Rurales | 23 Feb Una familia de colonos que había sido desalojada hace cinco meses de su hogar en la fracción 122 de la colonia Luis Alberto de Herrera, a siete kilómetros de San Javier, por el Instituto Nacional de Colonización (INC), decidió retornar a la casa, que está en el predio y fue construida por Mevir, pero sin ocupar el terreno.
“Después de la persecución de la que fuimos objeto por parte del INC, nos desalojaron a pesar de los más de 60 años en lo que nuestra familia habitó este lugar”, explicó a EL TELEGRAFO Alvaro Lodorguín. “Mi madre se tuvo que ir con las gallinas y los perros hacia el pueblo, y te darás cuenta de la frustración que tiene de no poder estar en su hogar de toda una vida”, indicó el productor.
Al referirse a la casa y las demás instalaciones, especificó: “Las mejoras que cuenta nos corresponden a nosotros. Desde el INC se nos dijo que más adelante se arreglaría el tema económico, porque aunque reconocemos la deuda, sabemos que las mejoras cubren esa deuda y las tenemos de respaldo”.
Al no tener respuesta desde el INC por las mejoras, “e incluso solicitamos cinco hectáreas y no tuvimos respuesta, decidimos ocupar la casa”, dijo Lodorguín. El hecho ocurrió esta semana “y lo hicimos pacíficamente, junto a integrantes de la Mesa Nacional de Colonos y el Movimiento por la Tierra”.
Permanecerán en la casa hasta que les otorgue otra, “que puede ser en San Javier u otra fracción, o nos brinde una solución al tema habitacional”, dijo. Desde el INC “nunca nos brindaron respuesta a las mejoras efectuadas en la fracción que ocupábamos, no hay diálogo y hemos sido totalmente ignorados”, acotó.
“Mi madre es una persona de edad y por salud no puede pasar penurias”, explicó. “En este momento está en la casa que ocupamos, junto a mi hermano y los vecinos que nos están acompañando. Si desde el INC no responden, seguramente vendrá gente desde otros lados del país para acompañarnos y sumarse a esta movilización”, añadió.
Resaltó el hecho de que la casa estaba ocupada por un casero, quien permanece en la casa. “Duerme en la pieza que disponía desde que nos fuimos, toma mate con nosotros, y está al tanto de la situación que atravesamos”, dijo Lodorguin.
“Procuramos una solución, pero siempre encontramos al INC de espalda a nosotros”, precisó. “Llamó un director del instituto a uno de los vecinos que está con nosotros, diciendo que la casa estaba destrozada, y le mandamos foto mostrando que no es así. Además, dijo que al casero lo habían corrido y está acá con nosotros”.
“Estamos viendo que la información que le llega al INC desde la regional en Paysandú está siendo distorsionada”, sostuvo. Explicó que, por ejemplo, “hay un informe posterior a un pago de la regional, en donde no se menciona el pago; un informe establece que mamá vivía en Mevir Tres Quintas, y esa casa no existe, lo que demuestra algunas de las irregularidades”.