Rurales | 20 Feb Los distintos informes y apreciaciones de técnicos consultados coinciden que hasta el momento los cultivos de soja muestran buenos desarrollos y comenzaron a jugarse el rendimiento al estar en plena etapa reproductiva, alentados por las interesantes precipitaciones, que a pesar de ser irregulares en algunas regiones, son igual de positivas en una época en donde el agua suele escasear.
Las precipitaciones han sido prácticamente semanales en la región en lo que va del año –la excepción fue entre el 10 y el 30 de enero, en donde no llovió en Paysandú y algunas zonas del litoral– y es como si el riego “estuviera instalado en las chacras”, favoreciendo el desarrollo.
Pero lo que importa como país es que casi no hay zonas con lluvias insuficientes en lo que va del verano. Para no ir más lejos, en la jornada del viernes los departamentos limítrofes con Brasil recibieron lluvias que oscilaron en los 80 milímetros, con picos en Rivera de hasta 120 milímetros.
De acuerdo con la información proporcionada por el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet), entre las 7 del viernes y las 7 del sábado, las precipitaciones más importantes se verificaron en Quebracho con 70 milímetros (en la Estación de Meteorología de Paysandú fueron 30), San Gregorio, en el departamento de Tacuarembó, 50 y en Cañada Grande, Paso Mellizos, departamento de Río Negro, fueron 32.
En tanto, similar relevamiento pero efectuado entre las 7 del sábado y las 7 de ayer, indica que el mayor registro fue en Termas de Arapey con 110 milímetros, mientras que en Salto capital 59; en Tambores fueron 42 y en la Estación de Meteorología local 16; en Cuchilla de Navarro 22 y en la capital del departamento de Río Negro 7; en Colonia Palma 51 y en la capital de Artigas no llovió.
En otros registros del departamento, fueron 85 milímetros en Guaviyú y en Guichón, mientras que el total del agua caída en Quebracho fue 115 milímetros.

PRECAVIDOS
De todas maneras, los productores deben estar precavidos ante la aparición de hongos, porque el calor y la humedad están favoreciendo su desarrollo, por lo que hay que comenzar a hacer tratamientos. Los productores ya están haciendo aplicaciones para resguardarse, antes de que el daño aparezca en los cultivos.
Hasta ahora la aplicación preventiva contra hongos es lo único que está afectando al cultivo, porque en realidad no hay una fuerte presión de insectos, salvo algo de chinches, y tampoco hay mucha lagarta, por lo que los cultivos están teniendo un desarrollo importante.
Las sojas están entrando en el período crítico y lo hacen con agua. Si todo sigue como hasta ahora, con más lluvias en las próximas semanas, se llegará a una zafra con muy buenos rendimientos.
En la zafra anterior de cultivos de verano, los rendimientos para la soja fueron bajos. En el año agrícola 2015/16 se produjeron en Uruguay 2,21 millones –hubo una caída de 29% con respecto al ciclo anterior–, con una superficie sembrada de 1.140.000 hectáreas y rendimiento promedio de 1.937 kilos, según los datos de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa). La baja de los rendimientos obedeció al clima adverso.
En el actual ejercicio agrícola, el área creció levemente respecto de la zafra anterior y no hace falta mucho para superar los rendimientos del año pasado en la oleaginosa. La soja viene de tres años muy malos y eso se hizo sentir en los resultados económicos de las empresas agrícolas.

ARGENTINA
La producción de soja del ciclo 2016/17 en Argentina podría superar las 54,8 millones de toneladas actualmente previstas si persisten las condiciones climáticas favorables para la oleaginosa, informó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Parte de los cultivos de soja de ese país –el tercer exportador mundial del grano– habían sido golpeados a principios de año por excesos de agua en algunas áreas y tiempo demasiado seco en otras, pero la mejora del clima en las últimas semanas alivió los temores de mayores pérdidas en la cosecha.
“Lluvias registradas durante los días previos reforzaron las reservas de humedad sobre gran parte del área implantada, en un momento crítico para la generación del rendimiento” de la soja, indicó la Bolsa en su reporte semanal de cultivos.
“Bajo este escenario, se afianza nuestra proyección de producción en 54,8 millones de toneladas, sin descartar la posibilidad de lograr un volumen aún mayor si las condiciones climáticas continúan favoreciendo el crecimiento y desarrollo del cultivo”, añadió la entidad. En el ciclo 2015/16, la cosecha de soja de la nación había sido de 56 millones de toneladas, según datos de la Bolsa.
El gobierno reglamentó el jueves la devolución de cinco puntos porcentuales del impuesto que rige sobre las exportaciones del grano –que actualmente es del 30 por ciento– a los productores agrícolas del norte del país, muchos de los cuales aún están afectados por un déficit hídrico en sus campos.

EL NIÑO
Comenzaron las especulaciones sobre si puede resurgir un nuevo episodio de El Niño sobre la segunda mitad del año, en momentos que los principales servicios me-teorológicos del mundo despiden a un evento Niña que fue rápido y débil.
Si bien hay modelos que avizoran la posibilidad de un evento Niño, los especialistas entienden que se debe esperar hasta el segundo trimestre para poder tener datos más concretos. Recuerdan como las amenazas de un episodio fuerte de La Niña –un año atrás– se disiparon rápidamente.
El Centro de Predicciones Climáticas (CPC) de Estados Unidos declaró oficialmente el fin de La Niña, previendo condiciones neutras para los próximos meses. El centro –que integra la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos– señaló que la mayoría de los modelos predice la continuidad de condiciones neutras hasta el invierno en el hemisferio sur.
Sin embargo, unos pocos modelos dinámicos anticipan la posibilidad de un evento Niño tan pronto para el otoño (marzo a mayo). “Debido a la habitual alta incertidumbre en las predicciones hechas en esta época del año, el consenso de los pronósticos apunta a un 60% de probabilidad de condiciones neutras” durante el otoño en el hemisferio sur.
En el reporte conjunto del CPC y el Instituto de Investigación del Clima de la Universidad de Columbia correspondiente a la primera mitad de febrero y que reproduce El Observador, se proyectó un 44% de probabilidad de condiciones Niño para el período junio-agosto.
A principios de enero el porcentaje para ese período era de 28%. En tanto, la probabilidad de condiciones de El Niño para julio-setiembre pasó de 33% a comienzos de enero a 46% en el reporte de febrero.
El viernes 10 la agencia estatal de meteorología de Japón dijo que el evento de La Niña era mayoritariamente indetectable. Sin embargo, señaló que no espera la emergencia de este fenómeno o de El Niño antes de agosto. Estimó un 60% de probabilidad de condiciones neutras del clima entre abril y agosto.
Mientras que en la India el estatal Departamento de Meteorología apuntó a una gradual transición hacia condiciones de El Niño que se darían sobre setiembre. Las lluvias monzónicas en ese país se dan desde junio a setiembre, por lo que si el episodio se adelanta puede perjudicar a la producción en el subcontinente. Los técnicos del departamento remarcaron la todavía alta incertidumbre sobre lo que puede pasar en el último tramo del año, adelantando que se tendrá una visión más clara recién en abril.
En tanto en su informe mensual de febrero –divulgado el martes 14–, el Consejo Australiano de Meteorología indicó que las condiciones siguen siendo neutras, aunque en las últimas semanas se vio un aumento en la temperatura en el océano Pacífico.
El Niño se da cuando se incrementa el nivel de temperaturas del agua en algunas zonas relevadas en el Pacífico. Según el reporte, condiciones neutrales o de El Niño son las mayormente probables para el invierno y la primavera en el hemisferio sur.