Rurales | 17 Dic El coordinador del Área de Estudios Económicos de Opypa-MGAP, ingeniero agrónomo José E. Bervejillo, presentó un análisis sobre la evaluación del impacto o efecto económico de las actividades de investigación, desarrollo e innovación en el sector agropecuario.
Los resultados de este trabajo están publicados en la Serie Técnica de INIA 227 y se enmarcan en el convenio que firmó el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) con el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) en 2013.
Se trata de responder a las preguntas y debatir sobre cómo evaluar lo que se hace en investigación y cuál es la relación de las nuevas tecnologías con el crecimiento del sector en productividad, cuánto se difundió y adoptó esa tecnología. En ese marco, Bervejillo señaló que el país hace un esfuerzo enorme para innovar y que el INIA invierte el 64% del gasto, 23% de la UdelaR, ANNI 5% y otros el 9%.
Destacó que una vez que la tecnología está disponible es un bien público. En el caso de Uruguay, hay muchas adaptaciones de tecnologías que son perfeccionadas, que vienen de investigaciones foráneas.
“El esfuerzo involucra a muchos actores e insumos y es de largo plazo. No tiene sentido si se analiza en el corto plazo”, aseguró. En ese contexto, explicó que la productividad en el agro creció 3% anual debido a la tecnología en los últimos diez años y desde 1980 hasta el 2013 creció 1,9% anual.