Rurales | 04 Dic En el país ya hay más de 300 perros Maremma entregados entre el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) y la Central Lanera Uruguaya (CLU). La evaluación positiva determinó que se presente un proyecto para la validación de la cría de esta raza canina en predios familiares con ovinos, la que se cristalizará esta semana con la firma del convenio entre los cuatro productores seleccionados, siendo uno de ellos del departamento de Paysandú.
“Se trata de productores que han demostrado ser afines a la crianza de los perros y han tenido éxito”, explicó a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Javier Frade, técnico del SUL. El proyecto presentado ante el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) es para cuatro pequeños productores familiares de Paysandú, Flores, Maldonado y Treinta y Tres, “porque la demanda que tenemos actualmente supera la oferta”, subrayó.
Enfatizó que deben existir criadores particulares “porque no vamos a poder en las instituciones con esta temática de entrega de los perros a largo plazo. Por lo tanto, lo que sí queremos es que existan en el mercado y haya oferta de perros criados como debe ser, con su etapa de climatación con las ovejas, que es una de las particularidades que tiene esta raza para cumplir su rol”.
Explicó que por eso la elección de estos productores: “donde sus perras paran los cachorros dentro de la majada desde el primer día, garantiza el éxito de los futuros criadores que reciban estos perros y los introduzcan en sus ovejas”.
Frade estuvo recientemente en Chile, donde observó el trabajo que los productores trasandinos realizan con perros de la raza Gran Pirineo, “además de hacerlo --como también sucede en Uruguay-- con burros y llamas, y ahí le dan una gran importancia a la improntación. Es el nacimiento y los primeros meses de vida del cachorro, para que esto tenga éxito”, dijo.
Los productores que serán parte del proyecto a partir de esta semana, “tienen la ventaja de que se les brindarán todos los insumos, como la comida para la alimentación de los cachorros, los insumos veterinarios y la realización de caniles para hacer una crianza como corresponde, con los protocolos que se les darán”. La primera camada para los productores se les será entregada gratuitamente. “Las siguientes camadas serán propiedad de estos productores y como nosotros hacemos la difusión --por ejemplo la Grifa Verde en las empresas de esquila--, los productores que realicen bien este proyecto serán recomendados por nosotros, porque el productor que adquiera los cachorros debe tener la garantía de que esos perros Maremma nacieron con ovinos”. Y para esto, aclaró que es importante que “antes de abrir sus ojos a los diez días de nacidos, estos cachorros sientan el olor de la oveja y la madre, lo que garantizará el éxito”.
Explicó que recibirán tres cachorras y en el caso del productor que no tenga macho, se le entregaría uno. “Además, todos los insumos y la atención veterinaria se incluye en el proyecto. Hasta que entreguen esa primera camada, estimándose que el proyecto durará unos 16 a 18 meses”. Aclaró que todos los perros que nazcan “estarán chipeados y le vamos a estar haciendo un seguimiento, especialmente en las líneas, para que no haya cruzamiento entre las mismas sangres”.

EL ÉXITO
Respecto al éxito de los perros Maremma como animales de guarda en las majadas, Frade sintetizó: “No diría el 100% porque hay casos en donde se les presenta alguna dificultad. Pero el mejor termómetro para resumir el éxito de este animal para el combate de los predadores, es que productores que ya tienen nos solicitan otro por miedo a que le pase algo a ese perro”.
“Aquellos que tenían problemática, básicamente contra zorros --el ataque de jaurías no es tan sistemático--, ya no la tienen, porque estos perros marcan mucho el territorio y los productores nos dicen que ya no los ven, y ni siquiera los sienten a los zorros”, precisó el técnico.
Acotó que “los zorros ya no se arriman porque saben que dentro de esa majada hay un animal que los está defendiendo”. Incluso especificó que “está comprobado que hay perros que sienten la amenaza un poco más lejos del predio en donde están, y cruzan a otro campo y van hacia esa amenaza, lo que también significa un beneficio indirecto para los vecinos que no lo tienen”.
Tal es el caso de un productor de la zona de Paso del Parque, al norte de Paysandú y en el límite con el departamento de Salto, que señaló días atrás a EL TELEGRAFO que desde hace meses dejó de tener problemas de muerte de corderos o robo de ovinos a causa de abigeato. Sin saberlo, uno de sus vecinos tiene desde hace más de un año y medio un perro Maremma, y a partir de ese momento se le terminaron los problemas. El animal en cuestión no solo protege a su rebaño, sino que su presencia también beneficia a los vecinos.

CON GPS
Hace algunos meses, un productor se quejó ante el técnico de una de las instituciones que trabajan con Maremma, de que su perro estaba prácticamente durante todo el día acostado, y no le parecía que fuera de utilidad como animal de guarda. Para comprobar lo que sucedía, “se les colocó un GPS en un collar, y quedó demostrado que durante el día tienen una actividad reducida, pero llega la noche y recorren muchos kilómetros, asombrándose los productores porque había llegado a tal potrero e incluso cerca del pueblo vecino”, dijo Frade.

LA BURRA
Recientemente en la zona de Colonia Lavalleja, departamento de Salto, donde el Secretariado Uruguayo de la Lana posee el Centro de Innovación y Capacitación Ovina “Mario Azzarini”, se observó en una de las majadas la presencia de una burra Californiana.
Frade explicó que todas las experiencias con llamas, burras y perros son positivas: “Ahora estamos haciendo una validación en cuanto a burras, porque respecto a las llamas son positivas, pero prácticamente no hay en el país, y por eso procuramos otras alternativas”.
Comentó que en el mes de agosto, “de 80 burras que nos presentó un productor --son fundamentalmente hembras, porque el macho aunque sea castrado es demasiado agresivo hasta con las ovejas--, seleccionamos 27 que fueron entregadas a diferentes productores de todo el país, por lo que se está haciendo la primera validación”.
Recordó que en su reciente viaje a Chile, los productores de ese país utilizan a las burras contra perros y zorros, con muy buenos resultados. “Recomiendan que en productores medianos a chicos pongan una burra y en productores algo más grandes que sean perros. Eso se debe al costo de la alimentación de los perros, que cuando son muy chicos se les hace oneroso alimentar al Maremma”, añadió.

EN CHILE
En su visita a Chile el intercambio de información fue el común denominador del encuentro. “Llevé información de lo que se viene haciendo en Uruguay y realizamos un pequeño ateneo con técnicos y productores de ese país”, dijo.
Luego se realizó una recorrida por distintos predios, “en donde plantemos algunas interrogantes y se reafirmó el tema de la improntación, incluso con los burros. Ellos tienen un centro de machos, y la burra que se alza se lo lleva a ese centro, utilizando burros que dicen son muy agresivos y protegen muy bien al ovino”.
En una zona a la que concurrió Frade, “tienen un problema bastante más frecuente con el tema perros, al tratarse de una zona en donde exclusivamente hay ovinos y no existen vacunos porque llueve entre 400 y 500 milímetros al año”.
Lo concreto es que para protección de los ovinos en los predios de nuestro país, todas las opciones citadas son viables, pero como señaló el ingeniero Javier Frade, “el más completo es el perro”.