejército y Bomberos, con su camión elevador. “Fue una tarea muy compacta de todo el comité de emergencia”, enfatizó Américo. En la zona de la costanera sacaron cuatro camiones llenos de residuos tras el temporal.
El titular del Cecoed indicó que el trabajo de emergencia se hizo el sábado por la noche y ayer temprano, y que ahora comienza la etapa de “hilar fino”. “Ya se cortaron troncos, se levantaron ramas pesadas, se levantaron los techos que fueron volados. Ahora viene la tarea de limpieza más fina a partir de la próxima madrugada”, aseveró.
El índice de lluvia en la ciudad de Paysandú resultó ser de 53 milímetros y el máximo, en el departamento, fue de 85 en Quebracho. “Como estaba establecido en el alerta, en el total acumulado iba a rondar entre 50 y 100 milímetros. De acuerdo con el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet), el pronóstico es de una mejoría gradual de aquí a mañana, por lo que no se prevén nuevas inclemencias climáticas”, subrayó Américo.
En el interior departamental, la alcaldesa de Guichón, Lourdes Suárez, informó al Cecoed que pueblos al este de esa localidad, como Algorta, Merinos y Piñera, se encontraban sin agua y sin luz debido a que se había afectado el tendido eléctrico. El encargado de OSE, Víctor Cestau, afirmó que enviaron camiones cisterna mientras se hacía la reparación. En El Eucalipto y otras áreas de la ruta 26, también se registró algún daño, señaló Américo. Recordó que en caso de que persistan problemas relacionados con UTE, se debe llamar al 0800 1930; y si los inconvenientes están vinculados con Antel, reportarse al 121. De cualquier modo y ante la intensidad de las lluvias y el viento del sábado, lo positivo ha sido que no se debió lamentar víctimas. “Lo más importante es el hecho de no tener que lamentar vidas humanas ni lesionados. Todos los daños del espacio público, estructurales, se van a recuperar”, concluyó Américo.