Locales | 05 Ene Con una nueva tormenta, los vecinos del barrio San Félix volvieron a padecer las inundaciones de las calles y, por ende, de sus casas, debido a caños tapados y a la falta de desagüe.
Existe un convenio firmado en setiembre pasado entre la Dirección Nacional de Casinos del Estado, propietaria del Hipódromo San Félix, y la Intendencia por la que la primera se encargaba de los recursos materiales y el segundo, de la mano de obra para la colocación de caños que evitaran la anegación de caminos y viviendas, pero que aún no se ha llevado adelante. Susana Salvatierra vive en una casa frente al hipódromo, junto a su hijo y un nieto. Su hijo tuvo un accidente en moto recientemente. En el terreno en el que se encuentran también levantan sus moradas otras seis familias. Ayer, cuando amanecieron, el agua estaba a un metro de la casa más próxima a la pista.
“Toda la vida corrió el agua, nunca se había trancado, pero ahora el caño se tapa y quedamos aislados”, cada vez que hay tormentas, comentó Salvatierra a EL TELEGRAFO. Junto a ella, se habían reunido otros vecinos, todos con el mismo reclamo. La falta de desagüe hace que las aguas de las lluvias se metan en sus terrenos, colapsen las calles y desboquen tajamares. Y, además, afecta la cancha del hipódromo, fuente de trabajo de gran parte del barrio San Félix.
Hasta allí fueron los ediles del Partido Nacional, Guadalupe Caballero, Roque Jesús y Pablo Bentos, quienes criticaron la demora de la Intendencia en aplicar el convenio con Casinos. “El acuerdo está, la Intendencia debe ahora pasar los materiales que necesita y las medidas para que Casinos los compre. Pero no lo ha hecho. Casinos está abierto a la compra de materiales, tanto para las calles internas como para los desagües”, dijo Caballero a EL TELEGRAFO.

EL ESTADO DEL HIPÓDROMO
“Basta con traer la retroexcavadora y colocar los caños. El trabajo de la retro es de dos a tres horas y así los desagües estarían hechos”, continuó la edila, referente del barrio San Félix. La zona de trabajo incluye las calles linderas al hipódromo, más sus caminos internos. Caballero alertó que si el agua sigue fluyendo hacia el hipódromo, la cancha se surcaría y arrastraría la arena, “que costó miles de dólares para dejarla en buenas condiciones”. Si el Sistema Integrado Nacional de Turf hiciera una inspección, “suspendería la cancha” y no habría carreras, añadió.
Este panorama sería muy negativo para todo el barrio. Además del vecino que tiene su casa o calle inundadas, está aquel que vive de las carreras y se vería afectado: no solo el jinete, también el cuidador, el que vende tortas fritas, el almacenero... “Hay mucha gente vinculada con el hipódromo. Y ni que hablar de la parte turística. Estamos tratando de lanzar el Hipódromo San Félix como uno de los mejores del Interior y no podemos presentar esto”, aseveró Caballero. También mencionó que en su recorrida se encontró con niños con infecciones respiratorias, además de un buen número de ancianos.
“Acá el único responsable es la Intendencia. Desde mayo estamos planteando en la Junta esta problemática. La volvimos a plantear cuando se inundaron en setiembre. Ahí sí vinieron las autoridades y se generó una reunión entre el hipódromo y la Intendencia, donde se firmó ese convenio en el que Casinos ponía todos los materiales y la Intendencia, la mano de obra para levantar la calle y para hacer el zanjado y los caños. Hace 20 días el director de Casinos llamó y pidió, por favor, que le den las medidas para los caños. Y no se los dan”, insistió la edila.