Deportes | 22 Ene El arquero Jackson Follmann, que sufrió la amputación de parte de la pierna derecha, el defensor Neto y el lateral Alan Ruschel, los tres jugadores del Chapecoense sobrevivientes a la tragedia del pasado 28 de noviembre, cuando el avión que trasladaba a la delegación para jugar la primera final de la Copa Sudamericana ante el Atlético Nacional de Medellín se estrelló con un saldo de 71 muertos, levantaron en la víspera el trofeo del torneo continental previo al partido ante Palmeiras, el primero que disputó el club tras el accidente. Inmediatamente conocida la noticia de la tragedia, el club cafetero pidió a la Conmebol que se declarara campeón al equipo brasileño, lo que pocos días después fue aceptado por el organismo que rige los destinos del balompié sudamericano.
Ayer, luego de casi dos meses, Chapecoense --que debió rearmar íntegramente el plantel-- jugó su primer partido, ante el Palmeiras y de manera amistosa. Los tres sobrevivientes recibieron el trofeo de la Sudamericana en medio de una enorme emoción, mientras que las esposas de los jugadores fallecidos recibieron las medallas de campeones que estaban destinadas a sus maridos. El club brasileño realizó 23 incorporaciones, 14 de ellas menores de 25 años, y ascendió a 11 juveniles, de cara a la intensa competencia local e internacional que tendrá por delante.