Rurales | 19 Ene La recuperación del precio de la soja en Chicago es sin duda de las principales noticias de este 2017 para el sector agrícola. Ello determinó que los productores “volvieran a tomar posición vendedora y han empezado a calzar órdenes de venta de soja a futuro”, afirmó a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Luis Simean.
Esto se debe a un recorte en el último informe del USDA con respecto a los stocks de Estados Unidos, “en tanto en estos últimos días comenzaron los rumores sobre los recortes de la producción Argentina, asociada al área importante bajo agua, por los problemas de inundaciones especialmente en Santa Fe”, dijo el gerente de la Cooperativa Agraria Nacional (Copagran), filial Paysandú.
Esto además se refleja en los mercados, “por lo que hoy llegamos a valores entre 375 y 380 dólares la tonelada puesta en Nueva Palmira, que es un muy buen precio y lleva a que los productores tomen posición de venta, con un alto porcentaje de la cosecha del año que viene que está vendida”.
Lo concreto es que los valores se tonificarán hasta que se conozca cuál es la pérdida real que se pueda tener en las zonas del impacto de las inundaciones en Argentina. Además, se debe tener en cuenta que el resto del área sojera argentina está en excelentes condiciones y eso puede hacer que, por un lado, estén perdiendo, pero por otro, vayan a ganar un rendimiento más alto que en la zafra anterior y eso compense parte de las pérdidas.
Según publicó La Nación, la campaña agrícola en Argentina ya tiene un piso de pérdidas de entre U$S 1.100 y U$S 1.750 millones --según previsiones oficiales y privadas--, por el efecto de las inundaciones que golpean gran parte de Santa Fe y zonas del norte y oeste de Buenos Aires y Córdoba. Por las fuertes precipitaciones anteriores, la semana pasada ya había quedado en duda el logro de una cosecha récord. Las inundaciones están haciendo barajar de nuevo los cálculos de cosecha.
Pablo Adreani, de la consultora AgriPac, pasó de prever 55 millones de toneladas de soja al inicio de la campaña a 50 millones de toneladas. Esos cinco millones de toneladas menos significan U$S 1.750 millones, aproximadamente el 7% del valor de la cosecha. Adreani sostiene que hay un millón de hectáreas sin sembrar con el cultivo: 300.000 por la sequía en el sur bonaerense y 700.000 por inundaciones. Además, hay otras 700.000 hectáreas anegadas, ya sembradas. En algunos lugares de la zona agrícola central donde ya llovió 600 milímetros en el último mes, más del 60% del registro de todo un año.
“En la zona, hay registros de lluvias desde 1913. Nunca se dio que en un día llueva tantos milímetros”, contó Alberto Marchionni, productor de la localidad santafecina de Hughes.
Si bien al comienzo de la semana no hubo negocios en la Bolsa de Chicago por el feriado en conmemoración a Martin Luther King en Estados Unidos, el seguro impacto de las adversas condiciones climáticas sobre la producción argentina de soja se reflejó en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), donde la posición mayo --coincidente con el ingreso de la nueva cosecha en el circuito comercial-- subió un 1,5%, al pasar de U$S 269,50 a U$S 273,50 por tonelada.

BUEN DESARROLLO
Simean destacó que, hasta el momento, el desarrollo de los cultivos en el país es “muy bueno”, porque estos tienen lo que necesitan: “agua, sol, calor, que ha determinado un buen desarrollo, especialmente en los cultivos de primera, que eran los mejor implantados cuando vino el aluvión de agua a fin de año y los primeros días de enero”. De todas maneras, aclaró que “en los cultivos de segunda y en aquellas siembras más tardías, se observa alguna mayor dificultad en el desarrollo de esos cultivos que demoraron en implantarse y que tanta agua junta no les ha venido muy bien y los apretó un poco”.
Indicó que también el sorgo “tiene una respuesta muy directa al agua en esta época y presenta una muy buena implantación y desarrollo”. Acotó que “algún episodio de resiembra hubo en cultivos de soja, pero fueron casos puntuales en alguna chacra”.
Con respecto a la situación de plagas, dijo que “es normal, y no se ha verificado esa explosión que se podía esperar ante las altas temperaturas y el exceso de humedad”, aunque precisó que se está observando “un rebrote importante de malezas y se tiene que aplicar herbicidas en casi todas las plantaciones”.

BENEFICIOSO
Sobre las bajas temperaturas que se han constatado en algunas jornadas de este verano --en comparación a otros años--, el profesional sanducero indicó que “es beneficioso, al ser uno de los factores que está jugando en la lenta aparición de las plagas y no permite la generación de plagas que se ha visto otros años”.
Además, indicó que, de aquí en más, la preocupación viene por lo que sucederá en la etapa crítica del cultivo, sobre todo en la floración de la soja, tanto en el cuajado de a flor como en el llenado del grano”.
Se trata de etapas que se comienzan a generar a fines de enero y febrero, “incluso en algunos casos en marzo, siendo una etapa clave en donde el agua no debería faltar”, explicó Simean. Acotó que “han levantado los pronósticos de sequía, por lo que tendremos un verano con normalidad de precipitaciones, lo que esperemos se concrete, porque es fundamental para consolidar este potencial de rendimiento que se presenta en las chacras”.

EMERGENCIA AGROPECUARIA
El presidente argentino, Mauricio Macri, declarará la emergencia agropecuaria por las inundaciones que golpean al campo argentino. “Estamos para asistir con todas las herramientas que tengamos”, dijo. “El cambio climático nos está pasando factura”, publica el diario La Nación con base en la conferencia de prensa que brindó el presidente argentina.
Con respecto a este punto, Macri sostuvo que “el cambio en los regímenes de lluvia vino para quedarse”. Según un informe del diario Ámbito, las inundaciones han impactado en la agricultura de manera que ya está descartada un 30% del área sembrada. Este número es un promedio estimado, principalmente de la zona de Santa Fe, no obstante, también hablan de predios que tienen comprometidos el 70% de su producción. El sector lácteo, también castigado en Argentina, que parece no terminar de reponerse y en 2016 cerró con una caída en su producción de 13%, prevé que, a raíz de las lluvias, las pérdidas alcancen los 45 millones de litros diarios durante febrero..