Locales | 02 Feb El arroyo La Curtiembre ha sido incluido en un proyecto de evaluación de cañadas urbanas, que monitorea cuatro cursos de agua en diferentes puntos del país.
En el marco de esta iniciativa, se realizan muestreos de calidad de agua en tres puntos diferentes. Se trata de un proyecto que se lleva a cabo en el marco del Núcleo Interdisciplinario de la Universidad de la República (UdelaR) con el que se propone hacer un aporte hacia metodologías de evaluación que puedan ser aplicadas en otras ciudades para conocer el estado de los cursos de agua urbanos, así como sumar información que se pueda poner a disposición de la población para concientizar sobre la condición de estos sistemas acuáticos. A causa de la expansión y densificación de las ciudades, los sistemas fluviales urbanos sufren transformaciones derivadas, entre otras causas, por el aumento en la cobertura de superficie impermeable dentro de las cuencas urbanas. Esto altera la hidrología y geomorfología, así como la calidad de agua y la fauna del sistema, produciéndose evidentes pérdidas en los servicios ecosistémicos, como la función de amortiguar las inundaciones, el espacio de esparcimiento y actividades recreativas.
Según se fundamenta en la descripción del proyecto, durante muchos años se promovió que las aguas salieran lo más rápidamente posible de la ciudad, "canalizándolas u ocultándolas (paradigma higienista). Este enfoque, que permanece hasta el presente, adopta como solución el entubamiento de los cursos, pretendiendo hacer desaparecer el problema". Agregan que en lugar de resolverlo, se generan nuevos inconvenientes como inundaciones o arrastres de sedimentos, en particular en momentos de eventos de precipitación extremos.

DÓNDE
El proyecto se llevará a cabo en forma paralela en cursos de agua urbanos de cuatro ciudades, aunque eventualmente podrían incorporarse otros posteriormente. Se trata de La Curtiembre en Paysandú, la cañada Salada en Maldonado, el arroyo Ceibal en Salto y la cañada Casavalle en Montevideo.
En estos cursos se realizarán aforos y muestreos mensuales de calidad de agua sobre parámetros que puedan ser analizados por los diferentes participantes como pH, oxígeno disuelto y temperatura, conductividad, sólidos totales en suspensión, materia orgánica en suspensión, DBO5 y coliformes fecales (termotolerantes).
Las mediciones se realizarán en determinados espacios en cada uno de los cursos para la obtención de información que permita comprender las características de los cursos y sus diferentes tramos. Entre lo que se identificará, se menciona: características de la urbanización, ocupación de las planicies y sistema de drenajes pluviales, entre otros.
Los productos obtenidos serán puestos a disposición del público en general en la página web del Núcleo: www.aguasurbanas.ei.udelar.edu.uy, donde ya hay material disponible.

PAYSANDÚ
En el caso de La Curtiembre, el trabajo de relevamiento se realiza en conjunto entre la Unidad de Gestión Ambiental de la Intendencia Departamental (UGA) y el Polo de Ecología Fluvial del Centro Universitario Paysandú de la UdelaR.
En el laboratorio de la Intendencia se analizan coliformes fecales y se mide algunos de los parámetros, pero para los análisis de nutrientes (fósforo y nitrógeno), las muestras se mandan al laboratorio del Centro Universitario Región Este, en Maldonado.
Hasta el momento se han realizado tres muestreos en los meses de noviembre, diciembre y enero, los que se efectúan en tres lugares: el primero a la altura de avenida Ferreira Aldunate (cabecera del arroyo), el segundo en Zorrilla de San Martín (punto medio) y el tercero en Nuevo Paysandú, en el tramo cercano a la desembocadura.
Según se indicó a EL TELEGRAFO, de los tres puntos de medición, el lugar que presenta peores valores es el segundo, ya que recibe descargas cloacales, basura y aportes de pluviales.