Deportes | 06 Feb “El hecho de que se pasara a ser Dirección de Deportes fue algo más que simbólico, porque en los hechos hubo mucha actividad, sobre todo teniendo en cuenta que comenzamos a desarrollar las líneas previstas: desarrollo en el deporte comunitario, mejorar la infraestructura deportiva y apoyar al deporte federado”, dijo el director de Deportes de la Intendencia, Julio Logiurato, tras un año y medio en el cargo.
Logiurato destacó que “lo más importante se ha dado en el deporte comunitario”, no solo apostando a las escuelas de iniciación deportiva sino también trabajando en conjunto con diferentes instituciones a efectos de llevar adelante una descentralización para que la propuesta de realizar actividad física estuviera no solo en toda la ciudad sino también presente en el interior departamental.
En ese sentido, el director de Deportes afirmó que “mantuvimos lo que estaba y apostamos a un mayor desarrollo”, por lo que “de cinco escuelas de iniciación deportiva pasamos a 13”, pero también intentando aumentar el apoyo “al niño y adolescente, al deporte femenino y al adulto mayor”.
Uno de los puntos altos de la gestión --a consideración de Logiurato-- es el hecho de que “el 40 por ciento de los participantes en las escuelas deportivas son mujeres, por lo que superamos abiertamente el objetivo nacional”, así como también “la cantidad de adultos mayores que participaron de las propuestas”, al punto que “el grupo de Esperanza se anotó todo para los complejos deportivos” (que hoy cuentan con más de 1.400 inscriptos para la temporada de verano.
“Son cosas que no se ven”, afirmó Logiurato con respecto al trabajo realizado junto a los Faroles Comunitarios, el Instituto Nacional de Rehabilitación, el INAU, la conformación de una policlínica para chicos con problemas metabólicos en conjunto con el Ministerio de Salud Pública, así como la constante evaluación médica de los integrantes de las escuelas deportivas y charlas que apuntan a “potenciar el desarrollo deportivo básico de niños y adolescentes, promover en ellos el gusto por el deporte y que estimule hábitos saludables”. Por ejemplo, “se hizo un trabajo importante con las selecciones de fútbol Sub 14 y Sub 15”, justamente en ese sentido, “y son las cosas a las que no se hace referencia a la hora de hacer un balance”.
Logiurato hace un repaso de varios de los aspectos en los que se ha trabajado, y no deja de mencionar el hecho de apostar a la capacitación.
“Hemos realizado un número importante de charlas a través de diferentes instituciones, alguna de las cuales incluyó un aspecto fundamental para que los clubes entiendan que existen herramientas para conseguir apoyo, como la ley de patrocinio deportivo que, increíblemente, se realiza a través de un fondo que tiene cada vez más dinero porque no se presentan proyectos”.
Más allá de charlas y capacitaciones específicas, que fueron desde socorrismo y reanimación cardiorrespiratoria hasta de natación, por ejemplo, “se realizó un cursillo de gestión deportiva junto a la Udelar, que tuvo excelente respuesta”, y que “según los propios participantes, les abrió la cabeza dado que no se puede gestionar vendiendo tortas fritas”.
El diálogo abarcó muchos aspectos, que serán abordados en una próxima entrega. “Nos habremos equivocado en un montón de cosas, con seguridad”, dijo Logiurato, que piensa a futuro. “Hay muchos objetivos para este 2017. Desde que comiencen a funcionar todas las escuelas al mismo tiempo, sabiendo que debemos cubrir de mejor manera al interior del departamento, y profundizar algunos lineamientos”, dijo.
El trabajo con discapacitados será una de las prioridades, así como apostar al deporte femenino, la salud y la capacitación.
Y, entre otras cosas, a generar actividades importantes (“Paysandú tiene que tener competencias características”), estando en carpeta los 40 años del Estadio Cerrado.