MARCELO SARACCHI

Deportes | 20 Feb Marcelo Saracchi se aprestaba a recibir el homenaje de la Intendencia Departamental. Sin poses, tranquilo, amable, sencillo. El que en pleno festejo se acordó de su Progreso, levantó la bandera de Paysandú, la que le dieron cuando fue a jugar en la selección Sub 17.
“Aquella vez se la di a un hincha en la tribuna para que me la tuviera, pero el festejo no pudo ser. Ahora en Quito tenía miedo de que me pasara igual, pero felizmente hubo festejo y ¡cómo no me iba a acordar de Progreso, de Paysandú, de mi gente!” Uno sabe de donde salió. Trato de llevarlo siempre adentro a donde vaya, cuando juego cada torneo en el exterior”, dijo quien se consagró campeón sudamericano Sub 20 con la selección uruguaya de fútbol.
“La verdad es que todavía no caímos”, dijo con respecto a que Uruguay consiguió un título que le era esquivo hacía 36 años.
“Y... vos fijate que la última vez que Uruguay salió campeón Sub 20 nosotros no éramos ni nacidos, y capaz que todavía uno no se da cuenta de lo que logró. Pero bueno, creo que con el tiempo nos vamos a ir dando cuenta realmente”, afirmó.
Un buen grupo, buenos jugadores, los recambios funcionaron. Esas fueron, entre otras, las razones de esa consagración. “Eso fue lo principal, que los que entraban funcionaban igual que los titulares, y eso fue una cosa que también mucho nos ayudó a lograr el título. Todos y cada uno tuvieron partidos buenos, manteniendo el rendimiento colectivo del equipo”, reconoció.
Se superaron algunas dificultades, y en competencia fueron de menos a más, más allá del partido perdido con Venezuela. Saracchi indicó al respecto que “algunos de los jugadores del exterior no venían, los de Primera tampoco podían ir a entrenar siempre. Al grupo al principio le faltaron algunas cosas, pero con el tiempo nos fuimos acoplando bien todos”.
Eso sí, “Venezuela fue una espina que quedó clavada (le ganó a Uruguay y evitó la consagración anticipada de los celestes), pero creo que después del nuestro era el equipo más fuerte por la preparación que tuvo, y por los jugadores. Fue un traspié inesperado, los nervios también nos complicaron y algunos jugadores los sentimos, porque sabíamos que ganando ese partido una fecha antes de terminar el campeonato podíamos salir campeones; un poco fue eso, pero por suerte en la última fecha lo pudimos ganar”.
Uruguay fue un equipo que nunca bajó los brazos y por eso ganó partidos casi al cierre del juego, esa fue la impresión que quedó a la distancia, y fue compartida por el sanducero. “Creo que haberle ganado a Argentina y a Brasil en las dos primeras fechas del hexagonal, cuando parecía difícil, para nosotros en lo anímico resultó fundamental. Pero no nos olvidamos que ganarle después a Colombia por 3 a 0 también resultó más que importante, dejando al equipo muy bien posicionado y por eso quizás nos confiamos un poco ante Venezuela”.
Pero fue tiempo de festejo. De romper una racha demasiado extensa sin vuelta olímpica en la categoría. Pero el futbolista de Danubio mantiene los pies sobre la tierra.
“Al título sudamericano no te lo saca nadie, pero eso no implica nada. Hay que seguir jugando, seguir metiendo porque lo hecho anteriormente, cuando pasa el tiempo, ya no sirve de nada. Creo que tuve un buen campeonato, que aporté mi esfuerzo al equipo. Este título valoriza, pero hay que seguir trabajando. Significa solo eso, va en cada uno. Si mañana sale el pase es una cosa, pero lo importante es seguir jugando y creciendo, defendiendo a mi equipo no quedarse solo pensando en un posible pase”. “Chapatín”