Paysandú, Martes 13 de Diciembre de 2016
Opinion | 10 Dic Nos habíamos ilusionado. Uruguay parecía haber mejorado en las evaluaciones en la prueba PISA 2015 que organiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). La Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) presentó los resultados de la evaluación internacional como los mejores obtenidos desde que el país participa en PISA (2003). No fueron así de buenos. Una pena. Una lástima para un sector, la educación, que no suele dar buenas noticias últimamente.
La ANEP, al mostrar los datos, no tomó en cuenta una nueva metodología para medir resultados, que obliga a ajustar los puntajes de las ediciones anteriores para que estos sean compatibles con los de la edición del año pasado; lo que fue omitido por las autoridades de la enseñanza uruguaya. Entonces, si las evaluaciones se ajustan a las recomendaciones del organismo internacional, la mejora en el desempeño de los chicos locales en las tres áreas analizadas --ciencia, lengua y matemática-- es menor y no llegaría a registros históricos como se anunció.
El primero en advertir el desfasaje fue Pedro Ravela, el exdirector ejecutivo del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEEd). En una columna publicada en el portal 180, aseguró que varios cambios introducidos para determinar los resultados hace que para comparar los datos de la última prueba con los anteriores, se deba hacer dicho ajuste en los datos previos a 2015. Para Ravela esta es la metodología válida para interpretar los datos, ya que en varios pasajes del informe PISA, la OCDE advierte que la vieja metodología no permitirá hacer comparaciones a lo largo del tiempo.
El martes se hablaba de una mejora “sustantiva” en ciencia y lengua, y una leve caída en matemática. Según los datos presentadospor ANEP, los estudiantes uruguayos obtuvieron en ciencias 19 puntos más que en 2012. En lectura incrementaron los resultados en 26 puntos y en matemática mejoraron nueve puntos más. Sin embargo, según un análisis realizado por El Observador si se aplican los nuevos criterios a las pruebas 2012, la comparación establece que en la última edición Uruguay mejoró en ciencias 2% en vez del 5%, como daría la vieja metodología. En lectura, en tanto, la mejora fue del 3% en vez de 6% y en matemáticas casi no hubo variación, aunque los datos en bruto mostraban un crecimiento del 2%.
Por estos últimos datos, la visión ahora es otra, incluso dentro de las autoridades de la enseñanza quienes, de todos modos, aseguran que no hubo intención de maquillar resultados. El presidente del Codicen, Wilson Netto, dijo ayer en el programa Fuentes Confiables de radio Universal que “los equipos de la ANEP no son los equipos de Wilson Netto ni del Codicen, son de la administración, que tienen alta sostenibilidad y vienen trabajando desde hace tiempo”, y que en el informe “no hubo ningún maquillaje ni juego con los datos” que arrojó la prueba PISA 2015.
De cualquier modo, por suerte, reconoció que --si bien hay una mejora-- existió un “error” en el análisis optimista sobre las pruebas, el que no se “procesó adecuadamente”. Sobre el cambio en la metodología de evaluación, dijo que hubo “un problema” en “la interpretación” sobre como se permite “corregir los puntajes promedios, no cada uno de los puntajes ni los niveles de desempeño que hoy tiene cada una de las pruebas respecto a 2015, sino el global”.
No todos opinan que se sobreactuó en torno a las evaluaciones de las PISA. Para el director de la División de Investigación, Evaluación y Estadística (DIEE) de ANEP --la principal responsable en valorar los resultados del martes--, Andrés Peri, las dos metodologías, la vieja y la nueva, son igualmente válidas. Señaló a El Observador que estaban al tanto de la nueva metodología de la OCDE aunque optó por utilizar la metodología vieja porque la nueva no permitía hacer una lectura interna de los datos nacionales. Es decir, no permitía leer los datos discriminados por subsistemas (Secundaria y UTU), localidades, etcétera. A su entender, esto empobrecía el informe.
Pero lo cierto que lo que empobrece el asunto, es la falta de claridad de las autoridades y de --si quedamos en que las dos valen-- por qué no se explicó antes que se prefería la metodología utilizada años atrás. No hay variaciones “significativas” y mucho menos nos enfrentamos a los “mejores resultados históricos”. Pese a que haya necesidad de demostrar avances en educación, de brindar un mensaje alentador, es mejor hacerlo sobre la verdad y la realidad que arroja los datos concretos.
Lo del cambio de metodología tampoco era algo que estaba escondido en el informe de la OCDE. Ravela, el exdirector del INEEd, advirtió que en el reporte del organismo internacional cuenta con un anexo denominado “Cambios en la administración y escalamiento de PISA 2015 e implicaciones para los análisis de tendencias”, donde se detalla sobre este cambio de metodología y establece claramente qué países pueden ver afectados sus resultados debido a este cambio de criterio. Entre ellos aparece Uruguay.
Teniendo en cuenta esto, Ravela afirma en su columna en el portal 180 que “no hubo grandes cambios a lo largo de los 12 años de evaluaciones PISA en Uruguay, salvo una pequeña caída en Matemática”. Lo que sigue ahora es bajar la cabeza y seguir trabajando para mejorar. En buenas notas y también en sinceridad.
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