Paysandú, Sábado 21 de Enero de 2017
Opinion | 14 Ene Hace pocos años se podía decir que moría un uruguayo cada cuatro días por cáncer de piel. A inicios de 2016, ya se hablaba de que ocurre cada tres y, ahora, en el arranque de 2017, cada dos jornadas. Una cifra altísima que llega en tiempos de verano, de playa, de sol a todo vapor, de cuerpos expuestos a los rayos solares por horas y en la peor hora. La conciencia parece ser mínima. Según autoridades del Ministerio de Salud Pública, más de 2.200 uruguayos son diagnosticados por año con la enfermedad; un número aterrador si se lo compara con España, donde se realizan alrededor de 5.000 diagnósticos de cáncer de piel por temporada, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Desde hace varias décadas se registra un fuerte incremento en su incidencia en Uruguay, especialmente en su forma más grave, el melanoma, y actualmente es el cáncer más frecuente del país. “El cáncer de piel es el cáncer más importante que tenemos, es el número uno y la población no necesariamente lo visualiza como tal”, dijo este jueves a la prensa el ministro de Salud Pública, Jorge Basso.
Se calcula que 2.255 uruguayos son diagnosticados por año, por lo que el cáncer de piel supera a los otros que lideran la lista, como el de mama (1.800 nuevos casos anuales) o el de próstata (1.400 diagnósticos al año). En muchos países sucede lo mismo. Según la Sociedad Americana del Cáncer, más de 3,5 millones de casos de cáncer de piel son diagnosticados cada año en Estados Unidos. Esto es más que todos los demás cánceres combinados.
Los expertos aseguran que el cáncer de piel engloba un conjunto de enfermedades neoplásicas que tienen diagnóstico, tratamiento y pronóstico muy diferente. Lo único que tienen en común es la misma localización anatómica: la piel.
El dermatólogo Miguel Martínez explicó durante la conferencia de prensa, junto a Basso, que el 80% de los cánceres de piel se origina entre los 10 y los 20 años. “Luego irá apareciendo y cambiando, pero en ese momento es cuando se origina”, afirmó. Es más. Los niños que son protegidos del sol tienen 78% menos probabilidad de tener un cáncer de piel con respecto a los que no.
“En el contexto de América Latina, somos el país que tiene mayor incidencia de tumores de piel, incluso tumores importantes”, ahondó Martínez. El médico explicó que cada vez aparecen más casos porque el bronceado está de moda y es símbolo de goce. “Está asociado con una idea prácticamente de estatus social, también a una idea de salud --que no tiene nada que ver-- y de alguna manera ha quedado vinculado con la sensación de vacaciones”, aseveró.
Todos coinciden en que durante las últimas décadas, el número de casos de cáncer de piel ha aumentado a nivel global y hasta se asegura que en el hemisferio sur, donde nos encontramos, es peor por ubicarnos justo debajo del agujero de la capa de ozono.
Casi todos los tipos de este cáncer resultan de la exposición excesiva a la luz ultravioleta, aunque cierta cantidad puede proceder de fuentes creadas por el hombre, tales como las camas bronceadoras. El riesgo de desarrollar melanoma, el tipo de cáncer de piel más peligroso, es doble en las personas que se queman con los rayos solares. La mejor forma de prevenir el melanoma es poner atención a la piel y sobre todo a los lunares, según los expertos. En la mayoría de los casos, si se diagnostica a tiempo, el melanoma es curable.
El Ministerio de Salud Pública también compartió medidas en la rueda de prensa del jueves. “La protección no pasa por los filtros solares. Nosotros siempre decimos: el filtro solar es una última medida”, explicó el dermatólogo Martínez. “Nosotros exigimos que los fotoprotectores tengan una buena fotoprotección ultravioleta B y ultravioleta A”, sostuvo.
El médico también recomendó exponerse hasta las 11 de la mañana y luego a partir de las 16 --el horario “menos malo”, como lo definió--, para escaparle al mediodía, momento en que las radiaciones ultravioletas son peores. La protección ultravioleta debe estar en los lentes de sol, prosiguió, pero si no la tiene, es peor que no usar nada. A su vez, dijo que es bueno buscar siempre la sombra y utilizar ropa --en especial, la oscura y de trama cerrada-- la mayor parte del tiempo. Otros expertos han sugerido además asegurarse de llevar un sombrero, aplicar una crema solar con un índice de protección alto --y hacerlo con frecuencia-- y evitar a toda costa que se queme la piel.
Y una cosa más, que derriba algún mito. Se podría pensar que las personas expuestas al sol de forma crónica, durante años, muchas veces por cuestiones laborales, deberían ser los más afectados por esta enfermedad. Sin embargo, el melanoma es el tipo de cáncer de piel más grave y agresivo, con gran capacidad de generar metástasis (que se extienda el cáncer a otros partes del cuerpo) y que genera mayor mortalidad, es promovido por las exposiciones a los rayos ultravioletas de forma esporádica e intensa. La típica exposición de verano, de playa, adonde se acude para quedar fashion y bronceado. Ojalá esté de moda cuidarse y que unos a otros se pasen el mensaje de que el sol no es broma. Te mata, literalmente.
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