Deportes | 07 Feb Luego de la victoria obtenida el domingo como visitante en Rivera por los cuartos de final de la Copa Nacional de Selecciones de OFI, la selección Sub 18 de Paysandú se reintegró en la víspera a los entrenamientos. Los jugadores que jugaron ante los riverenses realizaron ejercicios regenerativos en tanto que los que no lo hicieron entrenaron con mayor intensidad.
Con su triunfo por 2 a 0 de visitante, la Blanca chica quedó a un paso de la clasificación a la tercera fase del Nacional, debido a que con tan solo un empate o una derrota por mínima diferencia igualmente puede clasificar.
Pero de acuerdo a lo demostrado en el primer partido, Rivera no inquietó mayormente al equipo orientado por Antonio Cáceres, más allá que por errores defensivos en el juego aéreo inquietó en alguna oportunidad a la última zona sanducera.
El seleccionado riverense tuvo un mejor trato de pelota que los sanduceros, pero todo quedaba en la línea media porque no profundizaba y cuando metía futbolistas en el área rival, no llegaba con demasiados jugadores como para lograr sacar rédito en el juego aéreo y por lo tanto carecía de peso ofensivo.
La Pay 18 tuvo buenos momentos y tuvo profundidad, más allá de que no jugó bien el primer tiempo. Paysandú no lograba juntar sus líneas para asociarse con mayores posibilidades y se puso en ventaja gracias a un golazo de Fabián Borges.
Si bien en el segundo tiempo mejoró en el arranque del partido con varios circuitos asociativos, tanto por derecha como por izquierda, ampliando el frente de ataque. Incluso una de estas alternativas le permitió llegar al segundo gol anotado por Cabaña, con participación de más jugadores en los sucesivos toques.
Luego de conseguir este resultado, la Blanca chica se agrupó bien para defender la victoria e intentar de contra lograr algún gol más que no logró por distintas circunstancias del juego.
Sin dudas un buen resultado que le permite a los sanduceros esperar mañana a Rivera con tranquilidad debido a que la visita deberá ganar por el mismo resultado para forzar los penales o ganar por una diferencia de tres goles para seguir de largo en el certamen.