Policiales | 05 Feb Pasadas las 22, dos hombres irrumpieron en una despensa de la zona de Guayabos y avenida San Martín y tras forcejear con las empleadas, a quienes apuntaron con un arma calibre .22, lograron llevarse la caja registradora con una suma de dinero no especificada, ya que estaban por hacer el arqueo.
Aún con los nervios por la situación vivida, un testigo que vio a los malvivientes emprender la fuga y contuvo a las víctimas, narró a EL TELEGRAFO cómo se suscitaron los hechos. “Estaban tres de las chicas que trabajan en la despensa y justo el dueño había ido hasta la casa, que es lindera. Entraron dos, uno con la cara tapada por un casco y el otro con el rostro descubierto. Las apuntaron con el arma y uno agarró a una de las chicas del buzo y le colocó el arma sobre el pecho”, indicó. Con violencia y gritos, los delincuentes lograron amedrentar a las jóvenes y en cuestión de segundos tomaron la caja registradora y le arrancaron los cables.
“Cuando se iban, una de las gurisas golpeó una puerta que da para la casa y salió el dueño del comercio. Se encontró con ellos de frente y cuando quiso reaccionar, lo apuntaron el arma. Como él empezó a gritar, su cuñado llegó corriendo y logró enfrentarse a uno. El tipo le apuntó con el arma y él le dio un golpe en la mano y se escapó un tiro que por suerte no le pegó a nadie”, sostuvo. Al ver que los delincuentes estaban decididos a todo o nada, desistieron de enfrentarlos y dejaron que se dieran a la fuga, a la vez que llamaron al 911. La policía se hizo presente de inmediato y efectuaron una recorrida por la zona. Efectivos del Grupo de Respuesta Táctica y de la Seccional Primera, munidos con armas largas, inspeccionaron varias fincas abandonadas de la zona de San Martín y Juncal. Al cierre de nuestra edición, continuaban en procura de detener a los malvivientes.