Rurales | 19 Feb No es la primera vez que ocurre. La jauría de perros vuelve a matar varios ovinos --otros quedaron mordidos-- al productor Alejandro Stirling, de la zona de Piñera, sin que se logre dar con el paradero de los animales.
“A partir del martes notamos que empezaron a entrar perros al campo y constatamos que había seis ovejas muertas y ocho con mordeduras”, explicó el productor a EL TELEGRAFO. “El miércoles mataron otras seis y el jueves fueron cinco ovejas muertas más y varias con mordeduras, lo que totaliza 17 ovejas muertas y 14 mordidas”.
“No hemos logrado dar con los perros, a pesar de haber efectuado controles durante la noche; ha sido imposible encontrarlos”. Subrayó además que “no sabemos qué hacer, porque es un tema de nunca acabar”.
Y para ilustrar la situación, Stirling señaló que, en otras épocas, “esas cosas no pasaban. Siempre se daban por los meses de abril o mayo, pero ahora se adelantó la época de matanza de los perros y empezaron en verano”.
Reconoció que “ha venido la Policía, ha efectuado las inspecciones pertinentes, pero no se ha podido localizar a los perros”.
Especificó que, en las últimas oportunidades en las que los perros le mataron ovejas, estos provenían de la zona de Piñera “y ahora puede ser también, o tal vez gente que anda cazando, pero es complicado si no vemos a los perros”.
Expresó que la solución no pasa por sacar a los lanares de los potreros más cercanos al centro poblado. “He sacado majadas de los lugares por donde me entraban los perros y se van a otros lugares, porque ya me han matado ovejas en cuatro potreros que tengo”.
Se manifestó “cansado” y piensa qué hacer con el futuro de los ovinos en el establecimiento. “Esperamos que se tranquilice y se le encuentre una solución a este problema”.
Con respecto a la utilización de animales de guarda, expresó desconocer qué experiencia existe con los perros Maremma, burros californianos o llamas, aunque reconoció que “depende de uno mismo darse maña para solucionar estos temas”.
También fue muy directo con la situación con los vecinos. “Si nos comunicáramos y ante un problema de estos le avisáramos al productor que tenemos al lado, seguramente sería más sencillo y se podría buscar cómo solucionar el tema”.
Sostiene que el stock de ovejas ha bajado en el país por varios factores. “Uno de ellos es la falta de gente para trabajar, pero creo que principalmente por el impacto que tiene la matanza que hacen los perros en los establecimientos”.
Consultado sobre si desde la Comisión de Tenencia Responsable y Bienestar Animal (Cotryba) ha tenido algún acercamiento, dijo que “hasta el momento, no. He realizado un montón de denuncias, pero nunca nadie se ha comunicado conmigo, aunque tampoco pretendo que lo hagan, sino que se busque una solución con el problema de los perros sueltos”.
“Entiendo que hay que sentar el precedente y denunciar lo que pasa, pero sucede que viene la Policía, con la que está todo bien, constata los animales muertos, pero después hay que encontrar a los perros para que no sigan haciendo daño. Pero no es fácil, porque los perros ya están sobados y entran a matar de madrugada y se hace imposible agarrarlos”, sostiene.