Locales | 30 Ene Mariana Ravera, una joven de 19 años, que cursa Economía en la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración fue coronada Reina de la 30ª Fiesta de la Prensa, elección que volvió a realizarse en el Anfiteatro del Río Uruguay. Florencia Barrios, younguense de 18 años que reside en Salto, fue elegida Princesa, en tanto Dolores Fernández, de 15 años, futura química industrial y saxofonista, Miss Simpatía. La curiosidad quiso que fueran las tres últimas finalistas, las número 14, 15 y 16.
El escenario de cara al río Uruguay había sido dejado de lado en anteriores ediciones para volver a plaza Artigas, pero este año, cuando la fiesta que cambió para siempre la cara de enero en Paysandú cumplía tres décadas, se quiso volver al mayor escenario de la ciudad, con un aforo de más de 15.000 personas y que anoche albergó a más de 10.000.
Un intenso espectáculo que comenzó una vez más puntualmente --uno de los distintivos de la Fiesta de la Prensa a lo largo de toda su historia--, que en dos horas y veinticinco minutos eligió a las tres jóvenes mujeres que entre dieciséis bellezas mejor honor hicieron a aquello de que la belleza es un acuerdo entre el contenido y la forma.
En una noche bien de enero, con la música del grupo sanducero Ruby y la conducción de Antonella Arbelo y José da Cunda, el jurado tuvo eso que siempre se expresa y que no deja de ser cierto: la difícil tarea de seleccionar entre las finalistas a aquella que tuvo un destaque algo mayor, suficiente para ser reina de belleza, reivindicando en un todo al género femenino, en uno de los pocos certámenes que sigue fiel a la humana costumbre de aplaudir la belleza de la mujer.
Natalia Etchecopar por EL TELEGRAFO, Alejandro Leites, director de Turismo, por la Intendencia Departamental de Paysandú, Esteban González por BBVA, Enrique Olivera por Neovisión y Jorge Armentano por Vive la Vida, lo integraron.

HA TRANSCURRIDO VIDA
De aquel 1988 cuando todo comenzó hasta hoy no solamente pasaron treinta años, sino lo que siempre transcurre, la vida misma. Alberto Dorotte, Daniel Maidana, Jorge Masanti, aquellos que impulsaron la idea. Fernando Baccaro, Enrique Baccaro, Eduardo Provera, aquellos que desde cargos ejecutivos le dieron impulso y vuelo, mucho vuelo, en un mes por entonces solo en manos de los conciertos de las chicharras.
Hoy, la Fiesta de la Prensa de diario EL TELEGRAFO es una marca registrada por la comunidad, y plena de actividades organizadas desde todos los sectores de sanduceros. Entre sus particularidades, el acto culminante, el de cierre, es la elección de la Reina, cuando en la mayoría de las fiestas populares suele ser el del inicio.

DE NUEVO EN EL ANFITEATRO
Esta trigésima edición que culminó anoche, finalizó en el gran escenario de la ciudad, ese anfiteatro que había recibido a la Fiesta de la Prensa por primera vez en 2001, no un año cualquiera. Porque el día de elección de la Reina de ese año, fue el mismo en que se nombró a la avenida como De Los Iracundos. Obviamente, fue entonces cuando actuaron Los Iracundos. Y Jorge Gatto, el cantante, se dio el lujo gracias a la tecnología de hacer un dueto con Eduardo Franco, cantando “Candilejas”.
Las jóvenes que anoche desfilaron ante el Jurado y el público poco sabían de esta y otras historias. Pero sí ayudaron a seguir escribiendo la historia de la Fiesta.
Tras iniciarse el espectáculo puntualmente a las 21, las 16 finalistas --seleccionadas entre 50 aspirantes-- realizaron su primera presentación en ropa sport. Con el número 1, Lucía López Chaparro, con el 2, Noemí Lima Silva, con el 3 Rocío Micaela Durán, con el 4 Lorena Ciburo y con el 5 Melanie Sansberro.
Con el número 6 desfiló Paola Cáceres, con el 7 Ana Lucía Nuñez, con el 8 Lucrecia Moreira, con el 9 Cindy Zanoniani y con el 10 Agustina Cruz.
El número 11 correspondió a María Florencia Martiní, el 12 a Giannina Zardo, el 13 a Karina Díaz, el 14 a Mariana Ravera, el 15 a Florencia Barrios y el 16 a Dolores Fernández.
Los aplausos del público no se hicieron esperar, lo mismo que los carteles de familiares y amigos, destacando a una u otra finalista.
Posteriormente llegó el desfile en malla, que además permitió conocer la voz de cada una de las finalistas, pues --otro significativo distingo de la elección de la Reina de la Fiesta-- se presentaron una a una, hablando sobre sí mismas, sobre la noche de elección y la fiesta misma.
El grupo musical sanducero Ruby le puso música a los sueños y los nervios. Mientras las finalistas vestían el traje de noche con el que luego desfilaron, pausadamente, haciendo hincapié en su elegancia. De nuevo la música de Ruby volvió a atrapar a todos en el anfiteatro, sin por eso dejar de alimentar los sueños y los nervios de las finalistas, esperando el fallo.

LA DECISIÓN
Como cada año, sin dilación, tras la última presentación del grupo musical, Ruby este año, llegó el momento en que el público iba a comprobar si su elegida era la misma que la seleccionada por el Jurado. Por primera vez, no solamente el público presente en el anfiteatro, sino cualquier persona el cualquier parte del mundo, a través de la transmisión en directo a través del canal de YouTube de EL TELEGRAFO, pudo hacer esa comprobación.
Primero Dolores, luego Florencia y en la parte culminante Mariana, que recibió el cetro de su antecesora Tania de los Santos. Pronto sus brazos quedaron cubiertos de regalos y en sus rostros la sonrisa no tenía intención de retirarse.
El largo aplauso del público premió la belleza de la mujer y reafirmó el prestigio del certamen de belleza con el que la Fiesta de la Prensa cierra su ciclo anual. Y porque la vida y las acciones del ser humano están rodeadas de casualidades, el tema con el que fueron despedidas Mariana, Florencia y Dolores fue “New York, New York”, de John Kander y Fred Ebb, hecho mundialmente famoso por Frank Sinatra. Casualidad porque esa letra bien puede pensarse que habla de Paysandú, una ciudad que a su modo tampoco “nunca duerme”. Y puede pensarse en los sueños de estas tres jóvenes, hoy reconocidas por su belleza de contenido y forma. Porque ellas también hoy pueden cantar: “Si alcanzo el éxito en ti/ no habrá fronteras para mí/ decide tú/ Paysandú, Paysandú”.