Locales | 09 Ene Un automóvil Hillman del año 1949 se presentó a la vista pintado de verde y con su motor funcionando en buenas condiciones. Recordamos que los Hillman llegaron en buen número a nuestro país, también a Paysandú, de manera especial en los primeros años de la década del 50.
El Hillman fue reconocido siempre como un automóvil válido, económico y confiable, aunque no muy veloz. Dentro de los utilitarios que venían de Europa, en este caso de Gran Bretaña, era sin duda una buena opción, y algunos, como este, han llegado hasta nuestros días en condiciones de seguir circulando.
UN POCO DE HISTORIA
William Hillman, un muy reputado ingeniero de su tiempo, junto a John Starley, había inventado la rueda de radios. Forjó su fortuna gracias a su fábrica de bicicletas Auto Machinery, ubicada en Stoke Aldermoor, un suburbio de Coventry, en Gran Bretaña.
En 1907 decidió dar el salto a la producción de automóviles de la mano del ingeniero francés Louis Coatalen como diseñador. La compañía, llamada en su comienzo Hillman–Coatalen, lanzó en ese año su primer vehículo, el denominado Hillman–Coatalen 40 HP. Pero la sociedad duró poco, Coatalen dejó la compañía en 1909 y ésta cambió su nombre, quedando establecida como Hillman Motor Car Company. Los primeros vehículos fueron fabricados en pequeñas cantidades, y estaban equipados con motores de cuatro y seis cilindros.
Dentro de la producción de Hillman, el primer vehículo que se comercializó en cantidades apreciables fue el de 9 HP, que fuera lanzado en 1913, impulsado por un motor de cuatro cilindros, con válvulas laterales y 1.357 cc. de cilindrada.
Mucha agua pasó bajo los puentes e incluso dos conflictos bélicos de desastrosas consecuencias. En 1948, se presentó el Hillman Minx Phase III modelo 1949. Tenía carrocería monocasco, con faros integrados a los guardabarros. El modelo más popular era el sedán de cuatro puertas (Saloon), aunque también se ofrecían a la consideración de público y usuarios las versiones convertible y Station Wagon.

ESTE HILLMAN
El presente Hillman, cuyo propietario prefirió no dar a conocer su nombre, está impulsado por el motor original de cuatro cilindros. La carrocería y la pintura –en torno verde– están en buen estado de conservación y mecánicamente, según se nos expresó, responde de buena manera.
En general el vehículo está original, aunque hubo una variante ya que el comando de la caja de cambios de cuatro velocidades se instaló en el piso. También alguna variante en la suspensión que combina elásticos con amortiguadores de brazos, habiéndose incluido dos amortiguadores de tubo.
El diseño corresponde a la forma compacta de los coches utilitarios ingleses de aquella época. La parrilla frontal de barras horizontales semejan una V. Los faros están integrados a los guardabarros, mientras que el parabrisas es prácticamente plano y amplia luneta trasera. Además, los cristales en las cuatro puertas con ventiletes. El guardabarros delantero es más largo que el trasero, éste más redondeado, una larga moldura lateral y un baúl portaequipajes de buen tamaño.
Un auto que responde con su larga vida a aquellas condiciones que destacaron a los automóviles Hillman desde el momento en que salieron al mercado.