Paysandú, Sábado 21 de Enero de 2017
Opinion | 16 Ene Las compras por Internet desde el exterior registraron un nuevo récord el año pasado, reflejo de la aceptación y adaptación que ha tenido el sistema entre el público uruguayo. La modalidad se inició en julio de 2012, enfocada especialmente a las adquisiciones en tiendas de Estados Unidos al llegar de la mano del Trade & Investment Framework Agreements (TIFA), el acuerdo que en 2007 el gobierno uruguayo alcanzó con su par estadounidense. Pero, lo que debía ser una apertura al mundo y una nueva forma de hacer negocios, se ha convertido en un punto a combatir por los shopping centers y la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay. Su lobby ha hecho efecto y desde hace cuatro años y medio este régimen de compras ha sufrido cambios, siempre en detrimento del cliente. El gobierno, que al principio parecía muy de acuerdo, ha agachado la cabeza.
La última variante arribó por sorpresa. Los couriers, las empresas de compras web, se enteraron por la prensa, por una información de El País. Una desprolijidad absoluta. El decreto fechado el 29 de diciembre que aprobó el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) restringe de cuatro a tres las compras por Internet desde el exterior. Tanto las compañías como la Dirección Nacional de Aduanas (DNA) y la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicaciones (Ursec) --que reglamenta el servicio postal-- no estaban al tanto del cambio de régimen.
El jueves, las empresas que operan como intermediarios entre los consumidores que realizan compras fuera del país estaban recibiendo olas de llamadas y consultas de sus clientes porque ya habían realizados tres compras y tenían un cuarto paquete en viaje o en vías de despacho, informó El Observador. La DNA recién el jueves publicó la modificación en su página web donde informa del régimen, luego que El País informara en su edición impresa la modificación.
Este fue el tercer año consecutivo en el que el Poder Ejecutivo opta por restringir las compras web sin impuestos. A fines de 2015 ya se había bajado de cinco a cuatro los paquetes que alguien podía traer bajo este esquema. Los paquetes que pueden entrar al país sin pagar impuestos por esta vía no pueden exceder los 200 dólares. El cambio anterior se había registrado a finales de 2014, cuando el Poder Ejecutivo introdujo más controles al establecer la obligatoriedad de pagar toda compra con tarjeta de crédito o débito internacional a nombre de quien reciba el envío (para evitar abusos y no pagar con la cédula de un menor de edad).
También incorporó y contabilizó dentro del límite de cinco compras al año las menores a 50 dólares que hasta ese momento tenían acceso libre y requirió más información a las empresas --hasta 17 datos-- en cada operación que se realice. Entre ellos, se debe proveer a la DNA los últimos cuatro dígitos de la tarjeta del titular que hace la compra. El que realiza la operación debe utilizar su tarjeta y el paquete debe venir a su nombre.
El último decreto del gobierno indica que hay una “necesidad” de modificar el régimen de encomiendas postales internacionales. “Las condiciones normales de mercado se han modificado, por lo que se entiende pertinente disminuir la cantidad de envíos que podrán recibirse al año, a fin de que no se desvirtúe el régimen”, pasando de cuatro a tres a partir del 1° de enero de 2017.
Desde que arrancó este régimen, los comercios y los shoppings del país se han quejado ante el MEF por entender que este instrumento significa una competencia desleal para el comercio establecido que paga impuestos y salarios. Al principio, el MEF restaba importancia a esos reclamos y hablaba de un bajo impacto de las compras web en el mercado local.
A mediados de 2013, un año después del inicio del esquema, en referencia a las quejas de los comerciantes, Pedro Apezteguía, por entonces director de secretaría del MEF, dijo que el sistema de compras por Internet tiene un “muy bajo impacto sobre el comercio”. “Los productos que se pueden traer son los que no compiten con los nacionales, aunque quizá pueden competir con productos importados. El que se queja puede ser un importador que está haciendo un margen demasiado alto”, añadió.
Sin embargo, al parecer el lobby ha surtido efecto. El régimen de compras web tiene cada vez más límites y lejos queda la adaptación de los comercios a este nuevo mundo. Se habla de competencia desleal, cuando, en realidad, son pocos los tipos de artículos que se pueden traer desde el exterior por esta vía.
Se pueden comprar productos que no tengan finalidad comercial y que no superen los 20 kilos. No pueden pasar por Aduanas bajo este régimen: maquillaje, esmalte, cremas, perfumes, champús, máquinas de afeitar, artículos de tocador; juguetes, bebidas alcohólicas, lentes de sol, lentes de leer; cosméticos, perfumería en general, para su empleo en cosmetología.
Tampoco ingresarán tabacos, cigarrillos y cigarros; lubricantes y grasas lubricantes; celulares, equipo de radiocomunicación, teléfonos inalámbricos; ni semillas, así como mercaderías prohibidas o que requieran licencias no automáticas.
Limitar este tipo de instrumentos no implicará, necesariamente, más compras hacia el comercio establecido. La ecuasión no es lineal. Además, los comercios uruguayos harían bien en ir adaptándose a las ventas vía web, para ofrecer ese servicio al cliente. Es lo que sucede en todo el mundo. ¿Qué tal si nos adaptamos?
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