GUSTAVO LÓPEZ, COORDINADOR DE UNIDAD POPULAR

Locales | 20 Dic Lejos de los tiempos electorales, Unidad Popular (UP) suele salir con regularidad hacia el Interior para conocer de cerca las realidades de cada departamento. Con ese objetivo, llegó a Paysandú Gustavo López, coordinador de la UP, partido que en la elección pasada consiguió representación parlamentaria con un diputado en Montevideo (Eduardo Rubio) gracias al 1,1% de los votos. López ha sido sindicalista del taxi, excandidato a la vicepresidencia en la fórmula que lideraba Rubio y excandidato a la Intendencia capitalina.
Consultado por el balance del año, lo primero que afirma es que fue “un año duro para los intereses populares”. “El viento de cola de la economía comenzó a cambiar de dirección y el gobierno descargó todo el peso de la crisis sobre los sectores populares. Se ha registrado una inflación de los productos de primera necesidad que supera ampliamente las previsiones del gobierno; las negociaciones en los consejos de salarios concluyeron con pautas desindexadas, donde el salario pierde poder de compra y terminamos con un tarifazo salvaje. En el año entrante, regirán también los aumentos del IRPF y el IASS”, aseveró a EL TELEGRAFO.
López también detalló que crece el número de trabajadores en seguro de paro, el desempleo en el sector de la industria, “donde se han desmantelado buena parte de emprendimientos que aún subsistían” y se anuncia la tercera planta de celulosa con “bombos y platillos”. “Para nosotros es un proyecto que al país no le deja nada más que devastación medioambiental, más allá de unos miles puestos de trabajo mientras dure la obra de infraestructura”, dijo. El dirigente de la UP advirtió que hay que hilar fino en el anuncio del aumento de las tarifas y en el argumento del gobierno, que asegura que no suben por encima de la inflación (en la actualidad en 8,1%). “Si ves los productos de primera necesidad, lo que usás todos los días, como la alimentación o la limpieza personal o del hogar, la inflación está muy por encima de ese 8% que maneja el gobierno”, aseguró. “En cualquier caso, si ganás 15 o 20.000 pesos por mes, como gana la inmensa mayoría de la clase trabajadora, y el mes que viene tenés que pagar 8% más de luz, nadie te va a convencer de que está por debajo de la inflación. Solo verás que es más caro, que tenés un menor poder de compra y que serás más pobre”.
En el mismo sentido, los gobernantes “tendrán” que explicar por qué si baja el petróleo suben los combustibles, por qué Antel con superávit tiene que subir las tarifas o por qué UTE con “superávit hídrico”, con la expansión de las energías renovables, aumentan las tarifas. “Todo para parar el déficit fiscal, para tapar los agujeros que dejó (el vicepresidente Raúl) Sendic en Ancap, para los despilfarros de dinero del Estado. Una vez más sobre las espaldas de los trabajadores”, enfatizó López.
“Esto es un ajuste fiscal de manual, neoliberal en esencia, que grava el trabajo y no el capital, que no distingue entre renta y salario. Es el que aplica (el ministro de Economía y Finanzas, Danilo) Astori. Además, es el que le impone el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), dos organismos que la izquierda combatió toda la vida y que hoy son la referencia para el ministro”.

PROYECTO DE VIVIENDA
El proyecto de ley estrella de la UP estos últimos años ha sido el plan nacional de vivienda popular, al que pretenden darle “un fuerte impulso” en 2017. El déficit habitacional en Uruguay es “extraordinario”. “No hay planes de vivienda accesible para los trabajadores, particularmente los jóvenes. Los precios son absurdos y los planes de interés social están muy por fuera del alcance de la mayoría de los trabajadores”, destacó el coordinador de la UP.
“Creemos que se puede sacar un plan adelante con el que se construya vivienda de calidad, con confort habitacional y a bajo costo, promovida por el Estado”, continuó. El plan prevé la construcción de entre 5.000 y 7.000 viviendas por año, lo que también generará un “fuerte impacto” en la industria de la construcción, hoy en recesión. La idea es que el pago de la cuota de la vivienda no supere “nunca” el 10% del ingreso total de la familia. La inversión del Estado no debería implicar más del 1% del PBI, por lo tanto, no es un problema de plata, sino “de voluntad política”. “No la aplican porque prefieren apostar a la especulación inmobiliaria, a las grandes construcciones. Los que definen cuánto vale el metro cuadrado de las viviendas”, aseguró López.
“Bajo un gobierno del Frente Amplio, la especulación inmobiliaria creció, se han extranjerizado tierras más que nunca en la historia del país, los trabajadores cobran salarios de hambre, existen jubilados en situaciones indignas, la salud de los ricos y pobres se polariza cada vez más, hay un incremento importante de la violencia social, producto de la ausencia de perspectiva, de trabajo, de valores, etcétera. El Frente Amplio es la izquierda que a la derecha le gusta”, añadió el dirigente.