Rurales | 14 Feb Las precipitaciones registradas este fin de semana en gran parte del país, pero especialmente en la región, donde el máximo “oficial” se verificó en la Estación de Meteorología de Paysandú con 244 milímetros desde el viernes --la estación meteorológica automática de la Eemac iba registrando 377 mm hasta anoche--, impactan “muy favorablemente” en los cultivos de verano, de acuerdo a lo señalado a EL TELEGRAFO por el ingeniero agrónomo Edgardo Nasta.
El técnico explicó que “las lluvias llegan en un momento muy oportuno, y si miramos el desarrollo que tienen los cultivos, tanto de soja como de sorgo, están entrando en su etapa reproductiva, el momento más crítico en donde la falta de agua puede ser muy perjudicial si no es suficiente para los rendimientos finales”. Y reiteró que “llega en un momento óptimo”.
Aclaró que a esta altura del año “no genera problemas al cultivo” --como sí sucedió en abril del año pasado cuando las precipitaciones superaron los 500 milímetros en 20 días--, aunque acotó que “lógicamente los excesos siempre nos ocasionan algún problema, como es la parte operativa de los establecimientos rurales”. Se refiere a la situación que viven los tambos de la zona de la ciudad de Paysandú, que “puede complicar por la falta de piso durante algunos días para el manejo del ganado, y también porque no se pueden hacer labores y tratamientos en los cultivos”.
De todas maneras, indicó que los productores “ya habían realizado sus tratamientos de cobertura contra insecto y sanitario. En la medida que esta situación de saturación no continúe por mucho tiempo, no tiene por qué ser perjudicial”.
El integrante del departamento técnico de Copagran expresó que de continuar las lluvias, “empiezan a visualizarse otros fenómenos, como la saturación del suelo, que determina que el agua se vaya directamente a los arroyos y ríos, ocasionando eventuales erosiones”. De todas formas, puntualizó que “de la forma en que se han verificado las lluvias hasta el momento, no hay riesgo grave de problemas”.
En lo que respecta a la situación sanitaria, indicó que estos días de continuidad de lluvias “hacen propicio el desarrollo de enfermedades”, pero estableció que también depende mucho “de que tan rápido se vuelva a la normalidad y cuánto tiempo permanezcan mojados los cultivos”.
Nasta señaló que la situación previa a estas jornadas de lluvias era de “necesidad de precipitaciones, porque la mayoría de los cultivos estaban en un punto donde si no llovía en este momento, comenzaba a afectarse el rendimiento”. Había algunas zonas, “y en especial áreas chicas en la vuelta de San Javier, y de ahí al norte, en donde la falta de agua realmente comenzaba a afectar”, dijo.

LLUVIAS
En la zona de Paysandú, sur del departamento y en los alrededores de Young, “las precipitaciones superaron los 200 milímetros en tres días”, explicó el ingeniero Edgard Nasta. “Pero también hay zonas en donde hasta el sábado prácticamente no había llovido, a la altura del kilómetro 70 de la ruta 26, al Este, y la zona de Quebracho en donde hasta ese día tenía menor registro al de la ciudad. Pero al lunes ya tenemos valores superiores a los 80 y 100 milímetros en esos lugares”.
De acuerdo a un relevamiento efectuado por EL TELEGRAFO, en Arroyo Negro llovió 230 milímetros; a la altura del kilómetro 12 de ruta 90 fueron 122; Quebracho 106, Santa Blanca 99, Guaviyú 88, El Eucalipto 70, Guarapirú 40 y en el kilómetro 122 de ruta 26 llovió 5 milímetros.
A nivel nacional, y tomando como referencia la información difundida por Inumet desde el viernes y hasta las 7 horas del lunes, en Artigas llovió 77 milímetros; Salto 71, Río Negro (Fray Bentos) 192, Soriano (Mercedes) 150, Tacuarembó 36 y Durazno 131.