Paysandú, Jueves 29 de Diciembre de 2016
Policiales | 27 Dic La Justicia procesó a un joven de 29 años tras comprobarse su responsabilidad en al menos doce hurtos, entre ellos el de un automóvil. El resultado es el corolario del trabajo de inteligencia llevado a cabo por la policía sanducera.
Datos obtenidos por EL TELEGRAFO permitieron saber que el raid de hurtos cometidos por el hombre tuvo su comienzo el pasado 5 de agosto, ocasión en que desde una pensión estudiantil de Baltasar Brum al norte de la ciudad, un muchacho de 19 años denunció el faltante de una laptop HP de 14 pulgadas, un par de calzado deportivo, prendas de vestir y una bicicleta GT. Los efectos habían sido llevados de a poco por Alexis Fernando Santoro Geolkiewsky, quien contaba con llave para ingresar a la pieza del denunciante.
El 14 de agosto, desde un local de bulevar Artigas y Washington, una señora denunció que momentos antes un sujeto había ingresado y hurtado una notebook Acer, valuada en 550 dólares. Ese hecho tuvo luego como resultado el hallazgo de la computadora, que había sido adquirida por una joven de 20 años --domiciliada en el barrio Río Uruguay-- por 2.000 pesos. La compradora, por incurrir en un delito al comprar un efecto hurtado, fue procesada sin prisión. Asimismo, dos días después, concurrió a la misma pensión y se llevó una garrafa de 13 kilos, tres camperas deportivas, un acolchado y un cuchillo de unos 40 centímetros de hoja.
El cuarto golpe concretado por el sujeto ocurrió el 11 de octubre en el local de Farmashop ubicado en 18 de Julio y 19 de Abril. Desde allí, como venía sucediendo en otras circunstancias, el sospecho hurtó un perfume para hombre valuado en 1.500 pesos, el que escondió en el casco y huyó a bordo de una motocicleta Yumbo que poseía chapa matrícula. La maniobra fue constatada con el registro fílmico del local.
Una vez más, el 25 de octubre, el malviviente volvió a sus andanzas. En ese caso, abrió una camioneta Fiat Strada que estaba estacionada en las inmediaciones de Sarandí y Dr. Verocay, desde donde robó un par de championes, el disco de una amoladora, un portalámparas, cinta métrica y un par de lentes para el sol.
En noviembre, Santoro Geolkiewsky cometió dos robos. El 18, ingresó al local de Amoblamientos Argipiuk, en la zona de Zorrilla de San Martín y Colón. Haciéndose pasar por un potencial cliente, el joven se acercó a los escritorios y tomó un celular Samsung que le pertenecía a uno de los vendedores. La particularidad del hecho fue que el robo se llevó a cabo escritorio por medio de donde una empleada atendía a una señora. Todo ello quedó registrado en la filmación de seguridad de la empresa, que inmediatamente compartieron en su página de Facebook, donde fue visto por más de 6.000 personas. Y el día 30, volvió a su blanco predilecto: el local de Farmashop que opera las 24 horas, donde hurtó tres perfumes valuados en 5.000 pesos.
AMENAZÓ CON DISPARARLE A UN TAXISTA
Diciembre no sería la excepción para el malhechor, que esta vez actuó acompañado. El primero, un hombre de 34 años se presentó en la Unidad de Investigaciones y denunció que hacía unos veinte días, cuando se encontraba en su turno al volante de un taxímetro y se desplazaba por avenida Soriano al Este, levantó dos pasajeros que empezaron a pedirle que los fuera llevando a varios lugares.
Uno de los jóvenes iba delante junto a él, y cada vez que descendía en ciertos lugares lo hacía llevando una valija, con la que retornaba nuevamente al rodado. Finalmente, le pidieron que los llevara a un taller mecánico que está sobre la mencionada avenida y que cuando finalizara su turno podía pasar por ahí a cobrar el viaje. El chofer agregó a su denuncia que cuando fue por el dinero, unos 600 pesos, no encontró a nadie, por lo que radicó la denuncia a las dos semanas.
El 18 de diciembre, otro taxista denunció que dos personas le solicitaron un viaje cuando pasaba por Joaquín Suárez y República Argentina, los que luego efectuaron una recorrida por diferentes comercios de la ciudad. En primera instancia, Santoro Geolkiewsky le indicó que lo llevara al “24” de Juncal y avenida Salto. Al arribar, le pidió al conductor 100 pesos prestados porque no tenía cambio y quería comprar una cerveza, y éste accedió.
Luego le pidió que lo llevara hasta la sucursal de Farmashop de 18 de Julio y 19 de Abril. Del lugar salió a los pocos minutos y manifestó a viva voz que los perfumes que había visto los vendían a 3.000 pesos, pero que él los tenía a 700. Después se supo que una empleada de la farmacia llamó al 911 e indicó que un sujeto, cuya característica coincidía con el sospechoso, la había amenazado al reconocerlo como el autor de varios robos de perfumes.
De ahí, pidió que lo llevara a la perfumería San Roque, ubicada en la peatonal de 19 de Abril, para lo que dieron la vuelta por Leandro Gómez. Cuando Santoro descendió del rodado, el taxista le preguntó al otro sujeto, que siempre permaneció en el rodado, si su amigo estaba robando, a lo que respondió que sí. Sostuvo que hacía tiempo estaba robando pero que se quedara tranquilo, porque al llegar a un almacén de la zona de Felipe Argentó le sería abonado el viaje y no le pasaría nada.
Al retornar el delincuente al automóvil, el trabajador del volante le dijo que no podía llevarlos más porque sabía lo que estaban haciendo. En ese momento, el hombre metió su mano en la riñonera que llevaba y tomó algo que tenía forma de caño, a la vez que le dijo: “seguí porque si no te pego un tiro”. Ante ello, el conductor continuó la marcha. Al llegar a la esquina de Ituzaingó y Felipe Argentó, el taxista aprovechó un descuido del malviviente y se bajó del auto, indicándole que hasta allí los llevaba. A los gritos y volviendo a la carga con el supuesto revólver, lo amenazó nuevamente: “Yo te voy a pagar el viaje pero antes te voy a pegar tres tiros”.
Ambos ocupantes se bajaron, Santoro Geolkiewsky se dirigió a un comercio cercano y volvió con dinero para pagar el viaje. En ese momento, le arrebató la billetera al taxista donde se hallaba la recaudación de la jornada, a la vez que pateó el taxi y le gritó que el viaje “no había terminado”. Durante la discusión, el taxista consiguió recuperar su billetera y salió corriendo, para posteriormente dar aviso de la estresante situación vivida.
ROBÓ UN AUTOMÓVIL
Dos días después, el malhechor completaría su currículum delictivo con el robo de un automóvil. Pasadas las 4.30 del 20 de diciembre, una señora de 34 años denunció que le habían hurtado el automóvil Citroën AX Sport, matrícula JYO 1924. Al rodado lo había dejado estacionado en Ituzaingó y Francisco Debali. Al pretender retirarse de su trabajo notó el faltante del rodado, que estaba con tranca de seguridad, valuado en 6.000 dólares. Asimismo, trascendió que el auto fue recuperado por la policía.
Esa jornada, al mediodía, la propietaria de una estación de servicio denunció que un sujeto, que arribó en un automóvil, le hurtó varias botellas de whisky.
Contando con varios elementos a su favor, pruebas fílmicas y la descripción del malviviente por parte de los damnificados, efectivos de la Unidad de Investigaciones lograron aprehender al sospechoso. Indagado, corroboró haber sido el autor de los hechos y dijo haberse visto por Facebook tras el hurto en Argipiuk.
Elevados los antecedentes, el Juzgado Penal de Segundo Turno resolvió su comparecencia y dictaminó el procesamiento con prisión de Alexis Fernando Santoro Geolkiewsky por “un delito continuado de hurto en reiteración real con reiterados delitos de hurto, uno de ellos especialmente agravado”.
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