Rurales | 22 Dic Durante noviembre, el Centro Tecnológico Ovino de Central Lanera Uruguaya realizó la primera gira técnica ovina a Nueva Zelanda y Australia, con el apoyo de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación. Participó una delegación de 26 productores y técnicos, acompañados por el cónsul honorario de Nueva Zelanda.
Visitaron la región de Nueva Gales del Sur y Victoria en Australia, así como las islas sur y norte de Nueva Zelanda. En cada destino, la agenda previó visitas a productores de diversas razas y sistemas de producción, así como intercambio con técnicos y consultores de primer nivel.
Entre los objetivos de la actividad, se encontraba posibilitar a productores y técnicos vinculados con el CTO conocer de primera mano la realidad productiva de los líderes mundiales en producción ovina, además de tomar contacto con los sistemas de producción intensivos modernos que los productores de ovinos de Oceanía llevan adelante.
También se propusieron adquirir conocimientos técnicos y prácticos que puedan ser una base para implementar cambios en los sistemas de producción en Uruguay, conocer las nuevas tecnologías y procesos que aplican los productores, observar las razas utilizadas, así como sus sistemas de cruzamientos y conocer las tendencias de la oferta y demanda de los principales rubros exportables: carne y lana.
Entre las principales diferencias observadas entre Australia y Nueva Zelanda con respecto a Uruguay, los participantes mencionaron que los sistemas productivos tienen un mayor énfasis en la producción ovina intensiva (alta carga por hectárea) y los vacunos se integran como rubro complementario (alta relación ovino/vacuno).
Los campos poseen una gran infraestructura de trabajo, con equipos de última generación para el manejo de los ovinos. Cuentan con todo tipo de implementos mecanizados y automatizados para el manejo en bretes y portátiles, independientemente de la cantidad de ovinos que posean.
En Nueva Zelanda, la base forrajera es un gran diferencial y posibilita el manejo intensivo de los ovinos. En Australia, si bien la situación es diferente y en muchos casos similar a la de Uruguay, se pudo observar un manejo muy eficiente de los recursos forrajeros.
En los sistemas de producción recorridos en ambos países, se pudo constatar (independientemente de las razas), que a mayores pesos de las ovejas (+65 kilos) y corderas encarneradas (+40 kilos), aumenta consistentemente el resultado de procreos, partos múltiples y extracción de corderos al destete, llegando en muchos casos a 150%.
El manejo de la ecografía es utilizado por todos los productores visitados y les permite una adecuada separación de lotes por carga fetal, para asignar de forma diferencial el forraje según los requerimientos.
Principalmente en Nueva Zelanda, pero también en parte de Australia, el 50% de los corderos son embarcados como pesados al destete en diciembre, mientras que el restante 50% se embarca como pesados entre enero y abril.
El alto nivel de empotreramiento (potreros de cinco a 20 hectáreas) les permite un manejo muy ajustado de las pasturas y ovinos y posibilita un adecuado manejo productivo, reproductivo y sanitario, con el control de las variables productivas. El pastoreo rotativo se constituye en la base de los sistemas de producción.
Monitorean permanentemente las ganancias diarias, realizan pesadas sistemáticas de animales como forma de medir y proyectar los resultados, así como manejan las diferentes categorías de acuerdo con el objetivo de producción.
Se constató un gran conocimiento práctico por los productores en el manejo de los potreros de acuerdo con la disponibilidad de materia seca producida.
El uso de perros de trabajo, en muchos casos con hasta seis animales entrenados por operario, demuestran una cultura de trabajo basada en la eficiencia en el uso de los recursos humanos. En la misma línea, se observa el uso de motos y cuatriciclos como herramienta fundamental de trabajo (ya hace dos generaciones que no utilizan caballos).
Se pudieron ver sistemas de producción con casi todas las razas utilizadas en Uruguay, con excelentes resultados productivos y económicos. También se observó un incremento de animales de otras razas con objetivos complementarios (Border Leicester, White Suffolk, Cheviot, Primera, Perendale, entre otras).
Los cruzamientos maternales y terminales son ampliamente utilizados y permiten explotar las diferencias entre razas alcanzando altos niveles productivos en menor tiempo. Se ha desarrollado incluso un mercado de venta de madres cruzas (F1), que son muy demandadas por su prolificidad de los criadores y son utilizadas para triples cruzas (F2) con el objetivo de alcanzar mayores pesos al destete de los corderos.
Cuentan con una infraestructura muy desarrollada de cortinas o montes de abrigos en todos los potreros (naturales en Australia, eucaliptus e implantados en Nueva Zelanda cipreses y pinos).
En comparación con Uruguay, también cabe destacar que el clima en Australia (Nueva Gales del Sur y Victoria) presenta una amplitud térmica similar y un menor régimen de lluvias en términos promediales.
El clima en Nueva Zelanda presenta inviernos más fríos y veranos más templados (temperaturas máximas de 25 grados). Se observa un régimen de lluvias menor en la isla sur y similar en la norte.
Consultados sobre cuáles de las diferencias observadas adoptarían ellos o recomendarían adoptar a otros productores, respondieron en un 100% la utilización de subdivisión de los campos y mayor empotreramiento, en segundo lugar, el incremento de la alimentación para alcanzar mayores pesos de encarnerada y en tercer lugar, el manejo de pastoreo rotativo.
Dado el éxito de esta primera gira técnica, el Centro Tecnológico Ovino está trabajando para organizar una segunda gira en el 2017, a los efectos de que más productores de la cooperativa puedan ver de primera mano qué es lo que hacen los mejores productores de los países líderes en producción ovina y luego ser agentes de cambio en sus establecimientos y cooperativas.