OPINIÓN

Locales | 22 Ene DECRETO NO AL FRACKING
EN TACUAREMBÓ
La Dinama (gubernamental) le asignó la categoría (B) al proyecto de la empresa Schuepbach de realizar 4 perforaciones exploratorias en la Cuenca Norte. En este caso la empresa debe confeccionar un informe de impacto ambiental y, una vez que éste es considerado aceptable, elaborar un Informe Ambiental Resumen (IAR) para ponerlo a consideración del público.
Dicho informe registra las acciones de la sociedad civil, las decisiones de las juntas departamentales prohibiendo el fracking y usa la decisión del Parlamento para invalidarlas.
Y es acá donde tengo entendido hay un pozo jurídico, no tienen la misma calidad legal las decisiones de Tacuarembó y las de Paysandú y Salto. Las últimas son plenamente vigentes y la de Tacuarembó se encuentra en un proceso donde el reciente fallo del Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCA) no avala la decisión del Parlamento sino que “deslinda su competencia”.
En Tacuarembó todos los ediles del Partido Nacional, más el edil del Partido Colorado, votaron NO al Fracking, así consta en las actas de sesiones de la Junta Departamental, entonces ante esta instancia de esta especie de vacío legal, lo mínimo que debería hacer todo el Partido Nacional sería recurrir ante la Suprema Corte de Justicia; esto no solo es cosa de los señores ediles, ni del intendente, ni del directorio, ni de los legisladores, sino que debe ser una cuestión de todo el Partido Nacional, están en juego las autonomías departamentales.
Pero además hace poco el Partido Nacional con bombos y platillos presenta denuncia penal ante la Justicia sobre todas las irregularidades, mala administración de todo lo sucedido en Ancap, donde hay denuncia de las irregularidades de las perforaciones, entre un gerente de exploración y explotación del ente, su sobrino representante de Schuepbach y un exdirector de la Dinamige. Con más razón aún se debería exponer fundamentos cautelares con este tipo de operaciones on shore.
Además si somos conscientes de que la fractura hidráulica o fracking al extraer gas o petróleo contamina los acuíferos --han denunciado evidencias de ello en todas partes del mundo--, ¿que estamos haciendo? Propiciando la muerte a través de la contaminación del agua, porque sin agua no hay vida; así de clarito.
Hay veces que es imposible describir las cosas contemporáneas sin ofender a muchos (Maquiavelo); después de arduo trabajo se juntaron unas 15 mil firmas en Tacuarembó que solicitaban un plebiscito donde todos resolviéramos estas cosas de las minerías y el fracking debido a sus impactos, pero por una decisión política de la Corte Electoral no se pudo realizar y la Junta Departamental, caja de resonancia de las inquietudes de la población, toma cartas en el asunto y resuelve decretar no a la megaminería y no al fracking.
Hasta el día de hoy no es comprensible la actitud del diputado frenteamplista de Tacuarembó de liderar la juntada de firmas para anular los decretos, único lugar del país qué se hizo eso; en los demás departamentos los frenteamplistas no actuaron: ¿será por defensa de las autonomías departamentales?
Los móviles pueden ser varios, dentro de ellos hay los suspicaces, pero solo el diputado puede aclarar por qué está a favor de una multinacional como Schuepbach. Como todos sabemos que estas multinacionales con las exoneraciones que le da el gobierno de turno se la llevan toda.
Lo más resaltable de todo esto es que se habla mucho de descentralizar pero por ahora puro humo, porque si por decisiones partidarias a todos los decretos departamentales se juntan firmas y se derogan a nivel de Diputados, entonces pensemos en cerrar las juntas y se ahorra mucho dinero. A no ser que ya sea en las juntas o en los tan proclamados municipios, se necesiten agentes políticos alineados al gobierno nacional y a los intendentes. Lamentablemente toda vez que se genera o se crea una herramienta de cambio, el poder la corrompe y se echa a perder. Así estamos.
Aldo Rous