Deportes | 20 Feb Ya se habían aprobado la Memoria y el Balance del ejercicio correspondiente a la temporada del básquetbol local 2016. Y llegó el momento que todos estaban seguramente esperando, la certificación de lo que Sergio Picasso había manifestado en su momento, la renuncia de todo el cuerpo de neutrales de la Liga de básquetbol a falta de un año para culminar su mandato.
Y lo hizo, empleando un tono suave pero firme, como para pensar de que esta decisión no tendría marcha atrás. “Algunos dirán, si los números fueron halagadores, si este año la actividad fue intensa y los campeonatos terminaron todos sin problemas, si se movieron más de dos millones de pesos en siete meses ¿por qué se van? Pero hubo cosas que molestaron. Por eso tomamos esta decisión y creemos que les hacemos un bien”, comenzó diciendo Picasso.
“Queremos irnos tan contentos como lo estábamos cuando asumimos aunque hay tristeza de nuestra parte. Les agradecemos la colaboración que recibimos de ustedes. Estamos a las órdenes para cualquier consulta. Me permito recomendarles que sigan manteniendo el contacto permanente con las demás Ligas integrantes de la OBL porque es fundamental hacerlo, poder disputar los torneos de clubes y selecciones como se jugaron en la pasada temporada dándole mucha actividad a las formativas”, añadió.
A su turno, Kanovich y Delgado dieron sus puntos de vista. Kanovic manifestó en un momento que “quizás personalmente me puedo haber equivocado en permitir que algún club fuera contemplado cuando tenía deudas y seguir jugando. Pero yo miraba esto como una familia y no quería que se perdiera ningún integrante”.
Delgado por su parte, agradeció “la confianza que me han tenido, porque no es sencillo manejar dinero que era de ustedes, de los clubes”. Beceiro y Cabillón simplemente expresaron “gracias por la confianza, quedamos a las órdenes”.
Nos quedamos pensando si ese no sería el momento para que alguno de los representantes de clubes tomara la posta y les preguntara si no existía la posibilidad de una marcha atrás en la decisión tomada, algo que hasta es de estilo en estos casos, pero no sucedió.
Y sin poder abrir una opinión al respecto, creemos de que los clubes estaban convencidos de que no habría marcha atrás, era una decisión tomada, un hecho consumado.
Hubo sí palabras de agradecimiento hacia los neutrales. Después el abrazo, el apretón de manos con todos. Fue simplemente una despedida. Y quizás alguno pudo haber quedado reflexionando como nosotros, “otro cuerpo de neutrales que pasó por la Liga de Básquetbol de Paysandú”. “Chapatín”