LA INCLUSIÓN FINANCIERA
EXCLUYE AL PEQUEÑO COMERCIO

Locales | 29 Ene Un pequeño comerciante sanducero, con un almacén, vendió un producto valor 59 pesos con tarjeta de débito y recibió como pago de la empresa emisora un cheque por $9,98. Ante este problema, resolvió poner un mínimo de $500 para el pago con tarjeta de débito.
Si bien la comisión que cobra el emisor es de alrededor de 2% más IVA, le cobra "gastos de administración" por $39 más IVA (total de $47,58), ya que le pagó con un cheque.
El argumento de la empresa es que debe tener una caja de ahorros en el Banco de la República que esté a nombre de la sociedad de hecho del almacén y no de uno solo, pese a que la sociedad de hecho está conformada por el matrimonio. Si no tiene esa cuenta, le pagan con un cheque cuyo valor descuentan de la venta. Además, la venta la hizo el 3 de enero y recibió el cheque para cobrar el 16.
"Todas las demás tarjetas me aceptaron la cuenta que está a nombre de mi señora, pero esta (da el nombre) me exige tener una cuenta a nombre de los dos. Ya tenemos una, y para abrir otra tengo que presentar un informe de contador que me sale más de 1.500 pesos, y tengo que dejar siempre un saldo a favor", explicó Carlos a EL TELE-GRAFO.
Se trata de un pequeño almacén de barrio, que con el aumento de la cantidad de tarjetas de débito, optó por dar esa facilidad de pago a sus clientes y poder generar también mayores ventas. Sin embargo, esta situación le genera un problema mayor, ya que, según dijo, le aumenta los costos y lo obliga a hacer inversiones que no está en condiciones de realizar.
"Además, tengo la maquina de POS (para pasar las tarjetas) que me cobra $750 por mes por el servicio y si le sumo esos otros costos, hay veces en que pago para vender", por lo que entiende que debería adecuarse la reglamentación para no hacer más oneroso la concreción de ventas en el almacén.