Policiales | 16 Dic Luego de una extensa jornada de indagatorias a los cuatro involucrados en la investigación sobre irregularidades en el manejo de fondos de la unidad local del Instituto Nacional de Rehabilitación, se dispuso que el proceso continúe hoy. Una vez tomada declaración a los demás integrantes del INR, el juez penal de Segundo Turno podrá dar a conocer el resultado procesal de la causa.
Tal como se adelantara, la denuncia fue radicada por una funcionaria policial que dio cuenta sobre posibles irregularidades que involucran el economato del centro, la arbitrariedad en la adjudicación de las comisiones por trabajos realizados por personas privadas de libertad y la salida --sin permiso judicial-- de internos fuera de la unidad. En la tarde del miércoles, integrantes de la Dirección de Investigaciones y Análisis Penitenciario (DIAP) del INR arribaron a Paysandú y detuvieron a tres funcionarios. Los detenidos fueron conducidos, en calidad de custodia, hacia la Unidad de Investigaciones, donde fueron indagados y pasaron la noche.
Según constató EL TELEGRAFO, minutos antes de las 9, la Policía condujo a los internos de la antigua cárcel que estarían relacionados con el hecho. Próximo a las 10.30, escoltada por una efectiva policial, fue conducida la directora del INR de Paysandú y luego --una hora más tarde-- lo hicieron los policías involucrados: un sargento que estaba a cargo del área de Administración y un efectivo en retiro. Así como un interno que, además de ocupar una celda donde cuenta con varios beneficios, resultó procesado por el sonado caso de explotación sexual de “la casita del parque”. Ninguno de ellos, salvo el interno, llevó colocadas las esposas.
Una vez finalizada la instancia, se resolvió que los sospechosos quedaran emplazados para la presente jornada, en la que además se le tomará declaración al director de Seguridad de la unidad, entre otros funcionarios.

BASTÍSIMO RUIDO
La noticia de la detención causó una andanada de expresiones en Facebook, tanto en la página oficial de EL TELEGRAFO como en grupos y cuentas personales donde fue compartida. El alcance de la noticia fue tal que de inmediato reinó la indignación al tratarse de personas que, “se supone, están al mando de un lugar de rehabilitación”, indicaba uno de los comentarios. Una exinterna de la cárcel convocó a familiares de detenidos que hubieran sido trasladados hacia otros centros de rehabilitación por disposición de la directora, según expresaron “como forma de castigo”, a que se expresaran afuera de la sede penal. Si bien sumó varios adeptos en Facebook, la convocatoria no tuvo el mismo efecto in situ. Sin embargo, a quienes se acercaron con intenciones de manifestarse no se les permitió acercarse a la puerta que conduce al área penal, que está ubicada sobre calle Rincón.