Rurales | 06 Feb La asesora legal de la Federación Rural y del Plan Estratégico Nacional del Rubro Ovino (Penro), doctora Fernanda Maldonado, señaló que más allá de los procesamientos, las noticias de casos de abigeato “sin duda no son buenas, porque el daño ya está hecho”. Sin embargo, es bueno “cuando escuchamos de procesamientos con prisión, sobre todo porque con ese objetivo se trabajó mucho para la nueva legislación que hoy está vigente” en torno a este delito.
Explicó a diario Cambio que “el daño sobre el productor ya está hecho, ya sufrió el perjuicio del robo y muchas veces sucede que se pena por algunos, se logra probar unos y otro tanto queda afuera”. Al mismo tiempo, señaló que “son avances que sin duda hay que destacar y hay que seguir trabajando mucho”.
Según la profesional, los trabajos deben ir más allá de lo que significa la legislación y se debe priorizar en “la forma de investigación del delito del abigeato y de la capacitación sobre los perjuicios que esto puede causar”. Estos “no solamente tienen que ver con el daño económico al productor rural, sino con todo el desánimo que existe sobre la producción y el daño moral, porque todo lo que ello repercute en lo que es la fuente de trabajo y en lo que es la cadena sobre todo en el sector ovino”.
Señaló que durante los últimos meses del año 2016, “a través del Plan Estratégico Nacional del Rubro Ovino y en colaboración con Fiscalía de Corte, se realizó una serie de talleres de capacitación en los departamentos del norte. En primera instancia en Tacuarembó, donde se reunieron fiscales de ese departamento, Rivera y Paysandú; después en Salto con fiscales de Salto y Artigas”.
En estos talleres de “sensibilización”, como los denominó la profesional, trabajaron técnicos del Instituto Nacional de Carnes (INAC), del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) y de la Federación Rural. “La idea es sensibilizar sobre las consecuencias. Aquí hay muchos temas que hay que poner sobre la mesa cuando hablamos del delito del abigeato, que tiene que ver esencialmente con la salud pública. Es algo que nos concierne a todos como sociedad”, dijo la asesora de la Federación Rural.
Maldonado remarcó que el daño de este delito no solamente afecta al productor rural, sino también “a aquellos que en última instancia son consumidores de productos que provienen o pueden provenir de este delito”. Se debe recordar que el productor aplica productos veterinarios para el control de parásitos que tienen cierto tiempo de espera; si los mismos no se cumplen en tiempo y forma pueden generar problemas en la salud humana. La profesional mencionó que a partir de marzo se continuarán con estos talleres y se ha realizado “una propuesta al Centro de Capacitación del Poder Judicial, para incorporar en estos talleres a los jueces”.
También se están realizando trabajos “en la elaboración de una estrategia de investigación y de ataque a nivel nacional. Hemos tenido varias reuniones en los meses de noviembre y diciembre pasado. Estamos para solicitar en breve una reunión con el ministro”.

RECEPTIVIDAD
Según el balance realizado de los primeros talleres que se llevaron adelante sobre el cierre del 2016, “la respuesta que tenemos es buena. Cuando vamos a los talleres, el interés es muy grande” por parte de los fiscales. La doctora Maldonado dijo que “es un tema muy complejo” y remarcó que “muchas veces no se le destina todo el tiempo que creemos, sobre todo como perjudicados, es necesario”.
Para la asesora legal de la Federación Rural falta conocimiento del delito, desde los inicios de la formación académica. “Siempre nos quejamos de la falta de conciencia agropecuaria y de la poca presencia que tenemos en los temas que vinculan al sector en lo que es la formación de los profesionales, ya sean abogados u otros”, acotó.
En el desarrollo de estos talleres se encontró un interés importante por parte de los fiscales, quienes además plantearon “un acceso a la información más rápida”. Por esa razón, se viene trabajando en “la posible firma de un convenio entre lo que es el SNIG-Dicose con Fiscalía de Corte, para que los fiscales pudieran acceder de forma inmediata a la información sobre la propiedad de los animales”.
Expresó que este delito se encuentra en el marco de lo que es “la inseguridad general”. Expuso que “como sector privado”, dentro de sus posibilidades, se ha tratado de aportar sobre este temática a nivel general. “Hoy no solamente se habla del abigeato, sino también del hurto a los propios establecimientos y es un tema que sin duda preocupa. Cuando los productores o sus trabajadores no están presentes en los establecimientos, los delincuentes aprovechan y también mucho más cuando estos establecimientos son abordados con sus habitantes, que ha pasado y hemos tenido consecuencias lamentables sobre eso”.

DATOS DEL DELITO
Maldonado dijo que se está realizando una “evaluación del último año”, donde se observa que a priori “el delito se mantiene” con variantes en los diferentes meses entre años. La profesional aclaró que estos datos “no reflejan totalmente la realidad. Nos estamos guiando por las estadísticas llevadas adelante por el Ministerio del Interior” y recordó que no todos los productores realizan las denuncias correspondientes.
En el grupo de trabajo del Plan Estratégico Nacional del Rubro Ovino (Penro) se está trabajando en la implementación de un sistema para la recepción de denuncias por parte de los productores. “Por nuestra parte, no tenemos aún implementado un sistema para llevar nuestras propias estadísticas y registros. El Penro sí está trabajando en eso, en la elaboración de unas planillas; se está estudiando si se realizará de forma electrónica o no y a su vez si integrarlo con otros perjuicios como predadores y demás, incluso por las jaurías”.
La creación de este sistema para la recepción de denuncias tiene como base el comparar “la información con los datos oficiales”. Sin embargo, la profesional aclaró que no se busca “contraponer unos datos con otros, sino simplemente trabajar en concordancia, con colaboración, porque sabemos que muchas veces a los productores les cuesta mucho el tema de la denuncia y el abordaje de cuáles son los mecanismos”.
“Hay que trabajar mucho en el proceso de investigación del delito, cómo se aborda. Muchas veces el abigeato no se investiga en cadena, se va al hecho puntual de un productor que denuncia determinado faltante, se descubre éste, los eventuales responsables y después no se continúa con esa investigación”, dijo la profesional.
Recordó que este tema va más allá del perjuicio del productor, por lo que señaló que se debe continuar investigando para saber “dónde fue a parar ese producto, cómo se comercializó, quién lo adquirió. Es decir, hay que hacer uso de la aplicación de cierta inteligencia, por decirlo de alguna forma”. Remarcó que el Instituto Nacional de Carnes trabaja en “algunos protocolos para la implementación de los análisis de ADN, que es fundamental y que el instituto tiene a disposición para poder aclarar muchos delitos del abigeato”.
Concluyó que “el abordaje se tiene que hacer desde el punto de vista del abigeato puntualmente y después del punto de vista nacional para una política de combate al delito en términos generales”.