Deportes | 05 Feb Le decían “Ciengramos” en razón de su talla, pero futbolísticamente equivalía a cientos de kilos. Una tarde del año 1953 se lo llevó Nacional de Montevideo gracias a la visión del entrenador de aquel tiempo, Héctor “Manco” Castro.
Había nacido el 25 de noviembre de 1935, y de pibe demostró sus innatas condiciones para la práctica del fútbol. Se llamaba Héctor Rodríguez, nacido en un barrio de Paysandú que dio varias figuras rutilantes al fútbol uruguayo. Jugaba en el Rampla local, y Nacional se lo llevó.
Jugando en las formativas de Nacional, junto a otros que luego también serían figuras como Héctor y Raúl Núñez, Julio Acosta y Guillermo Escalada, fue consolidando su capacidad futbolística y un 15 de diciembre de 1956 fue ascendido a Primera División conjuntamente con los compañeros mencionados. Debutaron contra Independiente argentino venciéndolo por 6-1.
“Ciengramos” fue autor del gol más rápido en un clásico ante Peñarol, a los 18 segundos de comenzado el partido, pero además fue el autor de los tres goles con los que ganó Nacional el 18 de agosto de 1957.
Fue campeón uruguayo con Nacional precisamente en ese 1957, integró el equipo que cumpliera excelente gira por Europa en 1958 y enfrentara en Montevideo en un recordado 0 a 0 al Real Madrid.
Jugaba como entreala derecho, lo que hoy sería un volante de creación, con un gran dominio de la pelota, una habilidad sorprendente, un Clase A del fútbol profesional uruguayo en la década del 50.
Permaneció en Nacional hasta el año 1962; entre 1963 y 1968 jugó por Rampla capitalino, luego en Bella Vista retirándose del fútbol en 1972.
Se fue uno de los jugadores más talentosos del fútbol uruguayo de su tiempo. Un sanducero con clase. A sus familiares el sentido pésame de Deportes de EL TELEGRAFO.